Cuando Dios esta presente, pero no le vemos

Segundo de Reyes en el capítulo 6, comenzando con el versículo 8, nos relata la historia del profeta Eliseo, un hombre evidentemente grandemente usado por Dios. Dios usó a Eliseo en milagros de resurrección, milagros de conocimiento, milagros como tomar un hacha que se había caído en el agua y hacerla flotar, aguas que estaban amargas y envenenadas, purificarlas por medio de un acto simbólico de echar sal, milagros de proferir una palabra profética que obraba sobre la realidad, como cuando él dijo, “Mañana a esta hora, − en medio de una hambruna increíble, − mañana a esta hora habrá comida, a un precio ridículamente bajo,” y no había manera de que se diera. Pero la palabra proferirá en fe cambió las circunstancias y obligó que de alguna manera se diera esa profecía y fue así en una manera fácil para Dios, como siempre son las cosas.

Dios usó a Eliseo en muchas maneras. Y en este pasaje se nos dice que Dios lo usaba también para advertirle a Israel cuando había tramas en su contra y cuando iban a salir bandas armadas de parte de Siria y Dios le daba a Eliseo revelación y de esa manera el rey de Israel podía cuidarse y tenderle una emboscada a esas bandas armadas que venían como grupos terroristas a hacer daño específico en algún lugar en el pueblo de Israel. Por qué? Porque estaba el profeta de Dios que recibía revelación de Dios y él sabía cómo moverse y cómo neutralizar esas obras del enemigo.

Y se me ocurre que ahí tenemos una idea de lo que muchas veces nosotros necesitamos en nuestras vidas de que Dios traiga revelación a nuestras vidas. Porque Siria y estos ejércitos muchas veces son símbolos de poderes enemigos, poderes demoníacos que quieren hacer daño en nuestra vida. Así como el pueblo de Dios en la Escritura, en el Antiguo Testamento estaba siempre en guerra contra estos poderes enemigos que eran símbolos de la persecución demoníaca, asi también nosotros en nuestras vidas estamos continuamente luchando con principados, contra potestades en nuestras vidas.

No es que andemos por allí viendo demonios hasta en la sopa, como mucha gente hace. Tengo un dolor de cabeza, el diablo está atacándome. Me duele el estómago, no fue que comiste demasiado y debieras tomarte un alka seltzer, te ayudaría, o una dieta. Pero hay veces en nuestra vida sí estamos en guerra espiritual y la Biblia dice sed sobrios y velad porque vuestro adversario, el diablo, como león rugiente anda alrededor buscando a quién devorar.

Eso no lo dijo Yiye Ávila, lo dice el escritor Pedro. Es cierto, nosotros continuamente estamos en lucha contra bandas armadas que quieren hacer daño en nuestra vida y que están organizando movimientos terroristas para entrar en nuestro matrimonio, en nuestros hijos, nuestras finanzas, nuestra salud, nuestras relaciones humanas, nuestros trabajos, nuestra vivienda, nuestro sueño, nuestro estado emocional y que quieren desestabilizar nuestras vidas y hacer daño y hacer estrago.

De paso, cuántos están de prisa y tienen que irse inmediatamente? Tienen tiempo para escuchar esta enseñanza? Denme un ratito para desarrollarla bien, sin preocuparme mucho, porque si el Señor le quiere dar algo, pues, recíbalo, vale la pena.

El mundo está lleno de espíritus malignos, como los gérmenes. Para mí los demonios con como gérmenes. Ahora mismo a través de sus fosas nasales y de su boca están entrando millones de gérmenes y saliendo millones de gérmenes. Sabía usted eso? Este aire está ahora mismo viciado de gérmenes. Sin embargo aquí estamos nosotros tranquilitos disfrutando de un tiempo, pero el mundo es impuro por naturaleza. Sin embargo, hay continuamente dentro de nosotros unas células y unos procesos que están batallando contra esos gérmenes y usted es esencialmente saludable, no tiene que preocuparse por esos gérmenes porque su cuerpo va a guerrear contra ellos. Hay momentos en que la invasión es muy fuerte, viene una infección, viene un resfriado, viene una enfermedad fuerte cuyo origen muchas veces es algún tipo de infección y algún tipo de invasión.

Y así también los demonios, yo creo, que nadie ha hecho un contaje de la población demoníaca en el mundo, pero son probablemente millones de millones. Y están en todas partes, quizás hay algunos aquí ahora mismo fumándose un cigarro, sentado en algún asiento de estos. El Señor lo reprenda. Y por qué no? si se acercan al trono de Dios pueden estar dondequiera, hermanos. Eso no me quita el sueño a mí. Yo camino por las calles, me acuesto a dormir y se veo uno me volteo y le digo buenas noches, te veo mañana. No tenemos que tenerle miedo a los demonios, el mundo es un mundo caído y está poblado de espíritus.

Si nosotros tenemos buena salud espiritual podemos contrarrestarlo, pero sí tenemos que entender que el enemigo está siempre rondando, tratando de hacer daño a tu vida y es bueno y es necesario que tu, primero te mantengas saludable espiritualmente. Por eso es que tenemos que siempre tener nuestra temperatura espiritual alta, tenemos que leer la palabra, escuchar buena alabanza, mantener nuestra mente nutrida de la palabra del Señor, congregarnos, tener buenas conversaciones en vez de estar texteando por allí continuamente en el teléfono, que nos edifiquen. Y de esa manera mantenernos fuertes para neutralizar los ataques del enemigo.

