Título: Dios quiere obrar maravillas en su vida
Base Escritural: Salmo 32:1, 2;
Introducción:
Millares de personas están estancadas en su vida. No avanzan y, lo más probable, es que emprendan un revés personal y espiritual. ¿La razón? El peso de los pecados que arrastran las personas, les impiden ver los maravillosos planes que Dios tiene para su existencia. Olivamos que el Señor perdona y nos ofrece una nueva oportunidad. Es urgente que veamos en Dios, no a un Dios castigador sino un Dios de amor que perdona y nos permite avanzar.
I. DIOS PERDONA NUESTROS PECADOS Y NOS OFRECE UNA NUEVA OPORTUNIDAD (Salmo 32:1, 2)
1. Somos el producto de nuestro pasado pero podemos cambiar el presente y el mañana
“Bienaventurado aquél cuya trasgresión ha sido perdonada…” (v. 1 a)
2. Cuando Dios perdona nuestros pecados, jamás los traerá a memoria (vv. 1 b, 2 a)
3. Si recibimos perdón de Dios no podemos seguir albergando falta de perdón u otros sentimientos destructivos (v. 2 a)
4. Dios conoce la sinceridad de nuestro arrepentimiento
“… y en cuyo espíritu no hay engaño…”(v. 2 b; Cf. Job 5:2; Proverbios 12:6)
II. DIOS TIENE MARAVILLOSOS PLANES PARA CADA UNO DE NOSOTROS (Jeremías 29:11)
1. A diferencia de quienes no quiere vivir más, encontramos que la vida sí tiene sentido
2. Dios puede transformar nuestras circunstancias (Efesios 3.20)
3. Es necesario pedirle a Dios que nos revele el propósito para nuestra vida y orientarnos en esa dirección (Efesios 5:15-17)
III. CUANDO NOS MOVEMOS EN UNA VIDA CON PROPOSITO, DEFINIMOS METAS CLARAS (Filipenses 3:13, 14)
1. Definimos objetivos claros
“… yo mismo no pretendo haberlo alcanzado ya…”(v. 15 a)
2. No nos dejamos atrapar por las derrotas del pasado, sino que confiemos en la victoria que Dios nos tiene preparada
“Olvidando ciertamente lo que queda atrás…”(v. 15 b)
3. Trazamos metas claras para el presente y para el futuro
“…extendiéndome a lo que está adelante, prosigo a la meta” (vv. 15 c, 16 a)
Conclusión:
Si caminamos conforme a la voluntad de Dios, Él nos revela su propósito para nuestra existencia y nos orienta en el camino apropiado. El Señor nos ayuda en el proceso de cambio y crecimiento personal y espiritual. El pasado queda en el pasado y hay delante de nosotros un capítulo nuevo para escribir cada día.
© Fernando Alexis Jiménez