Efesios 4:22-23 es un pasaje muy alentador en las Escrituras. Dice: Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; ser renovados en la actitud de su mente; [una actitud fresca y espiritual] (NVA)
En otras palabras, usted puede superar cualquier situación negativa o dolor del pasado con tan solo ponerse de acuerdo con Dios y decirle:
«Sí, esto ocurrió en mi vida. Pero tú estás de mi lado y sé que tienes un buen plan para mí.»
De hecho, con la ayuda de Dios, usted puede hacer cualquier cosa dentro de Su voluntad para usted. Por ejemplo, Dios quiere que usted sea sano. Así que si usted necesita bajar de peso y decide ponerse a dieta, cuando los dolores del hambre empiecen a llegar, no importa lo mucho que su cuerpo este gritando, usted puede fijar su mente y no ceder y ¡usted verá los resultados! Bueno, esa verdad se puede aplicar a todas las otras áreas de su vida.
Creo que muchos de nosotros tratamos de hacer las cosas con nuestras propias fuerzas, sin Dios. Pero para poder tener determinación divina tenemos que obtener resultados, tenemos que estar bajo la dirección del Espíritu Santo, y tenemos que tener una visión.
Tiene que Tener Una Visión
Los israelitas se quedaron en el desierto cuarenta años porque no podían ver la visión de Dios para sus vidas. Todo lo que pensaban se basaba en la misma forma en que lo hacían en el pasado. De hecho, fueron donde Moisés a quejarse porque querían volver a Egipto y volver a una vida de esclavitud, porque eso era lo único que conocían. Pero Dios quería que ellos tuvieran una nueva visión, la de una tierra donde fluye leche y miel.
Si desea ver que suceda un cambio en su vida, tiene que tener una visión que vaya más allá de lo que ya ha visto y experimentado.
Y un buen lugar para comenzar es en las promesas que están en la Palabra de Dios. Hay miles de ellas, y usted puede reclamar para sí mismo cada una de ellas.
Tenemos que aprender a animarnos a nosotros mismos con la Palabra.
Eso fue lo que hizo David en el Salmo 27:13-14. Incluso en medio de sus problemas, dijo, «Pero de una cosa estoy seguro: he de ver la bondad del SEÑOR en esta tierra de los vivientes. Pon tu esperanza en el SEÑOR; ten valor, cobra ánimo; ¡pon tu esperanza en el SEÑOR!«(NVI).
¡Deténgase! No Contemple Más Su Pasado
Nuestra esperanza no debe basarse en lo que podemos ver o lo que está en nuestro pasado. Nuestra esperanza debe basarse en la Palabra de Dios y en sus promesas para nuestra vida.
Isaías 43:18-19 dice: » «Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado. ¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto, y ríos en lugares desolados«(NVI).
Dios siempre está haciendo algo nuevo. Tenemos que usar nuestro don de discernimiento espiritual para seguir Su plan y dejar de seguir nuestros propios pensamientos y sentimientos. Mire por encima su circunstancia pero mantenga fija su vista en Jesús. Él es el autor y consumador de nuestra fe.
Sus Circunstancias no Pueden Mantenerlo Decaído
Abraham tenía que tomar una decisión en Génesis 13. Usted ve, él y Lot se habían vuelto tan ricos que entre ellos dos, tenían tanto que el ganado era demasiado para poder alimentarlos de la tierra. Entonces Abraham le dijo a Lot: «Vamos a dividir. Dejaré que escojas primero el pedazo de tierra que quieras”. «Bueno, Lot escogió la mejor parte del valle del Jordán solamente para él. Abraham pudo haberse puesto bastante enojado por eso, pero sabía que si mantenía una buena actitud, Dios lo bendeciría. ¡Vamos a ver qué paso!
Los versículos 14-15 dicen así: «Después de que Lot se separó de Abram, el SEÑOR le dijo: «Abram, levanta la vista desde el lugar donde estás, y mira hacia el norte y hacia el sur, hacia el este y hacia el oeste. Yo te daré a ti y a tu descendencia, para siempre, toda la tierra que abarca tu mirada»(NVI).
¡Hable de la visión!
¿Sabe qué? Dios le dará todo lo que pueda ver siempre y cuando que sea bíblico. Si tan solo dejara de pensar en todo lo que ha perdido, todo lo que no es, por todo lo que ha tenido que renunciar, la forma en que ha sido tratado en el pasado, y fija su mente en la visión que tiene El para su futuro, Dios le llevará a su tierra prometida. Pero primero, tiene que dejar a un lado lo que quedo atrás.
Por Joyce Meyer.