VENCIENDO EL SENTIMIENTO DE RECHAZO

Pra. Nilda L. Santiago
El amor, la aprobación y la aceptación sin condiciones, constituyen una de las necesidades más fundamentales de todo ser humano. Sentimos rechazo, cuando no recibimos la aceptación, el reconocimiento, la aprobación y el amor que esperamos de personas significativas en eventos igualmente significativos de nuestra vida. 

El sentimiento de rechazo puede surgir en cualquier momento de nuestra vida. Pero si crecemos con un fuerte sentimiento de rechazo, por arrastrar deudas de amor, de nuestro entorno familiar,  entonces vamos a estar más vulnerables a este sentimiento; aún cuando  seamos hijos(as) de Dios. El sentimiento de rechazo, es la expresión evidente o reprimida, de una emoción negativa que debemos analizar y poner en su justa perspectiva, para que esa emoción no nos domine, y condicione así nuestra conducta, nuestras relaciones y nuestros logros.

La Palabra dice: “Con amor eterno te he amado, por tanto te prolongué mi misericordia” Jeremías 31: 3. “Más Yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada (rechazada) te llamaron…de la que nadie se acuerda. Jeremías 30:17

Recuerda esto: Nadie te puede amar como te ama tu Padre, Dios. Cuando te deleitas en su amor, Él sana tus heridas, te muestra tu verdadera identidad y te da el valor real que tú tienes.
Recuerda además: Tú no le vas a caer bien a todo el mundo, ni hay razón lógica alguna para que esto sea así. No permitas que algún comentario, crítica o manifestación de rechazo hacia ti, te haga dudar de quién tú eres en realidad.  Hijo (a) del Dios todopoderoso, pueblo escogido, real sacerdocio, nación santa. Eso eres, ni más, ni menos.  ¿Necesitas algo más para no sentirte rechazado? No lo creo, es más que suficiente saber quién eres en Cristo.

Deja un comentario