Sin embargo a veces vendrán ataques a nuestra vida. Dios me advierte muchas veces cuando en mí vida vienen momentos de ataque. Generalmente lo hace a través de sueños y yo sé que tengo en ese tiempo que ponerme otra vez en acción y fortalecerme porque algo viene, el enemigo está haciendo alguna trama. Y muchas veces a través de los sueños Dios me habla y a través de los sueños inclusive proceso situaciones demoníacas también. Y Dios me libera de muchas cosas.

El hecho es que así puede pasar en nuestra vida, con esas bandas armadas de Siria venían y querían hacer daño y se requería una revelación de parte de Dios que viniera a un hombre ungido, y ese hombre, esa mujer puedes ser tu en tu vida. Que tu disciernas lo que el enemigo está tratando de hacer, pídele al Señor sabiduría, discernimiento. No asumas simplemente que lo estás bregando es simplemente una cuestión puramente psicológica, emocional, circunstancial, sino que en muchas ocasiones en que tu debes pedirle al Señor convicción, claridad y hacer guerra, reprender, hacer un ayuno, dirigirte en contra de los poderes que están tratando de hacer daño a tu vida y repeler y contrarrestar eso con declaraciones de gracia del Señor en tu vida, atar esos poderes, declarar el señorío de Cristo sobre tu vida, invocar la sangre de Cristo, el poder de Cristo, el nombre de Jesús.

Nosotros tenemos armas en nuestra boca con las cuales podemos neutralizar las obras del diablo. Cuántos creen eso? Amén. En nuestra boca está, en nuestro espíritu está el poder para contrarrestar las iniciativas del enemigo y a veces Dios nos va a querer informarnos y darnos inteligencia en el sentido militar de la palabra, como le dio a Eliseo.

Y fíjense qué interesante que Dios no mandaba rayos de fuego para que destruyeran al enemigo, sino que le advertía al rey de dónde iba a estar el enemigo para que entonces él pudiera cubrir esos huecos y hacer guerra él contra esos poderes. Dios no lo hace todo por nosotros, sabe? Muchas veces Dios nos va a informar y entonces a nosotros nos toca pelear la batalla. No vaya donde el Señor, oh, el Señor me diablo me está dando. Líbrame de él. No. háblale al enemigo directamente. Dirígete con las palabras y la autoridad que Dios te ha dado. Usa tu boca, usa la autoridad de los hijos de Dios.

La Biblia dice que nos vistamos de toda la armadura de Dios porque el enemigo quiere hacer… nuestra lucha, dice, no es contra sangre y carne, sino contra principados, potestades, poderes del enemigo, autoridades en los lugares celestiales, gobernadores de la industria de las tinieblas en este mundo. Y por eso es que nosotros tenemos que usar esa armadura de Dios, esa armadura que incluye la fe, incluye la palabra de Dios, incluye la invocación de las verdades del Evangelio, incluye mantener nuestra cabeza con el yelmo de salvación, nuestra mente cubierta por los principios de la palabra del Señor.

Estas son la herramienta que Dios nos da para contrarrestar. Y Dios dice, hey, no me pidas a mí que te libre del diablo, pelea tu con él directamente. Yo te he dado el poder, te he dado la autoridad, te he dado la palabra, te he dado los recursos, te he dado la armadura, úsala en mí nombre. Como cuando los muchachitos vienen al papá, ‘Papá, fulanito está abusando de mí en la escuela.’ Y el papá le dice, “No, atiéndelo, pelea tu por él,” porque sino todo el tiempo van a estar dándole golpes al muchachito sino aprende a defenderse.

Dios es un Dios muy fuerte y quiere hacer guerreros de nosotros. Él nos llama, usa tu poder, usa lo que yo te he dado. Yo te voy a advertir, yo te voy a dar sabiduría, te voy a dar inteligencia, te voy a dar los recursos, pero tu tienes que pelear.

En la guerra espiritual una de las cosas más importante es eso, que usted entienda que Dios no va a hacer todo el trabajo por usted. Si usted no hace parte le van a estar dando siempre golpes en la espalda a usted. Y Dios va a estar allí diciendo, “Bueno, hasta que aprendas.” “Hasta cuándo, Señor?” “Hasta que aprendas, menso, a usar lo que yo te he dado.” Usa la armadura del espíritu y por eso hay tanta gente en la iglesia tan apaleado por el diablo, siempre están en la misma situación que usted lo conoció hace 10 años, 15 años, pero no están haciendo lo que tienen que hacer. No se están poniendo las pilas, no están viviendo una vida, llenándose.

La vida cristiana es una vida, hermanos, para guerreros, es para atletas del espíritu. La vida cristiano no es un paseo por un jardín florido, es una lucha contra poderes que van a estar contra nosotros hasta el día en que nos muramos, y requiere que nosotros cada día nos pongamos la armadura de nuevo, cada día, que busquemos nuevas fuerzas en el Señor, en las cosas que él nos ha dado, que nos vistamos en el poder del Señor y en el poder de su fuerza.

