Por Emmanuel Espinoza de "Rojo". Creo mucho en mi generación. No me canso de decir que creo con todo mi corazón que esta generación será protagonista en los cambios que vienen en nuestras iglesias, comunidades y cultura.
Me emociona decir esto porque en muchos lugares que viajo en Latinoamérica veo y escucho a jóvenes que están haciendo cosas diferentes y pensando diferente. Personas que están enamorados de Jesús y que saben que tenemos que hacer el mensaje del amor de Dios relevante a nuestra generación.
Dentro de esos jóvenes apasionados por cambios, a veces me he encontrado a chicos que dicen “quiero hacer algo en mi iglesia, en mi ciudad, pero el pastor no está de acuerdo y me dice que me espere” y después de muchas palabras, casi siempre la historia que me platican termina en un tono de “ mi pastor piensa de una manera y nosotros los jóvenes de otra” y tratan de dejarme en claro que son “polos opuestos”.
Es definitivamente cierto que las generaciones van cambiando; Cada tres a cinco años la sociedad se reinventa. Un ejemplo: Mis papás conocieron de Jesús a través de la música, y aunque estoy muy agradecido con Dios por lo que hizo con mis papás, hoy en día, yo no puedo usar la misma música de los 60’s con la que mis papas fueron tocados para comunicarme con mi generación. ¿Por qué? Porque ese estilo de música, el vehículo, ya no es relevante.
El mensaje del amor de Dios por supuesto que lo es, pero los gustos han cambiado ¡Ahora la música de aquel entonces hasta nos da risa! Pero a veces esta diferencia nos ha hecho pasar por alto algo sumamente importante: los jóvenes podemos aprender de los más viejos, y los viejos pueden aprender de los jóvenes.
¡Qué increíble va a ser lo que logremos cuando se unan la experiencia, conocimiento y “colmillo” de los viejos, con la fuerza, empuje e innovación de los jóvenes! En lugar de mirarnos como ‘amenaza’, mejor practiquemos cosas que nos hagan unirnos más en el esfuerzo de llevar la luz de Jesús a todos en nuestra ciudad.
Si eres Joven:
1) Abre comunicación. Invita a comer a tu pastor (¡paga tú la cuenta!) y pregúntale cuál es la visión de la iglesia y platícale de lo que Dios ha puesto en tu corazón para hacer
2) Pide consejo. ¿Para qué estrellarte en algo que alguien ya se estrelló?
3) Sométete a la autoridad. Hay una recompensa grandísima al quedarte en donde Dios te pone; tomarás mucha experiencia y si eres fiel en poco Dios te pondrá sobre más.
Si usted es un “No tan Joven”:
1) Crea en sus jóvenes. Mire a los ojos a un joven y anímelo. Le aseguro que ese joven lo recordará toda la semana ¿Recuerda cuando alguien creyó en usted?
2) Aprenda a decir “Sí”. No burocratice el proceso de alguien que quiere servir. Entre más cuerda usted suelte, la gente le será más leal.
3) Busquen a Dios juntos. No solo les diga a sus jóvenes “qué NO HACER”. Pasar un devocional personal juntos los hará conocerse mejor.
Creo mucho en mi generación y si nuestra generación va a ser conocida como una generación de puentes y de unidad, es hora de comenzar.
Emmanuel Espinosa es esposo, papá, productor, escritor de canciones, fundador de la banda “Rojo”, y presidente de ReyVol Records, una empresa que busca el apoyar a las voces de la nueva generación para llevar el mensaje de Jesús de manera relevante y actual.
Emmanuel Espinoza – www.reyvolrecords.com