El secreto mejor guardado del infierno

¿Has escuchado las emocionantes noticias acerca de millones haciendo una decisión por Cristo?, ¿de que la iglesia está creciendo explosivamente? Bueno, nos gustaría contarte un secreto.

Descubriendo el secreto mejor guardado del infierno

De aquellos que hacen decisiones por Cristo, 80 a 90% ahora están abandonando la fe. Esto significa que el evangelismo moderno y los métodos que usa para atraer a las personas a la iglesia, está produciendo 80 a 90 abandonos por cada 100 decisiones.

Déjame hacerlo mas real para ti. Hace algunos años, una denominación mayor de los Estados Unidos de América reportó haber obtenido 294,000 decisiones por Cristo. ¡294,000! Desafortunadamente, luego de un año, sólo lograron hallar a 14,000 de esas personas en alguna iglesia. Significa que no pudieron dar cuentas por 280,000 de esas decisiones. Y estos son resultados normales del evangelismo moderno de iglesias locales luego de grandes cruzadas.

Y creemos que esta tragedia sucede no por la falta de seguimiento, sino porque la iglesia se ha alejado de la manera bíblica de presentar el evangelio: la manera como Jesús lo hizo. Entonces, veamos ahora cómo el enfoque de Jesús es radicalmente diferente de aquella usada por los métodos evangelísticos modernos.

En Marcos 10.17, tenemos la historia del joven rico, que corre a Jesús y le dice “Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?” Ahora, no se tú, pero si eso me pasara a mi, ¡estaría muy emocionado! ¡Esto pasa una vez en la vida! Nota que Jesús lo le dijo “Amigo mío, tienes un vacío en tu corazón que solo yo puedo llenar, y si dices esta oración y me pides que entre en tu corazón tendrás amor, gozo, paz e iras al cielo cuando mueras!” No. Jesús inició diciendo “¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios.”. Entonces, El estaba corrigiendo la comprensión de este hombre de la palabra “bueno” y entonces, lo refirió a los 10 mandamientos. Le dio 5 de ellos. El dijo “Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No mientas. Honra a tu padre y a tu madre.”
El joven dijo “Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud.”.
Entonces Jesús le señalo la esencia del primer y segundo mandamiento y le dijo “Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz.”
La Biblia dice “Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.”.

Y me pregunto “¿No sabia Jesús que nadie puede guardar los 10 mandamientos? No somos salvos por guardar la Ley. ¡Somos salvos por gracia! ¿Por qué le hablo de esa manera?
No le habló del amor de Dios, de la gracia de Dios, no oró con El, ni siquiera le dijo algo como “¡Espera! ¡Ven! ¿No quieres venir a mi casa este fin de semana para una carne asada en donde podamos establecer una relación sin confrontaciones ni compromisos?” ¡Me parece que a Jesús le habría beneficiado llevar un curso de evangelismo amistoso! Pero esa era mi comprensión superficial de lo que El estaba haciendo. El estaba usando un principio que prepara el corazón para la gracia. Es un principio que ha sido usado por grandes hombres como Charles Spurgeon, John Wesley, George Whitefield. Convierte el alma, de acuerdo a la Biblia. Muestra a la persona por qué necesita al Salvador, es la llave que cambia todo y es por eso que el enemigo no quiere tú que la tengas. Es una llave que el enemigo ha torcido a través de los años, la ha mal utilizado e incluso la ha ocultado para que la mayoría de la iglesia ni siquiera sepa que existe. Por eso la llamamos El Secreto mejor guardado del infierno. Por esto, pon mucha atención y no dejes que nada te distraiga.

