Tuve un viejo profesor que me habló así de Dios. Era tan viejecito y estaba tan achacoso que sólo podía moverse apoyado en un bastón, arrastrando l
viejo
El viejo samurai
Cerca de Tokio vivía una gran samurai, ya anciano, que se dedicaba a enseñar
a los jóvenes. A pesar de su edad corría la leyenda de que
todavía