¿Bautizo o bautismo?

Bautizo o bautismo. Según el Diccionario de la lengua española, de la Real Academia Española la voz bautizo se refiere a la ‘acción de bautizar’ y a la ‘fiesta con que esta acción se solemniza’. Por su parte, la palabra bautismo se refiere al cristianismo, destinado a lavar el pecado y a imprimir el carácter de cristiano a quien lo recibe’, como a las dos acepciones de bautizo.

 

La respuesta que da la Biblia
El bautismo implica que una persona sea sumergida en agua y que salga de nuevo. * Eso explica por qué se bautizó Jesús en un río (Mateo 3:13, 16).

El significado del bautismo
En la Biblia se compara el bautismo a un entierro (Romanos 6:4; Colosenses 2:12). El bautismo simboliza la muerte de nuestra manera de vivir anterior y el comienzo de una nueva vida como cristianos dedicados a Dios. Tanto el bautismo como los pasos que hay que dar antes de bautizarse son el medio que Dios nos ha dado para que podamos tener una conciencia limpia basada en nuestra fe en el sacrificio de Jesucristo (1 Pedro 3:21). Además, Jesús enseñó que sus seguidores deben bautizarse (Mateo 28:19, 20).

Pregunta: «¿Cuál es el simbolismo del bautismo en agua?»

Respuesta: El bautismo en agua simboliza la confianza total del creyente y su plena dependencia en el Señor Jesucristo, así como un compromiso para vivir en obediencia a Él. También expresa la unidad con todos los santos (Efesios 2:19), es decir, con cada persona en cada nación de la tierra, que es miembro del cuerpo de Cristo (Gálatas 3:27-28). El bautismo en agua expresa esto y más, aunque el agua no es lo que nos salva. Por el contrario, somos salvos por gracia mediante la fe, no por obras (Efesios 2:8-9). Somos bautizados porque nuestro Señor lo ordenó: «Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo» (Mateo 28:19).

El bautismo en agua es para los creyentes. Antes de ser bautizados, tenemos que creer que somos pecadores y que necesitamos de la salvación (Romanos 3:23). También debemos creer que Cristo murió en la cruz para pagar por nuestros pecados, que fue sepultado y que resucitó para asegurar nuestro lugar en el cielo (1 Corintios 15:1-4). Cuando nos volvemos a Jesús, pidiéndole que perdone nuestros pecados y que sea nuestro Señor y Salvador, nacemos de nuevo por el poder del Espíritu Santo. Nuestra salvación eterna está garantizada, y comenzamos a morir a nosotros mismos y a vivir para Cristo (1 Pedro 1:3-5). En ese momento y de acuerdo a las Escrituras, estamos preparados para ser bautizados.

El bautismo en agua es una hermosa imagen de lo que nuestro Señor ha hecho por nosotros. Puesto que estamos completamente sumergidos en el agua, se simbolizan la sepultura con nuestro Señor; somos bautizados en Su muerte en la cruz y ya no somos esclavos de nuestra naturaleza o nuestro pecado (Romanos 6:3-7). Cuando salimos del agua, somos resucitados simbólicamente, levantados a una nueva vida en Cristo para estar con Él para siempre, nacidos en la familia de nuestro amoroso Dios (Romanos 8:16). El bautismo en agua ilustra también la limpieza espiritual que experimentamos cuando somos salvos; así como el agua limpia la carne, de igual manera el Espíritu Santo purifica nuestros corazones cuando confiamos en Cristo.

El hecho de que el bautismo en agua no es un prerrequisito para la salvación, se aprecia de mejor manera en el ejemplo de un hombre que fue salvo y que no fue bautizado en agua, como es el caso del criminal en la cruz (Lucas 23:39-43). Este confeso pecador reconoció a Jesús como su Señor, mientras moría en una cruz junto a Él. El ladrón pidió salvación y sus pecados fueron perdonados. A pesar de que nunca experimentó el bautismo en agua, en ese momento el ladrón fue bautizado espiritualmente en la muerte de Cristo, y luego fue resucitado a la vida eterna por el poder de la Palabra de Cristo (Hebreos 1:3).

Los cristianos deben ser bautizados como resultado de la obediencia y por amor a nuestro Señor Jesucristo (Juan 14:15). El bautismo en agua por inmersión, es el método bíblico del bautismo por causa de su representación simbólica de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo.