No importa qué confía en Dios, dígame usted si vamos a estar ejercitando nuestra fé o no con un tema como ese. No importa qué, confíe en Dios. Este breve mensaje de hoy ha sido inspirado en distintos sucesos, comenzando con la semana pasada, la actividad, el campamento de verano de niños, la verdad que yo me inspiré, este era el tema de los niños, el lema de los niños, no importa qué, confía en Dios, y voy a tocar base con algunas de esas cosas, así que miren, como dice la Escritura, uno tiene que ser como niño para entrar al cielo, así que vamos a hacernos como niños hoy para entrar al cielo y recibir esta Palabra con sencillez de corazón.
No importa qué, confía en Dios. El primer punto que les quiero decir es el siguiente, no importa dónde estés, confía en Dios, escríbelo ahí en tu Biblia en algún lugar, no importa dónde estés, confía en Dios. Un verso muy conocido para todos nosotros, Josué 1:9, ¿qué es lo que dice Josué 1:9?: «Mira que te mando que seas valiente, no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo donde quiera que vayas.» ¿Dónde te encuentras tú?, ¿estás con los pies en la tierra o con la cabeza en las nubes?. ¿Te encuentras en una situación apretada donde te tienen entre la espada y la pared?. ¿Te encuentras en una situación donde las tensiones de la vida te están causando el pensar, el decir o el actuar en una forma que no es de Dios?, no es en una forma que a Dios le gustaría verlo de parte tuya, ¿dónde te encuentras hoy?, confía en Dios, confía en Dios porque Él está contigo donde quiera que tú vayas.
El mismo Jesús cuando dió la gran comisión a sus discípulos dijo: Y Yo estoy con vosotros todos los días. Hay gente que cuando van en el carro en un viaje largo, empiezan a decir: Señor se conmigo, que todo me vaya bien, y esa oración ¿tú sabes qué?, yo leí esto en una reflexión que me llegó a mí, ese tipo de oración puede ser una muestra de falta de fé, porque se está yendo en contra de esa misma Palabra que Jesús dice, Jesús dijo Yo estoy con ustedes todos los días, y si yo me pongo a orar diciendo Señor, ve conmigo en este viaje es como si estuviera contradiciendo algo que el mismo Jesús ya dijo, pero Yo ya dije que estoy contigo, ¿por qué vas a tener que orar para que esté contigo si Yo ya te dije que estoy contigo?. Mejor ora de esta manera, Señor en este viaje ayúdame a estar tan y tan alerta de Tu presencia que yo pueda estar pendiente de lo que Tú me quieras demostrar, de lo que Tú me quieras decir, de Tu belleza en la creación, de Tu belleza en otras personas aunque me caigan un poco gordas, pero que yo pueda ver Tu belleza en otras personas.
Estar pendientes de la presencia del Señor, alertas a la presencia del Señor, donde quiera que tú vayas, Dios está presente, por ende confía en Dios, confía en Dios. El segundo punto, no importa lo que suceda, confía en Dios, no importa lo que suceda, y yo sé que aquí ya estoy al ras de la piel, porque muchas veces las cosas que suceden en nuestra vida lo menos que nos causan es ganas de confiar en Dios. Tú en tu trabajo necesitas tus dos pies que estén ahí bien fuertes para tú poder moverte de un lado a otro, y una tarde en tu casa estabas bajando las escaleras, y te tropezaste con el huesito del perro, y te caíste dos escalones pero eso fue suficiente para torcerte el tobillo, y ahora tienes que estar fuera de tu trabajo que, dos, tres semanas, dos, tres meses, porque no puedes ir y hacer lo que tienes que hacer, rápido decimos ¡ah!, este diablo se está metiendo en los escalones de la escalera.
No importa lo que suceda, confía en Dios. Tu hijo, tu hija llegó a las tres de la mañana cuando tú le dijiste que llegara a las diez y media de la noche, no importa lo que suceda, confía en Dios. El landlord te dice que te tienes que ir mañana del apartamento y no tienes a dónde ir, no importa lo que suceda, confía en Dios. Y yo creo que tengo permiso para decir eso. El doctor te dió un diagnóstico que no te gustó, no importa lo que suceda, confía en Dios. Tu colega de trabajo te viró el café en tu blusa nueva, no importa lo que suceda, vete al baño, lávala, confía en Dios, la pones en el lavabo, confía en Dios.
Romanos capítulo 8 verso 38, ¿qué es lo que dice?, ¿se recuerdan cuando lo leímos el domingo pasado?. Romanos 8:38 dice: «Por lo cual estoy seguro, que ni la muerte ni la vida, ni potestades ni principados, ni lo presente ni lo porvenir, ni lo alto ni lo profundo» ni ninguna otra cosa creada o que suceda, yo le añado esa parte, «nada nos podrá separar del amor de Dios» por lo tanto dile a la persona que está al lado tuyo, «no importa lo que suceda, confía en Dios, porque nada te puede separar de Él.»
El punto número tres, no importa lo que la gente te haga, desde lo más básico hasta lo más complejo, te pisaron un callo, (ríe), el consejo aquí es que le pongas el otro pie, eso es bien bíblico damas y caballeros, si te dan en una mejilla le pones la otra, pero esta vez el ejemplo es con el pie, hasta el punto que por una mala jugada de otra persona en el trabajo tú perdiste tu trabajo, y quién sabe si esa persona lo hizo adrede para hacerte la vida imposible, no importa lo que la gente te haga, confía en Dios. Es más, yo a este le voy a dar un twist, no importa lo que tú le hagas a la gente, ahí se quedaron todo el mundo callado ¿verdad?.
Ven acá, ¿tú crees que todo te sucede a ti?, yo no soy un santo, pregúntale a mi esposa. No importa lo que tú le hagas a la gente, ¿sabes lo que te puedo decir?, arrepiéntete, confía en Dios, y sigue para adelante. ¿Por qué digo esas tres cosas?. Así como la gente te puede hacer daño a ti, y estamos con el síndrome de víctima, así le hacemos cosas a la gente, «se lo merece, eso lo tenía que hacer.» «No, de Dios es la venganza pero Dios usa también a sus siervos para hacer venganza.» Me voy a explicar pero solamente estoy diciendo cosas que la gente tiende a decir y a pensar, estoy siendo real con ustedes mis hermanos, estoy siendo real, si no es así me dicen que yo me callo y digo otro ejemplo.
Pero aún en medio de eso mis hermanos, uno se puede cegar tanto por su deseo de querer llevar a cabo lo suyo propio que uno hasta puede intencionalmente hacerle daño a otra persona con tal de que los planes de uno, los propósitos de uno, los deseos de uno se lleven a cabo, y entonces ahí es donde nosotros terminamos haciéndole daño a otras personas, y hay veces que estamos tan convencidos de que lo que nosotros estamos diciendo o pensando, era tan y tan correcto que no nos damos cuenta del error de lo que ocurrió, y estamos por ahí como si nada, y no es hasta que el Señor paf, mira lo que estás haciendo, hasta que nos da un azote, en puertorriqueño una nalgada, y las nalgadas de Dios vienen en distintas maneras, y muchas veces en maneras que uno ni se espera, que a uno no le gusta, pero son las formas de Dios de hacerte reaccionar y decir hey hey hey, arrepiéntete porque vas en mal camino.
Y si te arrepientes de veras, genuinamente, no por arrepentirte, voy a cumplir con arrepentirme para ver si recibo el favor de Dios, ah ah ah ah, si te arrepientes vamos a hacerlo seguro, y haz lo que tienes que hacer, y entonces ahí es donde te digo, confía en Dios, que Dios te va a ayudar a enmendar los errores que tú hayas cometido, y aunque tal vez las cosas no terminen como tú quisieras que terminaran, pero confía en Dios de que las cosas van a terminar como Dios quiere que terminen, y van a terminar en bien para ti y van a terminar en bien para la otra persona, sea quien sea que esté involucrado. Lo que acabo de decir mis hermanos, no estoy pensando en nadie en particular, al que le caiga la gotita, que se moje. So no importa lo que la gente te haga o lo que tú le hagas a la gente, confía en Dios, confía en Dios.