La Biblia nos dice en el Salmo 19.7 “La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma” ¿Que es lo que la Biblia dice que es perfecta y convierte el alma? La escritura lo muestra muy claramente “La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma.”. Para ilustrar la función de la ley de Dios, veamos por unos momentos la ley civil:

Imagina que te diga: Tengo buenas noticias para ti. Alguien acaba de pagar una multa por exceso de velocidad de 25.000 dólares que hay contra ti. Probablemente me dirías “Esas no son buenas noticias. No tiene sentido! No tengo una multa de 25.000 dólares”. Comprendes, mis buenas noticias, probablemente no serán buenas noticias. Serán una locura y peor aun, sonaran como una ofensa, porque estoy insinuando que tu has roto la ley cuando tu mismo no crees haberlo hecho.

Pero si te lo digo de esta manera puede tener sentido: En tu camino a este lugar, hoy, la ley registró que ibas a 90 km/h en un área restringida para una convención de niños ciegos. Había 10 señales claras señalando que la velocidad máxima permitida era de 25 km/h, pero tú la ignoraste y pasaste a 90 km/h. Lo que hiciste fue extremadamente peligroso. La ley iba a hacer su trabajo cuando alguien que tu no conoces, entro y pago a multa por ti. Eres muy afortunado!

Como puedes ver, el decirte exactamente lo que has hecho mal primero, realmente hace que las buenas noticias tengan sentido. Sin una buena instrucción de que has roto la ley, las buenas nuevas parecerán locura, serán ofensivas. Pero una vez que has comprendido que has roto la Ley, las buenas noticias serán buenas nuevas en verdad. De la misma manera si yo abordo a un pecador, a alguien cuyo entendimiento está nublado y le digo “Jesús murió en la cruz por tus pecados” será locura para él y ofensivo. Una locura porque no tiene sentido. La Biblia de hecho lo dice “La predicación de la cruz es locura a los que se pierden” (1 Corintios 1.18). Y será ofensiva porque estoy insinuando que es un pecador, cuando el no lo cree así. En lo que a el respecta, hay muchas personas peores que él mismo. Si tomo el tiempo de seguir los pasos de Jesús haré que tenga sentido. Si me tomo el tiempo para abrir la ley divina y muestro al pecador precisamente lo que ha hecho mal, que ha ofendido a Dios al transgredir su Ley, entonces él será, como dice Santiago, “convicto por la ley como transgresor” (Santiago 2.9), las buenas nuevas de que su multa fue pagada no serán locura, no serán una ofensa, serán “poder de Dios para salvación”. (Romanos 1.16)

Con esto en mente, veamos Romanos 3.19 “Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios”. Entonces, aquí tenemos una función de la Ley de Dios: detiene la boca del pecador, detiene la boca de la persona que dice “hay mucha gente peor que yo, no soy una mala persona”. No, la ley detiene la boca que se justifica y deja a todo el mundo, no solo a los judíos, culpables delante de Dios.
Romanos 3.20 “ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.”. Como ves, la Ley nos dice que es el pecado. De hecho 1 Juan 3.4 dice “pecado es transgresión de la Ley”. Y en Romanos 7.7 Pablo dice “yo no conocí el pecado sino por la ley”. Pablo dijo que el no sabia lo que era el pecado hasta que la Ley se lo dijo. Y Gálatas 3.24 “De manera que la ley ha sido nuestro ayo [guía, maestro], para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.”. Aquí nos dice que la ley es como un maestro que nos lleva a Jesucristo para que podamos ser justificados por la fe en Su sangre. La Ley no nos ayuda, nos deja indefensos. La Ley no nos justifica, nos deja culpables ante un Dios justo y santo.
Lo voy a repetir, es tan importante: No somos salvos por la Ley, somos salvos por la gracia de Dios a través de la fe. La Ley sólo nos muestra que somos malos y sucios con una necesidad desesperada de la limpieza de Dios.

La tragedia del evangelismo moderno es que hace aproximadamente un siglo se deshizo de la Ley y su habilidad de convertir el alma, de traer a las personas al Salvador. El evangelismo moderno, entonces, debió hallar otro motivo para traer a las personas al Salvador, y este motivo que se empezó a usar para atraer las personas a Jesús es la promesa de una vida mejor. El evangelio se ha degenerado en “Jesús te dará amor, gozo, paz, llenura y la verdadera felicidad.” Ahora para exponer la naturaleza anti bíblica de esta enseñanza tan popular, una que yo mismo acostumbrada enseñar, por favor escucha a la siguiente historia porque la esencia de lo que decimos se basa en este punto particular.

Dos hombres están sentados en un avión. Al primero, se le da un paracaídas y se le dice que se lo coloque ya que mejorará su vuelo. Está un poco escéptico, al inicio, ya que no se imagina cómo podría mejorar su vuelo usando un paracaídas. Luego de unos minutos, decide experimentar y ver si lo que le dijeron es cierto. Al ponérselo, nota el peso sobre sus hombros y halla que es difícil sentarse recto. Pero como le dijeron que el paracaídas mejoraría su vuelo, decide darle un poco de tiempo.

Mientras espera, él empieza a notar que los otros pasajeros se están riendo de él porque ¡tiene puesto un paracaídas en un avión! Y conforme continúan apuntando a él y riéndose, él ya no aguanta más, se levanta de su asiento, se desabrocha el paracaídas y lo lanza al suelo. Ahora, su corazón esta lleno de desilusión y amargura, porque en lo que a él concierne le dijeron una mentira.

Al segundo hombre se le da un paracaídas, pero escucha lo que se le dice. Se le dice que se lo coloque ya que en cualquier momento tendrá que sa7ltar a 25.000 pies de altura fuera del avión. Entonces, él se lo coloca inmediatamente, no nota el peso en sus hombros, ni el hecho de que no está cómodamente sentado. Su mente está concentrada en lo que le pasaría si salta de ese avión sin el paracaídas.

Ahora, vamos a analizar el motivo y resultado de las experiencias de ambos pasajeros. El primer hombre se puso el paracaídas sólo para mejorar su vuelo, y el resultado de su experiencia fue que fue humillado por los otros pasajeros. Siente desilusión y desconfianza por aquellos que le dieron el paracaídas. En lo que a el respecta, pasara un buen tiempo antes de que alguien le ponga uno de esos en la espalda, otra vez.
El segundo hombre se puso el paracaídas sólo para escapar al salto futuro y por su conocimiento de lo que sucederá sin él, él tiene un gozo y alegría profundo en su corazón, sabiendo que es salvo de una muerte segura. Este conocimiento le da la posibilidad de resistir la burla de los otros pasajeros. Su actitud hacia aquellos que le dieron el paracaídas es de una gratitud sincera de corazón.

Ahora, escucha lo que dice el evangelio moderno: Ven a Jesús y El te dará paz, amor, gozo, satisfacción y felicidad duradera. En otras palabras, “Jesús mejorara tu vuelo”, y entonces, el pecador responde y en una manera experimental se coloca al Salvador para ver si es verdad. ¿Y qué obtiene? Sólo lo que Jesús prometió: pruebas, tribulación, persecución: la burla de los otros pasajeros. ¿Y qué hace El? Se quita al Salvador Jesús. Se siente ofendido, está desilusionado y amargado. ¿Y cómo puedes culparlo? A él le prometieron amor, gozo, paz, satisfacción y felicidad duradera y todo lo que obtuvo fue mas pruebas y humillación. Su amargura se dirige hacia aquellos que le dieron las llamadas “buenas noticias” y ahora está peor de quien era antes porque ahora él piensa que ya probó a Jesús y todo lo que obtuvo fue una gran decepción: otra persona vacunada y amargada contra el Evangelio.

En vez de decirles que Jesús mejoraré el vuelo, debemos advertirles a los pasajeros que deberán saltar del avión. “está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9.27). Cuando un pecador comprende las horribles consecuencias de romper la ley de Dios, El huirá al Salvador solamente para escapar de la ira venidera. Y si somos testigos fieles y verdaderos eso es lo que deberíamos estar predicando. Que hay una ira venidera, que Dios manda a todos los hombres en todo lugar que se arrepientan. ¿Porque? Porque ha establecido un día en el que juzgara al mundo en justicia (Hechos 17.30-31).

Como puedes ver, no es un asunto de felicidad, sino de justicia. No importa que tan feliz este una persona o no en su estilo de vida actual, sin la justicia de Jesús, perecerá en el día del Juicio. La Biblia dice “No aprovecharán las riquezas en el día de la ira; mas la justicia librará de muerte.”

Así fue como yo comprendí que necesitaba un Salvador. Tenia muchas cosas de las que el mundo ofrece pero supe que nada de eso importaría el día en que estuviera delante de Dios y todo mi pecado fuera expuesto como evidencia de mi culpa. Era la justicia de Jesús la que yo necesitaría para ser salvo.

Ahora, déjame decir que “Paz y gozo” son frutos legítimos de la salvación son los resultados maravillosos de la salvación, pero no esta bien usar esos frutos como una carnada para la salvación. ¿Por que? Porque si una persona viene a Dios buscando paz, algo de gozo para su vida, sin un corazón quebrantado, arrepentido del hecho de que ha pecado contra el Dios Todopoderoso, no encontrará paz con Dios. No tendrá el gozo del Señor, continuará siendo un enemigo en su mente, haciendo malas obras (1 Colosenses 1.21), separado de Dios por su pecado. Si continuamos diciendo a las personas la razón equivocada, ellos responderán son un motivo equivocado, sin arrepentimiento.

¿Puedes recordar porque el segundo pasajero tenia paz y gozo en su corazón? Era porque El sabia que su paracaídas iba a salvarlo de una muerte segura. De la misma manera, yo tengo, como el apóstol Pablo, gozo y paz al creer (Romanos 15.13), porque sé que la justicia de Cristo que me va a salvar de la ira venidera.

Ahora, con esto en mente, vamos a ver otro incidente a bordo de nuestro avión. Hay una nueva azafata es su primer día y quiere dejar una buena impresión. Y es exactamente lo que hace, porque al caminar por el pasillo llevando unas tasas calientes de café accidentalmente tropieza y deja caer todo el café caliente sobre nuestro segundo pasajero. Ahora, ¿cuál es su reacción cuando el agua hirviendo toca su piel? ¿Dirá “Ay, eso duele”? Claro que si, el siente el dolor pero entonces ¿se quitara el paracaídas, lo tirara al piso y dirá “estúpido paracaídas”? No! Claro que no, el no se puso el paracaídas para mejorar su vuelo, el se lo puso para salvar su vida! Y si hace algo en el, el café caliente hará que el se aferre mas al paracaídas y desee saltar pronto de ese avión!

Si tu y yo nos hemos puesto al Salvador por el motivo correcto “para escapar de la ira venidera” cuando la tribulación venga, cuando el vuelo se haga difícil, no nos enojaremos con Dios, no perderemos el gozo ni la paz. ¿Por qué deberíamos? No vinimos a Jesús para tener un estilo de vida feliz. Vinimos porque hemos pecado contra Dios y estamos en necesidad de un Salvador para salvarnos de la ira venidera. La tribulación hace que el verdadero creyente se aferre mas al Salvador.

Tristemente, tenemos una multitud de cristianos que pierden su gozo y paz cuando el vuelo se hace incomodo. ¿Por qué? Porque por un evangelio centrado en el hombre, vinieron sin arrepentimiento, sin lo cual no puedes ser salvo.

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Piensa en la mujer sorprendida en el acto de adulterio (Juan 8:1-11). Ella había violado el sétimo mandamiento. La ley clamaba por su sangre. ¡La iban a apedrear! La ley la condenaba, y esa es una de las funciones de la ley de Dios, nos condena. Entonces, puedes decirme “¡Espera, no podemos ir por el mundo condenando a la gente!” Bueno, es cierto! No necesitamos hacerlo, ya están condenados. Juan 3.18 dice que el que no cree, ya ha sido condenado. Todo lo que la ley hace es mostrar a la persona misma en la luz verdadera.

