Verdadera adoración

Pastora Yolanda Quiñones.  Lucas 7: 36-50. Introducción:

1. Un fariseo invita a su casa a Jesús, sus intenciones no son claras pero su comportamiento posterior da evidencia de ciertos indicios que pudiéramos llamarles curiosidad o indagación acerca de la personalidad de Jesús.

2. Lo primero que hizo fue que le rogó, le pidió que fuera a su casa y cenara con él.

3. La mayor lección de la vida de Simón iba a ser desplegada ante sus ojos. Jesús estaba en su casa y sabía lo que de un momento a otro ocurriría.

Cuerpo del mensaje:

4. Mientras Simón y Jesús se encuentran reclinados a la mesa comiendo, alguien interrumpe, alguien inesperado, alguien no invitado: ¡UNA MUJER! !QUÉ IRREVERENCIA!

5. Los detalles se echan a un lado a tal grado que se desconoce su nombre, sólo algunos detalles resaltan: era una mujer, era pecadora (traducido: mujer de mala vida, prostituta, de mala fama, señalada, criticada, rechazada por la sociedad), tenía un vaso de alabastro con perfume muy caro, venía con un cometido, una encomienda, un anhelo y conocía quién era Aquél Caballero reclinado en la mesa.

6. Él había conmovido su alma, sus enseñanzas, sus palabras, sus misericordia para el caído, para el desvalido, la esperanza que infundía a las vidas heridas, amargadas y maltratadas como ella.

7. Ella estaba cansada de buscar amor en brazos de hombres rudos que sólo usaban su cuerpo. Este hombre ofrecía algo más que ese amor carnal, pasional y erótico que era lo único que ella había conocido.

8. Cuánto tiempo quizás lo había seguido, buscando el momento apropiado, preciso para hacer lo que deseaba hacer: postrarse ante sus pies y adorarle de la forma más extraña, extravagante y hasta ridícula ( a los ojos de los demás) que ella pudiera expresar.

9. Había llegado el momento, no había sido invitada a la casa del fariseo, ¡ni pensarlo, eso sería un escándalo! Entraría a hurtadillas, mientras estuvieran entretenidos, pero lo haría.

10. No era bienvenida pero eso no importaba, ella tenía una misión de adorar y la llevaría a cabo.

11. No importaba si en su intento la echaban, la rechazaban, ella estaba acostumbrada a eso, estaba decidida, nada ni nadie le impediría llegar a Jesús.

12. Quizás durante el camino había ensayado qué decir, ¿le pediría permiso al fariseo?, No, porque no la dejaría entrar. Cuando vamos a adorar no tenemos que pedirle permiso a nadie, adorar es un acto espontáneo del corazón.

13. Después de que llegara hasta Jesús, ¿le pediría protocolariamente y respetuosamente que le permitiera ungir sus pies?

14. ¿Qué haría Jesús? ¿Cómo recibiría su acto de amor y gratitud?

15. Su misión era llegar hasta Él y adorarlo, no podía seguir ensayando, lo que ocurra que ocurra.

16. Esta mujer pasaría todo obstáculo, haría caso omiso a los comentarios, a la crítica y a la murmuración, llegaría a los pies de Jesús y se postraría en adoración.

17. Pasó el umbral, nadie la saludó, todos se quedaron atónitos, comenzando con Simón, a la mujer le subió un leve escalofrío por la espalda, llena de miedo quizás, porque “nada asusta más a una mujer pecadora que entrar a una habitación llena de gente que se cree honorable, perfecta y santa”.

18. Miró alrededor y lo vio, al verlo a Él , todo quedó olvidado, el temor desapareció. Ella había estado en compañía de muchos hombres pero ninguno como Jesús, Él era totalmente diferente a cualquier otro.

19. Allí mirándolo, estaba ella para agradecerle, pero se halló sin palabras ( muchas veces la mejor adoración es aquella sin palabras) ,lo único que pudo hacer fue tirarse a sus pies.

20. ¿Cómo se podían mantener indiferentes, Simón y los demás frente a la Presencia de Jesús? Todos debieron haber caído como ella a sus pies. Estaban frente al Rey, al Justo, al Maestro, al Príncipe de Paz, al Admirable pero no lo honraban porque sólo veían al hombre pero aquella mujer veía a Dios.

21. La iglesia comete el mismo error, dan por sentada la Presencia de Cristo en medio de ella, hasta el punto que no lo honramos, adoramos, alabamos y conmovemos ante su Majestad y Grandeza.

22. Aquella mujer se tendió a sus pies y recordó todo su turbulento pasado, todos sus amantes, todos sus errores. Perdió todo control, toda formalidad e irrumpió en llantos, en sollozos, ese llanto decía todo lo que palabras eran imposibles de expresar.

23. Aquella mujer quedó absorta, lo único que veía era a Jesús, le comenzó a besar, la palabra griega para adoración literalmente significa “postrarse y besar”.

24. Se desató su pelo, algo indecoroso frente a otros hombres, las mujeres hebreas sólo se descubrían su cabeza frente a sus maridos, hermanos o padres. Comenzó a secar aquellos callosos, sudorosos, malolientes y cansados pies del Señor.

