Título: Aprendiendo a esperar en Dios
Lectura Bíblica: Salmo 130:1-8
Introducción:
Movernos hacia nuevos niveles espirituales es posible cuando desarrollamos dependencia y fe plena en Dios, y aprendemos a esperar en Él. Quizá se preguntará: ¿Por qué razón esperar en Dios está íntimamente ligado a desarrollar la fe? La respuesta es sencilla: Prendernos de la mano del Señor y creer que algo especial ocurrirá, forma parte de un proceso en el que renunciamos a la duda, nos despojamos de tanto racionalismo y comprendemos que el Supremo Hacedor tiene su propio tiempo para hacer las cosas. El problema radica en que generalmente no queremos esperar. No nos enseñaron a hacerlo. Queremos que todo sea ya, en el instante.
- – Si aprendemos a esperar en Dios nos elevaremos a nuevos niveles
- – Cuando somos impacientes, Dios trata con nosotros y nos enseña que debemos esperar
- – Cuando aprendemos a esperar en Dios, reconocemos que Él es soberano y tiene el control de todas las cosas.
- – Dios responderá a nuestro clamor. Esa es la razón por la que debemos aprender a esperar en Él como lo hizo Jacob (Génesis 49:18)
- – En muchas ocasiones esperar en Dios nos tomará toda la vida (Salmo 119:166)
- – Esperar en Dios implica ser fieles a los mandamientos
- – Esperar en Dios implica aprender en cada etapa
- – Si esperamos en Dios, Él no permitirá que quedemos avergonzados
- – Como padres debemos enseñar a nuestros hijos a esperar en Dios (Salmo 22:4)
- – Quien aprende a esperar en Dios no queda avergonzado (Salmo 22:5)
- – Dios responde en el momento oportuno
- – La respuesta de Dios es la que necesitamos aunque sea diferente de aquello que esperamos
- – Dios siempre tiene la última palabra
- – Cuando esperamos en Dios, Su respuesta nos lleva a encontrar soluciones (Salmo 25:3)
- – Debemos aprender de quienes por fe y mediante la perseverancia en Dios, alcanzaron nuevos niveles (Hebreos 6:12)
- – Esperar en Dios nos permite dejar la derrota y avanzar hacia la victoria
- – Confiar en nuestras fuerzas o en las prome4sas de la mundanalidad nos lleva al fracaso (Salmo 31:6)
- – Esperar en Dios demanda que nos fortalezcamos para seguir avanzando hacia la meta, a la victoria en todas las áreas de nuestra vida (Salmo 31:24)
- – Esperar en Dios está ligado al trato de Dios con nosotros, con nuestro carácter
- – Nos prepara para llegar a nuevos niveles
- – Esperar en Dios nos lleva a ver de qué manera lo imposible se torna posible.
- – Cuando desarrollamos fe en Dios, aprendemos a esperar en Él (Salmo 40:1)
- – Es necesario evaluar cuál es nuestra actitud cuando Dios no responde de inmediato (Salmo 39:7)
Conclusión:
Cuando oramos o pedimos algo a Dios y no apreciamos una respuesta inmediata, nos inclinamos a desistir. Olvidamos que el Señor Jesús enseñó la importancia de perseverar hasta obtener la respuesta (Lucas 18:1) No es que el panorama esté ensombrecido cuando no hay respuestas inmediatas, es que sencillamente no hemos aprendido a esperar. Si nos mantenemos firmes e insistimos, orando, sin desmayar, puedo asegurarle que llegará a nuevos niveles. Esa decisión forma parte de la consagración a la que estamos llamados por el Señor.
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