Hay libertad en Cristo

Juan 8:31-32 nos dice que somos libres en Cristo.

Si piensa en eso por un momento, se dará cuenta que no solamente es liberado de cosas. También es libre para hacer cosas.

¿De qué somos libres? Romanos 6:7 dice que somos hechos libres del poder del pecado. Eso no significa que nunca más volvamos a pecar otra vez. Pero somos hechos libres del poder del pecado, lo cual yo creo que es la vergüenza y la culpa. Si estamos en Cristo ya no tenemos que sentirnos de esa manera. Podemos arrepentirnos, después pedirle perdón a Dios y Él lo hará. La Biblia dice Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús (lea Romanos 8:1).

En Cristo, somos hechos libres de nuestro rechazo propio, odio y duda. Hay muchas personas en el mundo quienes no se quieren a sí mismas. Pero la Biblia no nos da esa opción. Dice que Dios nos formó en el vientre de nuestra madre, nos hizo con su propia mano y todo lo que Él hace es bueno. Así que si va vivir de acuerdo a la Palabra de Dios, tendrá que tomar la decisión de amarse a sí mismo.

Otra cosa que vale la pena mencionar es que Dios nos creó para agradarle a Él. Eso significa que hemos sido liberados de la necesidad de agradar a la gente. Eso no significa que no queramos ser buenos con la gente. Significa que somos libres del temor al hombre, el rechazo de la gente, crítica y malos entendidos.

Piense acerca de esto de la siguiente manera: Cuando un niño sufre crítica en la escuela, ellos corren a casa con sus padres quienes sin duda les dirán: Está bien. Te amamos. Nosotros creemos que tú eres lo máximo. No importa lo que los demás piensen o digan. El niño comienza a sentirse mucho mejor.

Cuando nos sentimos que hemos sido lastimados, tenemos la libertad de correr a Dios y decirle a Él cómo nos sentimos. Y sin duda, nos dirá algo así: “Te amo y pienso que eres maravilloso. No importa lo que los demás digan, yo no me he rendido contigo”. No sé usted pero cuando Dios me habla, siempre termino sintiéndome mucho mejor.

Somos libres para hacer lo siguiente
En Cristo, somos libres de tomar el paso y tratar algo nuevo. Cometer un error no debe hacer la diferencia, porque Dios no está preocupado por nuestro éxito terrenal. Él está interesado en nuestro corazón. Él quiere ver si estamos dispuestos a tomar el paso y hacer lo que Él nos pide.

En Cristo, usted es libre para disfrutar la vida…disfrutar a Dios…disfrutarse a sí mismo. Él se deleita en usted.

En Cristo, somos libres de sentirnos seguros y cómodos con quien sea, en donde sea. Una persona pobre puede sentirse cómoda con una persona rica y viceversa. Una persona muy educada puede sentirse cómoda con alguien que no tiene educación.

La Biblia dice que en Cristo, no hay distinción. Nuestro valor está en Él únicamente. No se tiene que sentir fuera de lugar porque Cristo es su lugar.

La libertad de saber quién es usted
Gálatas 2:6 dice que Dios no se impresiona con títulos y reputaciones o las posiciones que la gente tiene en la tierra. La Biblia dice: “Dios no hace acepción de personas”.

Nos podemos agotar a sí mismos tratando de impresionar unos a otros y eso no impresiona a Dios. Podemos pensar que si nos asociamos con personas que nosotros creemos que son importantes, eso nos hace importantes. Pero eso no nos hace importantes ante Dios.

La razón por la cual usted es importante es porque está en Cristo y Él está en usted. ¿Cuánto más importante que eso puede llegar a ser?

Hoy le quiero animar a tomar ventaja de la libertad que es de usted en Cristo. Quiero que se levante firme y no sea controlado o manipulado por los demás. Quiero que sepa que fue creado para sobresalir de entre la multitud porque no es simplemente alguien más, usted es un hijo de Dios.

La maravillosa verdad es que Él tiene un asombroso plan para su vida y usted es libre para seguirlo.

Por Joyce Meyer.