Hay una parte que nosotros tenemos que hacer en nuestra vida. Esta noche yo iba hablarles acerca del pasaje donde Santiago habla acerca de la palabra y de ser hacedores de la palabra y no solamente oidores. Es una de las cosas más importantes en la lucha contra el enemigo, es aplicarnos la palabra, dejar que la palabra nos destruya y nos rehaga de nuevo, nos reconfigure. Someternos a la palabra del Señor, hermanos, no es simplemente mucho salto y mucho show, es dejar que la palabra te corte y rehaga y someterte a la lucha de la palabra en tu vida. Eso te va a dar autoridad y eso te va a cubrir, va a ser una cobertura sobre tu cabeza. El enemigo no tendrá tanto poder.

Ahora, el diablo puede atacar a un justo, pero se le hace mucho más difícil si ese justo está caminando en la justicia del Señor. estas son diferentes armas, diferentes recursos que Dios quiere que nosotros usemos para mantenernos saludablemente. Cuando el enemigo envía sus bandas armadas a Israel, a nuestra tierra, a nuestra vida, nosotros tenemos que estar preparados para recibir sabiduría de parte del Señor a través de un sueño, a través de una revelación de Dios, a través de un mensaje, a través de una palabra de alguien con autoridad, a través de algo que viene en el momento y Dios nos dice, “Mira, esto es lo que yo quiero que tu hagas.”

Como ahora mismo yo estaba aquí ya tenía todo preparado pero el Señor me da discernimiento y yo tengo que creer que lo que estoy recibiendo en ese momento no es una sugestión de mi carne, sino que es… y ustedes vieron, tuve que bajar porque no encontraba el bendito pasaje. Tuve que buscar la concordancia en aquella Biblia que es mejor que la tengo aquí arriba. Es que tengo tanto material que necesito dos Biblias para poder predicar.

Hay que discernir en el momento y entonces dejar que… y así Dios está siempre tratando de informarnos. El caso es que Dios le da sabiduría a Eliseo, informa al rey y entonces el rey de Siria finalmente está frustrado y dice, “Qué es lo que pasa? Parece que esta gente tiene un servicio de inteligencia increíble. Cómo es que esta gente sabe exactamente cada vez que yo envío una banda armada, dónde tienen que esperarme?”

Y hay allí una persona que le dice, “Señor rey, lo que pasa es que en Israel está un tipo que se llama Eliseo que es mejor que la CIA y es mejor que el FBI. Este hombre recibe revelación de parte de Dios continuamente e informa al rey.”

Hermanos, qué bueno es cuando hay iglesias, cuando hay congregaciones, cuando hay individuos que están llenos del poder de Dios y pueden recibir sabiduría de parte de Dios y compartirla con otros. Es lo que hay que pedirle al Señor cada vez más y más, que podamos movernos y vivir en ese poder sobrenatural de Dios para saber qué es lo que Dios está diciendo y en qué momento y que podamos compartir esa revelación con otros.

Entonces el rey cuando descubre que es Eliseo la fuente de su problema, envía una banda armada para que aprisione a Eliseo y lo neutralice. Dice en el versículo 14:

“… Entonces envió el rey allá gente de a caballo y carros y un gran ejército, los cuales vinieron de noche y sitiaron la ciudad para atrapar a Eliseo. Y se levantó de mañana y salió el que servía al varón de Dios y he aquí que el ejército que tenía sitiada la ciudad con gente de a caballo y carros…”

A veces, hermanos, nuestra vida puede estar rodeada de gente de a caballo, carros, poderes demoníacos grandes que quieren hacer daño a nuestra vida y se establece una confabulación contra nuestro bienestar, nuestra estabilidad. Nosotros podemos hacer una de dos cosas en esos momentos, el siervo de Eliseo es tipo de una de las maneras que nosotros podemos reaccionar ante las crisis. El tipo de creyente que no tiene penetración en el mundo del espíritu, no tiene la unción de Dios.

Muchas veces nosotros estamos pasando por situaciones en nuestra vida y cuando vienen los problemas, lo que hacemos es que nos llenamos de pánico, nos deprimimos, dejamos de orar, dejamos de clamar al Señor, dejamos de buscar los recursos del cielo. Si tu estás pasando ahora mismo por una situación difícil en tu vida, yo te aconsejo, no le des la espalda al diablo, no bajes la guardia, no dejes de congregarte, no dejes de buscar del Señor. todo lo contrario, es tiempo para que tu te pongas toda la armadura y entonces pelees con más, que sirvas más, que asistas más, que dés más, que glorifiques más, que adores más, que te congregues más, que busques más del Señor en tu vida en vez de caer tu ánimo. Ese es el tiempo de ir al Señor y clamar.

Tráele tu queja al Señor. Preséntale tu necesidad al Señor. Quéjate delante del Señor. Hazle preguntas al Señor. Él está dispuesto a escucharte. Él no se asusta por tu clamor, tu llanto, tu grito, al contrario, al Señor le agrada que nosotros vengamos ante él y traigamos nuestras lágrimas, nuestra necesidad delante de él.

Entonces, este hombre cuando ve ese gran ejército alrededor de él se llena de pánico y dice, “Ah, Señor mío, que haremos?” él está solamente mirando en el terreno de lo físico, solamente en el terreno de lo circunstancial y ese es el problema muchas veces, nosotros no tenemos lentes que podamos ponernos y ver en la otra dimensión lo que está pasando en el mundo espiritual y entonces solamente vemos el problema, vemos la situación difícil, el obstáculo que está sucediendo. Y es como orábamos.

Yo estaba predicando esta mañana en una reunión de pastores y Dios me dio una palabra para estos siervos y siervas del Señor. yo les decía que muchas veces cuando miramos alrededor de nosotros el mundo ahora mismo, como tu orabas Fanny, uno ve como que el diablo se ha soltado y esta nación está como regida por un paquete de necios y de gente loca que no tiene sentido de la razón, de lo conveniente para el bienestar de esta nación. Yo creo que los políticos desgraciadamente, comenzando con nuestro Presidente, han perdido la cabeza.

Por eso la Biblia dice que Dios los entregó a una mente reprobada, a una mente fallida, una mente fracasada, en mente con una computadora que se ha vuelto loca, para que produzcan cosas que no son convenientes, dice, que no convienen. Y este país está produciendo leyes verdaderamente locas que militan contra el bienestar de nuestros hijos como tu orabas. Las escuelas se han convertido en lugares de peligro en vez de lugares de refugio y de posibilidad para nuestros hijos. Y las escuelas están siendo gobernadas por leyes locas que militan contra la salud emocional, mental y espiritual de nuestros hijos, y se han convertido en nidos de demonios.

Detrás de todo eso está precisamente eso, el mover demoníaco, satánico, espiritual. Yo le decía, si uno mirara… y mi predicación estaba basada en el Salmo 2 donde el salmista habla acerca de… y un día voy a traer ese mensaje aquí a la iglesia, quizás muy pronto. El salmista habla de por qué se amotinan las naciones y dicen vamos a quitarnos el yugo de Dios de encima, vamos a romper sus cadenas, vamos a liberarnos de este viejo huraño que lo que quiere es aguarnos la fiesta. Y la Biblia dice que Dios se reirá de ellos y luego los atacará con su ira. Porque él ha dicho, mi Hijo yo lo he ungido y él es el dueño de la tierra, él es el dueño de todas las naciones.

Entonces, yo les decía que nosotros tenemos que entender eso, que a veces nosotros solamente miramos las circunstancias. Ahora mismo este enjambre de maldad, esta inundación de inmundicia que ha invadido nuestra nación, y si nosotros nos dejamos llevar solamente por lo que vemos, nos vamos a deprimir y vamos a decaer nuestro ánimo y quizás hasta nos vamos a unir con el enemigo para que no nos haga daño, como está pasando con tantas iglesias, que están yéndose tras doctrinas de inmundicia para ver si la gente viene a su iglesia, doctrina loca porque también la herejía ha penetrado en el seno de la iglesia.

Pero yo le decía que lo que nosotros tenemos que mirar es la otra realidad, la realidad de un Dios que hace miles de años de atrás escribió ese salmo para nuestro beneficio, para que nosotros lo leamos y que entendamos que el mal nunca puede prevalecer contra las leyes que Dios ha escrito en la historia y que los hombres por un tiempo pueden rebelarse contra la ley de Dios pero tarde o temprano esos castillos de arena vienen desplomándose y deshaciéndose porque Dios ha dicho, nadie se podrá liberar de mi señoría. La historia tiene que ir por dónde yo la llevo y yo dejo que por un tiempo los hombres hagan lo que quieran y crean que son liberados de mí, pero yo me río de ellos y luego los gobierno con un cetro de hierro, como dice, y despedazo las naciones con el poder de mi justicia.

Entonces yo les decía a los pastores, nosotros tenemos que estar mirando esa dimensión, no la dimensión de lo que está pasando ahora, porque eso en cualquier momento va a cambiar, y tiene que cambiar, porque Dios no va a permitir. La Biblia ha dicho que las puertas del infierno no prevalecerán contra los hijos de Dios, contra su iglesia. Entonces nosotros tenemos que estar mirando la realidad verdadera, la realidad íntima, la realidad escondida de Dios que siempre se está moviendo tras bastidores para salirse con la suya, a pesar de todas las tramas y todas las locuras, todas las necedades de los hombres.

Y así pasa también en el mundo espiritual. En este caso el siervo de Eliseo solamente veía lo que estaba alrededor de él, la circunstancia física, esta cantidad de hombres poderosos y de carros y ejércitos y espadas y se llenó de pánico. Porque cuando usted ve solamente su problema, su necesidad, su situación y no está consumiendo buena comida para que sus ojos puedan también, y tu espíritu pueda discernir instintivamente la otra dimensión, que cuando el agua le está llegando al cuello, algo dentro de usted le dice, pero no te preocupes, yo estoy contigo. El fuego no te quemará, los ríos no te inundarán porque yo estoy contigo, yo te sacará adelante.

Cuando usted lleno de esa gracia, usted puede escuchar la voz de Dios, usted puede escuchar el consejo de Dios. Yo te pido en esta noche renueva tus fuerzas. Si estás pasando por alguna situación difícil en esta noche no escuche el susurro del diablo que está diciendo, yo estoy en poder, voy a hacer lo que me da la gana contigo. El diablo está vencido en tu vida. La gracia de Dios es más poderosa que todo poder del enemigo. No importa lo que tu estés pasando, ármate de fuerzas. No mires la realidad del diablo, no mires la tormenta que ruge alrededor de ti, no escuches el viento, como Pedro, caminando sobre las aguas, cuando dejó de mirar a Cristo y puso su mirada en lo que estaba pasando alrededor de él, comenzó a hundirse enseguida.

Cuando los discípulos vieron la tormenta rugiendo alrededor de ellos y no miraron al Cristo durmiendo confiadamente dentro de su barca, se llenaron de pánico y dudaron de la misericordia del Señor. el Señor simplemente se levantó, miró la tormenta y dijo, paz, cálmate, y la tormenta enseguida se hizo como un espejo. Porque el Señor estaba dentro de la barca y a veces el Señor deja que rujan los vientos y la barca parezca que se va a hundir para probar nuestra fe y para enseñarnos, no, yo estoy contigo, yo estaré contigo todos los días hasta el fin del mundo. No me duermo ni me adormezco. No serán decepcionados los que en el Señor confían, no serán avergonzados.

Dios no permite jamás que el enemigo se salga con la suya en nuestras vidas. No importa lo que estés pasando en tu vida, siempre dite a ti mismo, hay una solución, hay una salida, hay una respuesta, hay una victoria, hay una provisión detrás de mi lucha. Créelo en el nombre del Señor, decláralo con tu boca, confiésalo, afírmalo en tu corazón, ármate de nuevas fuerzas, cíñete los lomos para hacer guerra espiritual y para hacer retroceder esas hueste de maldad que quieren hacer daño en tu vida, y el Señor te dará la victoria. No importa lo que tu estés pasando. Escúchame. No importa lo que estés pasando, con Dios tu eres mayoría en cualquier situación de tu vida.

Este hombre solo podía ver, de nuevo, es símbolo de una iglesia, de un cristiano que solo puede ver lo que está pasando en el momento. Pero Eliseo le dice, “No tengas miedo,” versículo 16, “porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.” Subraye eso. La Biblia dice más poderoso el que está en nosotros que el que está en el mundo. Más numerosos son los ángeles que están alrededor de ti que los demonios que quieren hacer daño a tu vida. Créelo en el nombre del Señor. Más poderosas son las promesas de Dios que cualquier mentira del diablo que quiera arropar tu vida. Créelo en el nombre del Señor.

El poder de Dios siempre es x más 1, x tu necesidad, tu problema, tu crisis, tu situación, tu pecado, tu limitación, el poder de Dios siempre es más grande. Donde abunda el pecado, la gracia sobreabunda dice la palabra del Señor. Donde hay una crisis grande, la solución de Dios es súper grande. Y si se hace más grande la crisis, más grande se hace el poder de Dios. Dios no tiene límites. Todo depende de ti y de tu capacidad para creer.

Y Eliseo le dice, “Hey, fortalécete, los que están con nosotros son más grandes y más numerosos que los que están con ellos.” Y este hombre se habrá dicho, pero mi señor está loco, él no ve todo este ejército, dónde están los soldados del rey de Israel? Dónde está el gran ejército que nos va a sacar de este aprieto? Y entonces Eliseo oró y dijo, “Te ruego, Señor, que abras sus ojos para que vea.”

Yo le pido al Señor en esta noche, si estás pasando por alguna situación difícil en tu vida, yo le pido al Señor ahora mismo que abra tus ojos, que tu salgas esta noche sabiendo que sabes que Dios está metido en tu asunto y que si él está permitiendo que la tormenta dure un poquito más de tiempo de lo que tu quisieras, es porque hay alguna necesidad, alguna razón en alguna situación que él quiere que tu superes primero y él se va a glorificar en eso que tu estás pasando.

Pero hay otro poder que está a tu favor. Y lo que necesitamos es ver, pedirle al Señor que nos de ojos de rayos X que podamos ver detrás de la realidad superficial y externa y ver la realidad de Dios que está en nuestra vida. Porque, hermanos, eso es lo que muchas veces – sabe que si tu te llenas de miedo, si tu percepción de la vida, del mundo, de la situación que tu estás pasando es una percepción limitada, material, fallida, la percepción que tu tienes y la confesión que tu haces eso es lo que tiene poder para perpetuar lo que tu estás pasando.

Muchas veces lo único que se requiere es que nuestro entendimiento cambie para que nuestra situación cambie también. Fíjense eso, es la percepción tuya lo que gobierna la intensidad y la duración de tu problema. Por eso es que una gran parte de la lucha del cristiano es la renovación de la mente, la renovación del entendimiento y el cambio de perspectiva. Según cambia tu perspectiva cambia tu realidad también. La perspectiva misma, los lentes analíticos con los cuales tu miras la realidad que tu estás viviendo, tiene un poder activo en sí, tiene poder para perpetuar, para aumentar, fortalecer lo que tu estás viviendo.

Si tu mente cambia, tu realidad también cambia. No tiene ni siquiera que dar una palabra, si tu mente cambia ese cambio de mentalidad va a hacer posible que el poder de Dios corra a través de tu vida. Es todo la mente.

Ustedes recuerdan el caso del centurión que él manda para pedir que el Señor sane a su siervo que está bien enfermo y el Señor accede porque este hombre es un hombre honesto y bueno y noble, a pesar de que es un centurión romano. Y el Señor dice, “Bueno, amén, voy a ir a tu casa, voy a sanar a tu sirviente,” y este hombre como que de momento es como que el Espíritu Santo lo ilumina y dice, “Señor, espérate un momentito, sabes qué? Yo soy un centurión,” es decir, un capitán o un mayor del ejército era el equivalente de un centurión, gobernaba 100 hombres, era un oficial sobre 100 hombres, y él dice, “Señor, mira yo soy un oficial y yo conozco lo que es autoridad, yo mando a mis hombres para que hagan algo y ellos lo hacen. Yo doy una palabra, yo no estoy allí forzándolos y empujándolos, yo le digo, haz esto y él va y hace aquello. Y yo le mando no hagas aquello, y él no lo hace. Mi palabra es todo lo que gobierna. Así que tu tienes autoridad, no es necesario que tu vayas a mi casa, Señor.”

Él dijo, “No, hombre, no te molestes, simplemente di la palabra, tu eres un hombre de autoridad, di la palabra y todo se va a resolver.” Y el Señor se asombró y dijo, “Guau, nunca he visto una fe ni en Israel no he visto una fe como la de este pagano romano, soldado.” Y le dijo, “Amén, mira, si tu fe te da para que así sea, mejor me evito el taxi que tengo que coger y el dinero que tenía que pagar para ir allá.”

Y dice la palabra que en ese mismo momento, a sabe Dios a cuántas millas de distancia, su siervo fue sanado instantáneamente. Si este hombre no hubiera tenido un cambio de percepción y de entendimiento, el Señor hubiera tenido que ir allá. El hombre se hubiera sanado pero menos económicamente. Pero como la perspectiva de este hombre le dio para creer que el Señor era poderoso para que con una palabra que él enviara hacer la obra, eso fue suficiente y el hombre fue sanado instantáneamente.

Nuestra percepción, nuestro entendimiento hace posible o un trabajo muy laborioso y un proceso largo y arduo y difícil, o un proceso económico y fácil. Por eso es que los demonios usted no tiene que estar peleando con ellos a veces ni estar guerreando con ellos, ni estar sufriendo con ellos, un demonio huye simplemente cuando tu sabes que el poder de Dios está en ti y que no tiene poder para permanecer dentro de tu vida. Todo está en tu entendimiento.

Por qué dice el Apóstol Pablo que yo puedo ir a un banquete donde toda la comida ha sido ofrecida a demonio y yo doy gracias al Señor, la bendigo, neutralizo cualquier pájaro que esté ahí adentro y me la como con todo el gusto del mundo. Dice Pablo, qué son los demonios? No es nada. Cristo es todo. Así que yo como en el nombre del Señor, a veces yo voy a restaurante tailandés por allí, a un restaurante chino y hay un tremendo buda con una gran barriga al frente para recibirme, ¿Saben qué? Yo digo, te reprendo en el nombre de Jesús, entro, me como mi buena comida china, me voy a mi casa perfectamente contento, y le doy gracias a Dios.

Ahora si un buda, oh, yo me voy de aquí, dónde habrá un restaurant chino que no tenga buda. Nunca voy a comer comida china. Si tu percepción te da para creer, bendice al Señor y participa.

Ahora Pablo dice, mira, si tu eres una persona melindrosa y cuando ves algo no te lo comas, porque entonces tu estás comiendo con miedo y eso es peligroso, porque tu les tienes miedo al diablo, el diablo te va a coger. El diablo prospera en nuestro temor, nuestra ignorancia, nuestra falta de la perspectiva divina. Cuando tu te llenas de la perspectiva divina, cuando tu mente renovada, transformada, cuando tu sabes que el poder de Dios es abrumadoramente más grande que el poder del diablo, tu no necesita ni siquiera pelear contra el enemigo, porque preventivamente tu lo neutralizas.

Yo le digo, Señor, aumenta mi fe de manera que mi fe neutralice todo mal y que yo no tenga que estar batallando ni siquiera. En la medida en que nuestra fe es parcial, en esa medida tenemos que estar batallando y todos tenemos una fe parcial. Pero cuando tu estás lleno del poder de Dios, la perspectiva de Dios, el entendimiento divino, el entendimiento de la palabra, tu puedes ver en el mundo espiritual y tu percepción, tu entendimiento de los secretos de Dios neutraliza y tu estás siempre poderoso en tu vida.

Ahora mismo si tu fe te da tu puedes deshacer esa depresión, deshacer esa compulsividad en su mente, ahora mismo en el nombre de Jesús, dile a esa depresión, a esa ansiedad, a ese mal entendimiento, te vas, tu no tienes poder, tu no tienes realidad, mi realidad es la realidad que Dios ha declarado sobre mi vida. No te admito ninguna legitimidad en mi vida. Ahora mismo en un instante, tu puedes evitarte cantidad de sesiones con el psiquiatra, ahora mismo en el nombre del Señor.

Dile al Señor, Padre, me renuevo en ti. Mi mente, mi entendimiento, estos pensamientos no tienen realidad, los pongo a un lado. Cuando usted esté con alguna obsesión en su vida, haga así, simplemente, póngalo a un lado en el nombre del Señor. Simplemente continúe caminando en el poder de Dios, eso es todo. Haga alguna señal en su vida.

Yo tengo mis señales que yo hago en mi mente, mi corazón cuando necesito deshacerme de un pensamientos, un temor, algo que no me gusta, en el nombre del Señor simplemente, eso es todo. Renueva tu mente, renueva tu entendimiento porque esa renovación y esa llenura de la consciencia de que Dios está contigo, de que el poder de Dios está sobre tu vida, es todo lo que tu necesitas ahora mismo. Esa es la manera de hacer guerra en tu vida mental.

El enemigo quiere llenarnos de malos pensamientos, pensamientos compulsivos, repetitivos, obsesivos, dañinos y van a venir, lo que tu tienes que hacer es simplemente echarlos a un lado, sepáralos. Van a venir de vez en cuando, esa es tu biología, ese es tu cuerpo engañándote, es tu sistema nervioso que no se sujeta a la palabra de Dios y hasta que te mueras vas a estar luchando con él, pero cuando venga, ponlo a un lado simplemente y sigue adelante. Son locuras de la mente y del cuerpo, no tienen realidad en Dios.

No tengas miedo. Entonces, Eliseo le dice, “Señor, abre sus ojos, abre su perspectiva, cambia su mente para que vea.” Dice que entonces Jehová abrió los ojos del criado y miró y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo y de carros de fuego alrededor de Eliseo.

Hermanos, esa realidad estaba ahí en todo momento, la única diferencia era que él no la veía y cuando el Señor le permite que sus ojos vean lo que Eliseo, un hombre de fe, de unción, de poder ve, el también puede ver, “Guau, yo no estoy solo después de todo. La situación no era tan difícil como yo pensaba, no era tan desesperada, alrededor de mi está el poder de Dios, la gracia del Señor.”

Y cuando esa perspectiva cambia entonces Eliseo da la palabra, “Señor, hiérelos con ceguera.” Oh, yo le pido al Señor, oh, Padre, danos esa palabra de autoridad que deshaga los poderes del diablo, que ahuyente las obras de Satanás en nuestra vida. Pronuncia la palabra, declara insistentemente hasta que esos poderes se sujeten a la palabra y al propósito del Señor.

Los hirió con ceguera el Señor y entonces lo que parecía una situación desesperante, sin solución, se convirtió. Muchas veces Dios va a cambiarte de ser víctima a ser héroe y a estar en control, de ser controlado a estar en control, de ser víctima a ser victorioso, porque de momento Eliseo hiere con ceguera, su palabra hiere con ceguera a estos hombres y Eliseo los conduce como gatitos mansos al centro mismo de City Hall, en el medio, rodeado de momento. Esta banda armada, como ciega en su entendimiento, es llevada mansamente al centro mismo de Israel y allí está el rey de Israel esperando con sus soldados y los capturan.

Y eso es lo que Dios hace en nuestra vida, eso es lo que el Señor puede hacer en tu vida cuando tu perspectiva cambia, cuando tu puedes tener la autoridad y la perspectiva de Dios. Es tan radical el cambio de la situación que el rey le dice a Eliseo, “qué hago? Los mato, los ejecuto a todos?” Eliseo dice, “No, hombre, perdónalos, envíalos otra vez, dales comida y humíllalos enviándolos de regreso. Si los capturaste ya están vencidos, no los mates. Un ejército no mata a los cautivos.”

Es decir, en este caso la autoridad tan grande que tiene, es tan grande que él puede perdonar y dar gracia y no solamente matar, es un lujo lo que se da. Porque es así, cuando Dios te da la victoria te la da sobreabundantemente en tu vida. Dios te da comida para que coma todo la multitud y sobren 12 cestas llenas. Cuando Dios hace la obra, la hace completa y abrumadora. Cree que Dios tiene algo para tu vida en esta noche. Si Dios me ha dado esa palabra para ti, recíbela en el nombre del Señor.

Ponte de pie ahora mismo y ármate de fe en tu vida ahora mismo, confiesa, yo quiero hacerlo también ahora mismo. El poder de Dios está en ti y está en mí, tu situación tiene solución, tu necesidad tiene una respuesta, visualiza lo que estás ahora mismo confrontando, tu batalla, el ejército, la banda armada que ha venido contra tu vida y créele al Señor ahora mismo, cree que Dios tiene poder para neutralizar cualquier mal. Por esta palabra que yo he declarado, yo creo que Dios puede hacer milagros en la vida de sus hijos, liberaciones, provisiones, sanidades, en el nombre de Jesús, Padre, usa esta palabra como un conducto de tu poder y enviamos tu gracia, Señor, ahora mismo a la vida de tu siervo, de tus hijos y tus hijas, Señor.

Nos armamos de nueva fuerza, nueva visión, nueva perspectiva, nuevo ánimo, esperanza, gozo, celebración. Oh, Señor, nos deshacemos de ese manto frio y húmero que el diablo quiere tirar sobre nuestras espaldas, Señor. Despejamos las nubes para que el sol de tu justicia y tu buena voluntad inunde nuestras mentes Señor, en el nombre de Jesús.