Quizá te identifiques con esto: Tienes una mesita y con un paño la limpias. Ya esta limpia de polvo. Pero luego abres las cortinas y dejas que la luz de la mañana entre. ¿Que ves en la mesa? Polvo. Que ves en el aire? Polvo. La luz creo el polvo? No La luz solo expuso el polvo. Cuando tu y yo tomamos el tiempo para dejar entrar la luz del Santo de santos y dejar que la ley de Dios alumbre en el corazón del pecador, todo lo que sucede es que se ve a si mismo en verdad. Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz (Proverbios 6.23) Por eso es que Pablo dice en Romanos 7.13 “por el mandamiento, el pecado llegó a ser sobremanera pecaminoso” . Fue la Ley la que mostró a Pablo el pecado en su luz verdadera. El siguiente video muestra lo poco que la gente sabe acerca de la Ley de Dios.

[Video en el que se le pregunta a la gente “¿Cuantos de los 10 mandamientos puedes nombrar?
Luego, preguntan ¿Cuántas cervezas puedes nombrar?]

Ahora, aunque puede resultar gracioso, es triste que la gente de hoy sabe mas de cerveza que de los 10 mandamientos, el estándar moral de Dios. Si alguien no conoce la Ley de Dios, no podrá ver su pecado como “sobremanera pecaminoso” y su corazón no estará preparado para el evangelio.

Es tan simple como esto ¿Qué sembrador tomara una buena semilla y la sembrara en una tierra dura? No. Primero, el prepara el suelo, la remueve. Buena semilla, buena tierra, buena cosecha. Y lo que el evangelismo moderno hace es que toma la buena semilla del evangelio y lo coloca en el corazón duro y no regenerado de la humanidad. El evangelismo bíblico sin excepción es siempre Ley al orgulloso y gracia al humilde. Nunca veras a Jesús dando el evangelio, las buenas noticias, la gracia de Dios, a una persona orgullosa y arrogante. No, con la Ley, el rompe corazón duro. Con el evangelio El sana el corazón roto. Porque lo hace? Porque siempre lo hizo para agradar al Padre. La Biblia dice que Dios resiste al orgulloso y da gracia al humilde (Santiago 4.6).

¿Qué doctor dará una medicina a un paciente cuando paciente no esta convencido de su enfermedad? Imagina que soy un doctor y te digo “Tengo esta maravillosa cura” pero tu no estas convencido de la enfermedad. Seguramente la vas a verter por el desagüe. Y por que no habrías de hacerlo? No la aprecias, no hay motivo para apropiarte de ella.

Pero si en vez de eso te dijera “Tienes una enfermedad terminal. Siéntate. Puedo ver 10 síntomas claros en tu piel. Estarás muerto en dos semanas.” Cuando tu me digas “¿Que debo hacer?” y yo te diga “Tengo la cura” entonces tu vas a tomarla, la vas a apreciar y te la vas a apropiar porque al ver la enfermedad vas a apreciar la cura.

La enfermedad es el pecado y la cura es el evangelio. Y si nos preocupa las personas, debemos tomar el tiempo para primero hacerles ver que tienen la enfermedad y ayudarlos a comprender las severas consecuencias se su pecado ante el Dios Todopoderoso, para que entonces ellos puedan apreciar la cura del evangelio.

Ahora quiero mostrarte como compartimos nuestra fe personalmente. Como ponemos estos principios en acción. Me encanta leer cómo Jesús compartía el evangelio. Hay un precioso ejemplo en Juan 4 con la mujer en el pozo, demostrando como Jesús interactuó con esta mujer. Nos gusta llamarle “Como lo hizo el Maestro” (The Way of the Master).

