El Poder de las Palabras

Nuestra boca tiene poder. Las palabras marcan y trazan destinos. Hay influencia en lo que escuchamos y en lo que hablamos. Es importante cuidar lo que oímos porque nuestra fe se alimenta por los oídos y espiritualmente alimentamos a otros con nuestra boca. Si quieres más fe, escucha más de lo correcto y bueno.

Todos necesitamos ser aceptados y aprobados porque es motivador escuchar que se hable bien de nosotros, que se valore nuestro esfuerzo. Seguramente no hacemos todos bien pero vale la pena ver siempre lo positivo antes que lo negativo.Dios nos valida constantemente y quiere que tú lo imites, validando a otros.

Hace poco, mi esposa y yo, vimos un cortometraje impactante sobre un joven que validaba tickets de parqueo en un centro comercial, pero además se tomaba el tiempo de decirle palabras motivadoras a los portadores, logrando que sonrieran. Cierta vez, debe tomarse la foto para renovar su licencia y se enamora de la fotógrafa pero no logra que sonría, por el contrario, ella consigue quitarle su sonrisa a él. Entonces, derrotado, vuelve a su trabajo y lo despiden porque ya no es capaz de decir cosas buenas. Luego, tomándole una foto a cierta pareja, recupera su capacidad de sonreír y provocar felicidad en otros. Es contratado como fotógrafo y logra que sonría una mujer silla de ruedas. En el consultorio del dentista, ve la licencia de alguien con una foto sonriente y busca a la joven, pero en su lugar encuentra a un hombre que le dice: “La despidieron porque empezó a equivocarse”. Finalmente la descubre en la oficina donde se sacan pasaportes. Ella es quien toma las fotos y ¡dice palabras motivadoras a la personas para que sonrían! Le explica que la mujer en silla de ruedas era su madre y al verla sonreír, ella también lo logró. Se besan y luego se ven fotos que se han tomado juntos y felices al viajar por el mundo.


La voz de Dios tiene honra y gloria, por eso hace sentir tan bien cuando te habla, así como lo hizo con Jesús al decir: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd”.(Mateo 17:5, 2 Pedro 1:17) . Mujer, Dios te dice: “Eres Mi princesa, Mi amada, la mujer de mi vida”. Él te habla con amor, con honra y gloria, no de forma despectiva y corriente. Te valida y exalta. Varón, eres un príncipe porque tienen el linaje del Rey, compórtate como tal, enfrenta la vida como un vencedor.

Jesús se enfrentó a una situación incómoda cuando un hombre llamado Natanael dijo refiriéndose a Él: “¿De Nazaret puede salir algo de bueno?” (Juan 1:45-47) que en otras palabras significa: “eres insignificante porque vienes de un lugar donde no puede surgir nada bueno”. Sin embargo, Jesús lo bendijo diciéndole: “He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño”. Somos el pueblo y ejército de Dios, nuestra arma es poderosa, tenemos la capacidad de hacer crecer el bien a través de nuestras palabras. ¡No desperdiciemos ese regalo!

Hazte el propósito de cambiar el rostro de las personas con tus palabras de aliento y fortaleza. Tienes el poder de hacerlo, Dios te lo ha dado por la Palabra que ha puesto en tu boca.Valida a las personas, provoca su fe, brinda un motivo para sonreír. Cuando Dios ve que estás dispuesto a imitarle, te da Palabra profética para quienes te rodean. Escucha la voz del Señor, dale tiempo para que te hable, entrégale tu ticket para que lo valide como sólo Él sabe hacerlo.Deja que el sello de Su Espíritu se impregne en tu corazón

Dios te habla, Sus palabras están llenas de honra y gloria para ti. Él murió en la cruz para borrar tu pecado y darte el privilegio de atender Su voz. Respóndele, dile que le entregas tu vida y corazón para que te valide y te provea las palabras justas que otros necesitan. En el nombre de Jesús, bendice a tus hermanos en la fe, valídalos, ofrece todo lo bueno que tu Padre te ha dado porque te ama.

Por: Pastor José Antonio Putzu