Por último, no importa cómo te sientas, no importa cómo te sientas, te sientes alegre y hyper, confía en Dios. Te sientes ahí cabizbajo y depresivo, confía en Dios. No tienes ganas de orar, confía en Dios. No tienes ganas de cantar, hm, confía en Dios. ¿Cómo te sientes hoy, estás cansado, fue un día largo, te dieron duro en el trabajo, estás mirando ya el reloj para que el Pastor Omar termine y te puedas ir a tu casa a bañarte y a acostarte y a dormir, confía en Dios, que esa hora va a llegar ya mismo. Te sientes molesto, tienes coraje con tu cónyugue, quién sabe si estás aquí porque le estás huyendo a tu casa, no quieres verle la cara a tu esposo, tu esposa, si te sientes molesto por eso confía en Dios, ok Pastor Omar dame un ejemplo, ¿cómo puedo confiar en Dios con eso?, confía en Dios en que cuando tú llegues a tu casa, tu cónyugue, tu esposo, tu esposa va a estar tranquilito, o tranquilita, y que tú vas a entrar por el umbral de la puerta de tu casa, y todo va a estar en paz, se van a saludar, hola mi amor, como estás, estamos ahí, bueno vamos a acostarnos, hablamos mañana, te amo, te quiero, hablamos mañana. No importa cómo te sientas, confía en Dios.
Si a ese ejemplo le doy otro twist y tú estás confiando en Dios que eso va a suceder, y tú llegas a tu casa y todavía los platos están volando por la puerta, confía en Dios que ninguno de esos platos te va a dar en la frente, y que los vas a poder esquivar todos hasta que llegues a tu cuarto y nada te va a pasar, y confía en Dios que Dios te va a proveer para comprar una vasija nueva, platos plásticos, ya deshechables. Hermano no importa cómo te sientas, confía en Dios.
Miren estos Salmos, los Salmos están llenos de estas promesas, pero quisiera resaltar solamente algunos de ellos, el Salmo 25, miren cómo dice: «A ti oh Jehová levantaré mi alma, Dios mío en ti confío, Dios mío en ti confío, no sea yo avergonzado, no sea yo avergonzada.» A nadie le gusta caer en verguenza, a nadie le gusta que por lo que sea que esté sucediendo, lo que sea que la gente te haga, donde quiera que tú estés, o como quiera que tú te estés sintiendo a nadie le gusta sentirse en verguenza, y esa es la petición que está trayendo el salmista aquí, «no sea yo avergonzado, que no se alegren de mí mis enemigos, mis adversarios. Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti serán confundidos, si no que serán avergonzados los que se rebelan sin causa, muéstrame oh Jehová Tus caminos, enséñame Tus sendas», enséñame a pensar, enséñame a cómo hablar, enséñame a cómo tratar a esta persona con quien tengo algún tipo de relación medio conflictiva, enséñame a saber cómo conectar con él o con ella.
Yo confío en ti Señor que llegará el momento en que esa relación va a ser restaurada, yo confío en ti Señor que esas peleas, esas batallas que yo tengo dentro de mí mismo, que hay veces que no sé ni que voy a hacer conmigo, yo estoy seguro que voy a poder reconciliar todas esas cosas en mi interior contigo Señor. «Muéstrame, enséñame el camino, encamíname en Tu verdad y enséñame porque Tú eres el Dios de mi salvación, en ti he esperado todo el día.» No importa cómo te sientas, confía en Dios.
Mira las palabras de Jesús a sus discípulos, Juan capítulo 14 verso 1, Juan capítulo 14 verso 1, mira cómo Él le dice a sus discípulos unas palabras muy bellas, «No se turbe vuestro corazón, crean en Dios, crean también en mí.» Esa idea de creer se refiere a eso, confía en mí, confía en mí. Yo soy el que te provee, Yo soy el que te sana, Yo soy el que me encargo de ti. Tenemos que confiar en Él mis hermanos, yo estoy diciendo que este mensaje es un ejercicio de nuestra fé, porque hay una parte mía ahora mismo que está luchando con estas cosas que estoy diciendo, y está luchando bien fuerte, y está diciendo Señor, ¿dónde Tú estás ahora mismo?, pero esa otra parte mía está gritando ahí con el galillo todo encendido, pero Señor, en ti confío Señor, y yo sé que Tú te vas a encargar X, Y y Z situación, yo sé que Tú lo vas a hacer.
Yo soy tan humano como ustedes, el mero hecho de que yo sea pastor no me hace más especial que ustedes, yo soy igual que ustedes, y por eso es que esta Palabra, al yo prepararme yo me estaba diciendo Señor, ¿pero cómo le voy a decir esto a la gente si yo mismo estoy teniendo luchas con esto?. Y yo lo sentí en mi corazón, el Señor me dijo, «llama a Jonatán y pregúntale por esa cita bíblica», ¿te llamé sí o no?, tengo que confesarlo delante del Señor, no tenía ganas de predicar esto, pero el Señor me estaba como que hm, pinchando el dedo. No importa dónde estés, no importa lo que suceda, no importa lo que la gente te haga o le hagas, no importa cómo te sientas, confiemos en Dios mis hermanos, ese es el mensaje para esta noche, confía en Dios.
Dios confiamos en ti. Aunque la duda nos atormente Señor, aunque sucedan cosas alrededor que nos hagan cuestionar, Señor en fé, esto es un ejercicio espiritual, es un ejercicio espiritual que declaramos a los aires, declaramos a los principados y potestades, declaramos a los sistemas de este mundo, declaramos a las injusticias que puedan intentar agobiarnos, declaramos que nuestra confianza Señor está en Tu fidelidad para con nosotros, en Tu amor para con nosotros, y no en el amor ni en la fidelidad de ningún hombre, ninguna mujer Señor. Nuestra esperanza está en ti Jesús, creemos en ti, creemos en Tus promesas, creemos en Tu Palabra, y no importa dónde estemos, no importa cuan oscura pueda ser la situación de la vida Señor, no importa lo que nos hagan o que nosotros hagamos, no importa cómo nos sintamos Señor, ahí está esa voz de Tu Espíritu en nuestro interior recordándonos confía, confía, confía en Él y Él hará.
Señor, hoy estamos poniendo nuestra confianza en ti Señor, estamos echándole esteroides a nuestra fé Señor, porque queremos verte a ti, queremos ver Tu mano obrando, queremos verte a ti trayendo justicia, verdad, queremos verte a ti Señor abriendo las puertas de los cielos y cumpliendo Tus promesas de provisión a nuestras vidas, queremos verte a ti Señor. Es por eso que decimos esta noche, nuestra confianza está completamente en ti Señor. Yo te pido que Tú bendidas a mis hermanos, mis hermanas Señor, a medida que regresamos a nuestras casas, a medida que salimos de aquí de este lugar, y lo que dije lo dije intencionalmente, que no importa lo que haya sucedido en nuestras casas antes de venir acá, o lo que haya sucedido en el trabajo y tengamos que enfrentar mañana algo, o lo que haya sucedido Señor en una conversación por el teléfono o en persona, sea lo que sea, confiaremos en ti Señor de que Tú nos darás la sabiduría, las palabras, la paz, la mansedumbre, la tolerancia, ese fruto de Tu Espíritu Señor para saber cómo proceder con cada una de esas situaciones.
Te doy las gracias Señor y a ti te doy toda la gloria y toda la honra Señor, por Tu Hijo Jesús oramos, amén y amén, gracias Dios.
Por: Omar Soto