Nos muestra a Jesús primero relacionándose con esta mujer en lo natural, hablando acerca de cosas naturales. Luego, El cambia hacia lo espiritual, habla acerca de cosas espirituales. Trae convicción usando el 7mo mandamiento y luego se revela a si mismo como el Mesías. Ahora, tratamos de seguir sus pasos al hablar con las personas acerca de cosas del día a día y luego cambiando hacia el tema de Dios. A veces lo hacemos usando algo religioso que este pasando en las noticias o una pregunta general como “¿Que piensas que pasa cuando mueres?” o usando un buen tratado con el evangelio para introducir el tema de las cosas espirituales.

Por ejemplo, hable con un amigo en un campo de golf y el dialogo fue similar a este,

– Crees en Dios?
– Si, solía ir a la iglesia cuando niño.
– ¿Te consideras una buena persona?
– Si, claro.
– ¿Crees que has guardado los 10 mandamientos? (Recuerda que esto es lo que Jesús uso, los 10 mandamientos con aquel joven rico).
– Bueno, he guardado la mayoría. Nunca he matado a nadie.
– Bueno, ¿alguna vez has mentido?
– Si claro
– ¿En que te convierte eso? ¿Como le llamas al que dice una mentira?
– Un mentiroso.
– ¿Has robado algo? (8avo)
– Vamos, no se si creerte… me dijiste que has mentido… ?
– Ok, ok, cuando era niño robé algunas cosas.
– ¿Conoces el 7mo mandamiento? No cometerás adulterio pero escucha lo que dijo Jesús. El dijo “Cualquiera que mira a una mujer para codiciarla ha cometido adulterio con ella en su corazón” Lo has hecho.
– Oh, si, muchas veces.
– Bien, acabas de admitir que eres un mentiroso, ladrón y adultero de corazón. Son solo 3 de los 10 mandamientos! ¡Hay 7 mas!

Se veía culpable, porque el sabia que era culpable. Y eso es lo que los mandamientos hacen. Ellos dejan a todo el mundo culpable. Piensa al respecto, incluso para ti: Piensas que has guardado los 10 mandamientos? Veamos el primero.

No tendrás otros dioses delante de mi.
Jesús dijo que debes a mar a Dios con todo tu corazón, mente, alma y fuerzas. Tanto que tu amor por todos los demás es como odio comparado con tu amor por Dios. ¿Has amado a Dios siempre de esa manera?

El segundo mandamiento: No te harás una imagen tallada.
Ahora, puedes hacer un dios falso con tus manos o con tu mente. Alguna vez has dicho algo como esto? “Mi dios es un dios de amor y de misericordia. El no es un dios de juicio y nunca enviara a nadie al infierno.” Bueno, si lo has dicho, estas en lo correcto, tu dios no podría enviar a nadie al infierno porque tu dios no existe. Tu dios es una obra de tu imaginación. Has creado un dios en tu mente con el que estas cómodo. Eso se llama idolatría. Mucha gente lo llama su propia creencia, pero la Biblia lo llama idolatría, y los idolatras no heredaran el reino de los cielos.

El tercer mandamiento: No tomaras el nombre de tu Dios en vano.
¿Alguna vez has usado el nombre de Dios como una palabra para expresar disgusto? Eso se llama blasfemia. Jesús advirtió que de toda palabra que el hombre diga deberá dar cuenta en el día del juicio. Y Dios dijo que El no dará por inocente al que use su nombre en vano.

El cuarto mandamiento: Guardarás el sétimo día y lo santificarás.
Yo pase años enteros como un no cristiano y ni una vez le dije “¿Dios, tu me diste vida, que requieres de mi? ¿Un día en siete? Violé ese mandamiento.

El quinto: Honra a tu padre y a tu madre.
¿Los has honrado siempre y los has tratado de la manera que es agradable a Dios?

El sexto: No asesinarás.
La mayoría de nosotros piensa ser inocentes de ese, pero Jesús dijo “El que este enojado con su hermano sin una causa esta en peligro del juicio”. La Biblia dice “El que aborrece a su hermano es un asesino.”

