HERIDOS, POR DEMASIADO TIEMPO

Por Dr. José Pérez, Ph. D. Es natural sentirse acongojado y triste cuando se está herido,  pero usted no debe permitir ese estado de ánimo por demasiado tiempo.

 

En muchas ocasiones y por demasiado tiempo, seguimos recordando las memorias negativas del pasado, anulando el deseo de Dios, de traer sanidad y medicina a nuestras heridas. Porque cuando estamos a punto de sanar, comenzamos a hablar nuevamente con nuestros familiares y amigos, sobre esas experiencias dolorosas.

 

 

Cuando se lo mencionamos a nuestros amigos, comenzamos a revivir nuestros pensamientos y nuestras heridas, y de pronto, sentimos las mismas emociones, como si lo estuviéramos viviendo nuevamente, atrasando el proceso de sanidad en nuestras vidas.

 

Recuerde  que sus emociones siguen a sus pensamientos. Si alimenta los pensamientos relacionados con la persona o experiencia que le hirió, esas emociones  regresaran, y sentirá ese dolor como  si  estuviera ocurriendo en el presente.

 

Proverbios 23:7, nos dice: “Porque cual  es su  pensamiento en su corazón,  tal es él.” 

 

Por eso,  cuando alimentamos  ese tipo de pensamiento negativo, el dolor que va a sentir, es exactamente igual que cuando ocurrió  hace seis meses, un año, cinco años o diez años atrás.

 

Trate de no activar todos esos recuerdos emocionales negativos; ya que no le hacen ningún bien. De hecho, las emociones negativas que se experimentan, tienen el potencial de detener su progreso personal.

 

Cada persona, tiene en su mente diversos archivos en su sistema de memoria.

 

A  lo largo de toda nuestra vida, abriremos el archivo que escogemos. Algunas  personas regresan una y otra vez, al  archivo de las experiencias negativas y reviven nuevamente todo su dolor.

 

Siempre están pensando en el momento que alguien les trató mal, o en las veces que fueron heridos, o  cuando sufrieron un terrible dolor.

 

Casi nunca piensan en las cosas positivas que le  han ocurrido. Y de esa manera, alejan el gozo y la alegría de sus vidas.

 

Si  desea ser libre, si quiere vencer  la autocompasión,  tire  la llave que abre el archivo de las cosas negativas y no regrese más a él. Mantenga su mente enfocada en las cosas buenas que Dios ha hecho en su vida.

 

Hay una historia que dice así:  

 

“Si se rompe el brazo por tres lugares, ya no regrese a ese lugar donde se lo rompió.” 

 

Puede ser que la historia, contenga más verdad de lo que pensamos. Cuando el dolor del pasado quiere captar su atención, no regrese allí. Mejor recuerde estas palabras:

 

“No gracias, pensaré en lo que es de  buen recuerdo, en las cosas que me son de edificación, y no en las que me hunden, en las cosas que me animan y me llenen de paz y alegría, no en las cosas que intentan robar mi esperanza y agotan mi espíritu.”

 

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Filipenses 4:8

 

Que el Señor  le bendiga rica y abundantemente.

 

    Dr. José Pérez, Ph. D. –  D.C.

 

 Siervo frágil que sirve a un Dios poderoso 

 

 

 

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