Ahora mismo nos despojamos de todo mal, todo peso, toda timidez, toda negatividad en el nombre de Cristo. Este pueblo se arma, Señor, de nuevas fuerzas, nueva visión. Creemos en tu poder, Padre, creemos en tu poder. No prevalecerá contra nosotros cualquier astucia, cualquier ardid del enemigo. Creemos que tu tienes poder, Señor, en el nombre de Jesús. Llénanos con tu poder, Señor. Llénanos con tu poder. Derrama tu espíritu, Señor, ahora sobre este pueblo. Llénanos, Señor, salgamos de aquí con nuevas fuerzas, Padre.

Inúndanos con tu poder, Señor. tu eres más poderoso que toda artimaña del diablo. Satanás declaramos que tu estás vencido y tienes que retroceder de nuestras vidas. El pueblo de Dios siempre saldrá victorioso. En estas luchas Dios es glorificado, ¡Aleluya!

Señor tu estás en control. Tu estás en tu trono, Padre, Satanás no tiene ningún poder. En esta noche declaramos Señor, que tu eres victorioso en nosotros. Renuévanos, Señor, renuévanos, Señor. si hemos recibido algún daño interior, algún trauma, Padre, en nuestro espíritu por esta lucha, nos deshacemos de eso ahora mismo. Tu sana heridas, Señor. Sanas traumas en nuestro corazón. Toda depresión se va, Señor, cuando salgamos por esa puerta, Padre, el enemigo no tendrá poder para renovar su carga sobre nosotros, en el nombre de Jesús.

Nuestro sueño será un buen sueño y estaremos tranquilos porque nuestro Dios no nos decepcionará, no nos defraudará. Tenemos la victoria en nuestras manos, nuestras vidas, Señor, nuestros hogares son refugios, lugares impermeables, impenetrables por el diablo. Nuestros hijos están cubiertos con la sangre de Cristo. Sus corazones, sus mentes, no pueden ser penetrados, nuestros hogares, nuestros matrimonios, nuestras familias, están resguardadas, Señor, por tu poder en esta noche.

Tus aguas nos refrescan, nos bendicen. Tu tomas parte en cada situación de nuestra vida, cada proceso que estamos viviendo, Señor, cada lucha, cada necesidad, cada carencia, cada déficit, Padre, financiero, lo que sea, en el nombre de Jesús, nosotros pasaremos adelante, cruzaremos al otro lado, Padre, porque tu estás con nosotros y tu poder se renueva en esta iglesia, en mi vida, en nuestras vidas, nuestras casas, nuestros vecindarios, Señor.

En el nombre de Jesús nos revestimos con tu fuerza, Señor, renovadora en esta noche. Nos bañamos con tu fuerza, Señor. ¡Aleluya! Gracias Señor. Llénanos, sumérgenos en tus aguas, Señor, en esta noche, renueva nuestra mente, Padre. Llénanos de gozo, de expectativa, de las cosas grandes, Señor, que tu has de hacer. Tus buenos propósitos, Padre, la fiesta que tu tienes preparada para nosotros.

¡Aleluya!. Quitamos toda traba, todo obstáculo de delante de tus hijos, Señor, y recibimos palabra para que ir adelante y tomar la ciudad, Señor, y derribar los muros en el nombre de Jesús. Éntranos Señor en lo íntimo de tu presencia donde podamos comer y recibir lo que necesitamos.

Yo bendigo a este pueblo, Padre, en esta noche. ¡Aleluya! Esta congregación, Padre, Satanás no se saldrá con la suya, está derrotado. Satanás, te informamos en esta noche, no tienes poder. Estás derrotado ya. el Señor lo ha dicho, lo ha declarado. El poder del Señor, ¡Aleluya! Los buenos propósitos del Señor, la fiesta que él tiene para nosotros. ¡Aleluya!

Gracias Señor, gracias. Gracias. Gracias. Llénanos de tu perspectiva, Señor en esta noche. Bendecimos nuestro entorno, Padre, este vecindario, esta comunidad, el diablo no tiene poder sobre ella. Estas almas pertenecen al Señor, pertenecen a tu iglesia. Tu iglesia está en control, tu iglesia tiene la primera y la última palabra porque tiene la autoridad del Hijo sobre ella, con ella.

Oh, Señor, renuévanos. Gracias Señor. ¡Aleluya! Gracias, Señor, gracias. Te adoramos, te bendecimos, Señor. Gloria a tu nombre. Gloria a tu nombre. Gloria. Llénanos Señor de reservas para lo que está por delante, Padre. Llenamos nuestras cestas del tesoro de tu iglesia, Padre, ahora mismo, reservas, Padre, reservas para tu gloria, Señor, reservas para tu gloria, Padre.

Llenamos nuestro caudal de bendición, repartiremos a diestra y a siniestra, a 7 y a 8, porque tu nos da para dar, Padre santo, no solamente para consumir nuestra necesidad, sino para darle a otros. Recibimos, Señor, tu tesoro en esta noche, tu caudal de bendición, Padre, para nuestras vidas y para esta congregación, Señor. Te damos gracias, Padre. Gracias, Señor. Gracias Jesús. Gracias. ¡Aleluya! Gracias, Señor. Te bendecimos, Señor. ¡Aleluya!

Sermon por el Dr. Roberto Miranda