Ps. Fernando Alexis Jiménez
El cambio en su vida, requiere que asuma una posición radical
Las gentes olvidaron el día, pero jamás borrarán de sus recuerdos lo que hizo…
Era un sacerdote relativamente joven: treinta y cinco años. Alto, delgado y con una sonrisa a flor de labios que despertaba confianza. Llegaba a reemplazar un clérigo que, sobrepasando los sesenta años, se retiraba a los cuarteles de invierno.