El concilio de ancianos
En la iglesia del Nuevo Testamento, los ancianos se reunían para animar a los dirigentes de la iglesia y resolver los problemas más complicados de la iglesia. (Hch 15:1-29; 16:4; 21:18-25)
La junta de ancianos debe ser el grupo de apoyo del pastor. Es un organismo excelente para crear los planes de la iglesia y debe proveer una plataforma íntima, confidencial y sabia en donde los problemas de la iglesia de naturaleza íntima puedan ser discutidos sin que lastime a las personas al hacerlos del conocimiento público.
¿Son necesarias las reuniones mensuales de la junta de los ancianos de la iglesia? Algunos pastores celebran regularmente estas reuniones, y otros no. ¿es suficientemente adecuada la junta mensual de la iglesia para atender los asuntos de una congregación en crecimiento? ¿Significaría otra reunión con los ancianos de iglesia simplemente añadir más demandas al tiempo de cada uno, o el propósito de dichas reuniones consiste en enriquecer la iglesia mediante un ministerio más efectivo de sus ancianos locales? ¿Conduciría este tipo de reuniones a una unidad más estrecha de toda la iglesia, y contribuiría a que ésta madure más rápidamente, así como a la terminación de la obra de Dios?
Prácticas variadas
Las distintas prácticas que existen en diferentes iglesia en relación con la reunión de ancianos de iglesia puede reflejar el hecho de que la necesidad y el propósito de est reunión no ha sido incluida en el Manual de la Iglesia.
El Manual de Iglesia declara que el cargo de anciano de iglesia es «el más elevado y el más importante» en la organización de la iglesia local (si la asociación o misión no asignado un pastor). A la luz de esta declaración parece imperativo que se instituya alguna organización y algún adiestramiento con el fin de capacitar al anciano de la iglesia para *****plir su objetivo, mientras sirve en el alto cargo que le ha sido confiado por Dios y los miembros de la iglesia.
Resultados prácticos de la reunión de ancianos
La reunión mensual de ancianos de iglesia puede ser un factor de fortalecimiento y unificación de la iglesia. En primer lugar, permite al pastor tener oportunidad para asesorarse con un grupo de individuos maduros cuya experiencia y dedicación puede ser de mucho valor para el pastor, en su propósito de encontrar la manera de *****plir tanto los negocios de rutina, como atender los problemas difíciles. Sería ingenuo el líder de la iglesia que se arriesgara a cometer errores en el liderazgo cuando podría contar con un grupo de asociados en la iglesia local que pueden ayudarlo a encontrar el mejor curso de acción. Cuando el pastor y los ancianos trabajan juntos para encontrar los medios más efectivos de adelantar la obra de Dios, el resultado es la unidad, la fortaleza y la confianza.
La agenda de la reunión de ancianos
La reunión de ancianos es el lugar para hacer asignaciones en conexión con su obra. Allí se pueden discutir los programas de plataforma de los sábados y llegar a un acuerdo.
Proceso de adiestramiento para los ancianos
Muchas veces se pasa por alto una importante función que debiera formar parte de la reunión regular de ancianos. Si los ancianos deben trabajar a su mayor eficiencia, debieran formar parte regular de la agenda ciertos aspectos de adiestramiento. Esto requeriría solamente unos diez a quince minutos de la reunión, y en caso de que haya presión de trabajo, no debería incluirse cada mes. Pero en estas breves secciones se puede fortalecer el servicio de los ancianos locales en cosas como la forma de presentar apropiadamente los anuncios, especialmente aquellos asuntos que siempre surgen a última hora; cómo se debe orar en público, cómo recoger las ofrendas, qué se debe incluir en la bendición final, cómo visitar a una persona que no es miembro de la iglesia, o a un miembro que se está apartando y otro temas pertinentes.
Fomentar la unidad de las actividades pastorales
Ciertamente, la reunión mensual regular de los ancianos es crucial para el buen funcionamiento de la iglesia. El primer paso para reconocer la necesidad de celebrar dichas reuniones regularmente es entender que anciano y pastores deben trabajar juntos como un equipo efectivo para el adelanto de la obra de Dios en la iglesia. Cuando reconozcamos esta necesidad, será evidente la urgencia de seguir con estas sesiones de adiestramiento y asesoramiento, y con seguridad, los resultados serán muy positivos.
Cuando la iglesia es muy pequeña y tiene quizás dos o tres ancianos, siempre convendrá que el pastor celebre estas reuniones regularmente para hacer juntos los planes.