Ya hemos visto el sétimo, octavo y noveno. ¿Y quien de nosotros puede decir que no ha violado el décimo mandamiento? Codiciar, ser celoso, desear algo que pertenece a otro.

Y recuerda Dios ve nuestros pensamientos y cada obra secreta hecha en la oscuridad.

Santiago 2.10 dice “Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.”

¿Puedes ver como la Ley nos deja a todos culpables? Mi amigo lo pudo ver en el campo de golf, y le pregunte “¿Si Dios te juzgara por los mandamientos, serias inocente o culpable?”

– Culpable
– Le dije “¿Entonces, eso significa que iras al cielo o al infierno?” y el dijo
– Al Cielo, porque Dios es perdonador, solo debes pedírselo.
– Intenta eso en una corte de ley. Estas frente a un juez, eres culpable de un crimen serio, y el juez te dice ‘¿Qué dices antes de dar sentencia?’. Tu dices ‘Juez yo creo que usted es un buen hombre y que por eso debería dejarme ir.’ Si el juez es bueno, te dejara ir? Por supuesto que no! El probablemente dirá: ‘Porque soy un buen hombre voy a asegurarme de que la justicia sea satisfecha. Porque soy un buen hombre voy a asegurarme que seas castigado por lo que has hecho’ Y la misma cosa que la gente espera que los va a salvar en el día del juicio es lo que los va a condenar. Porque si Dios es bueno, entonces, por naturaleza, El se va a asegurar de que la justifica sea cumplida y que la gente sea castigada por lo que han hecho. La Biblia dice que Dios va a castigar al pecado en donde quiera que sea hallado. El va a castigar a los asesinos, violadores, pero no se detendrá. Dios es tan bueno que El también va a castigar a los mentirosos y ladrones, adúlteros, blasfemos y a todos los que violan la luz interna que Dios ha dado a todo hombre. Si Dios te diera justicia, no estarías camino al cielo, sino al infierno, ¿cierto?

Es cuando el inclino su cabeza y su boca fue detenida, que vi que la Ley, los mandamientos habían hecho su trabajo, ¡y El estaba listo para la gracia! Entonces le dije

– Tengo buenas noticias para ti. Estas en una corte de juicio, eres culpable de un serio crimen con una multa de 1 millón de dólares o una vida en prisión. No puedes pagar tu multa. De repente, alguien entra a la corte y paga la multa completa por ti. ¡Eso es lo que Dios hizo por ti y por mi dos mil años atrás! Por así decirlo, Jesús se colocó entre el Juez y tu y pago la multa cuando El murió y sufrió en la cruz. La Biblia lo dice así “Dios demostró su amor en que cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5.8). Nosotros rompimos la Ley y Jesús pago nuestra multa. Es tan simple como eso. Entonces, El se levanto de la muerte y está sentado a la derecha del Padre. Dios ahora manda al hombre que se arrepienta y ponga su fe en Jesucristo.

Al final, mi amigo lloró en el parqueo, pidiendo a Dios que lo perdonara.

Por favor, mira atentamente el siguiente video cuando usamos los mandamientos par ayudar a una persona ver la enfermedad de su pecado antes de ofrecerle la cura del evangelio.

[Video donde se pregunta a un joven su conoce los mandamientos. Luego se le pregunta si cree haberlos guardado y se le muestra su condición, antes de darle el evangelio.]

Quizá eres un cristiano profesante y has empezado a dudar tu motivo por tu salvación La Biblia dice examínate para ver si estás en la fe. Y si no estás seguro, asegura tu elección. Ve a un lugar tranquilo, confiesa tus pecados a Dios. Lee en tu Biblia el Salmo 51 y hazlo tu propia oración.

Gracias por tomar tu tiempo de examinar esta enseñanza. Ahora, si tienes dudas sé como los cristianos de Berea, examina las Escrituras y mira si esto es cierto.

Tomado del episodio de Way of the Master TV: Hell Best Kept Secret (www.wayofthemaster.com)
Transcripción por Oscar Centeno

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