25. La gloria de la mujer, su cabello, lo puso a los pies del Señor, esa acción decía: “Nada que tenga, nada que sea, nada que espere ser es más importante que amarte. Usaré todo lo que soy y todo lo que tengo, aún las cosas preciosas, las cosas de gloria para adorarte”.

26. Aquella mujer se abandonó en exhuberante adoración (para quienes miraban quizás inadecuada, inoportuna, irreverente pero para Jesús, el mayor acto de adoración que recibiera jamás en su vida terrenal).

27. Ella no pensaba en lo que otros pensaban de ella, este momento era celestial y no podía distraerse con nada más.

28. Ver. 38, ella estaba “fuera de control” en su adoración, era algo continuo, no algo que hizo una sola vez.

29. Aquella mujer le estaba dando a Jesús la adoración que Él merece pero que pocas veces recibe. En contraste con aquella mujer, estaba Simón, el que había invitado a Jesús pero no lo había adorado.

30. ¿Sabía usted que usted puede estar lleno de conocimiento bíblico, de religión, de tradición y aún así no tener intimidad con Dios?

31. Sólo mire a Simón, fariseo, conocía la Ley, el Pentateuco, el A.T., era un “mostro” en la Palabra pero no tenía conexión en el Espíritu con Jesús.

32. Usted puede conocer griego, hebreo, haber estudiado en el Seminario y aún así no conocer cómo relacionarse con Jesús, adorarlo e intimar con Él.

33. Dios anda buscando adoradores, no fanáticos, adoradores, no religiosos, adoradores, no tradicionalistas, adoradores, no fariseos.

34. La crítica no se hizo esperar, no fue expresada en voz alta, fue un pensamiento pero Jesús lo leyó. Ver. 39

35. La mente religiosa, fanática y farisaica de Simón no podía comprender tal derroche de emocionalismo, de “desorden”, de falta de observación de las reglas de decoro. No podía concebir tal escándalo, una mujer prostituta, ramera en mi casa, tirada a los pies de Jesús, llorando, gimiendo, con su cabello alborotado, ¡BESANDO!, ¡TOCANDO!, a un hombre que no es su esposo y para colmo arrojando un perfume tan caro que seguramente tenía que ser algún regalo de alguno de sus muchos amantes. ¡ESTO ERA TODO UN ESCÁNDALO, TODO UN DESORDEN ,TODA UNA VERGUENZA! ¡AY, MENTES ESTRECHAS DE LOS FARISEOS!

36. Un tiempo atrás una mujer llamada Mical actuó de manera igualmente farisaica cuando vio a un hombre adorar exhuberantemente. 2 Samuel 6:16-23

37. Mical pertenecía a los del orden, en los días de su padre, nunca ningún príncipe o rey hizo eso, adorar de esa manera, danzar, brincar. Yo le llamo a eso “el culto al orden”. Cuando un adorador verdadero sale a escena en medio de los religiosos, estos le acusan de violentar el orden, eso es inconcebible, ¿qué pensarán de nosotros? A fin de cuentas, ¿porqué tanta emoción, porqué tanto llanto, tanto levantar las manos, tanto arrodillarnos, tanto rato cantando, tanta música, tanto, tanto, tanto!!!!!

38. El trato de Dios para con los hombres y mujeres hoy es en una dimensión de mayor profundidad, de más intimidad con Él, de más manifestación de su Presencia, de más deleite y amor entre Él y nosotros.

39. Él está esperando de nosotros una adoración extravagante, conmovedora, pasional, que trascienda nuestro medio ambiente, que no vea ni escuche las críticas de los que están tan pegados a esta tierra que les es imposible despegar en el Espíritu a las alturas de la Presencia de Dios.

40. Está esperando momentos de tal intimidad que quedemos sin palabras ante su Majestad, quedemos extasiados, embriagados, atónitos, embebidos, absortos ante Su gloria y manifiesta Presencia. Debemos acabar de entender que reunirnos en el templo no tiene nada que ver con nosotros, tiene que ver todo con Él.

41. ¿Cuánto hace que sólo te postraste ante Él y dejaste que transcurrieran minutos u horas de puro deleite ante el Rey de Reyes y Señor de Señores? ¿O tu atareado itinerario no te permite contemplar a Tu Creador con emoción y deleite?

42. Aquella mujer se tomó todo su tiempo, había cruzado obstáculos para estar ante Él y ahora que estaba allí no desperdiciaría ni un segundo, lo besaría sin cesar, lloraría hasta que no le quedaran lágrimas, pondría toda gloria propia ante su Señor, se despojaría de sí misma y se entregaría en un éxtasis de amor.

43. Se quedó sin palabras, no eran necesarias, todo se detuvo, se detuvo la conversación, se detuvo la comida, se detuvo todo porque entró en escena una verdadera adoradora.

44. David danzaba mirando al Señor, estaban frente a frente, el gentío parecía que desapareció ante él, eran él y Dios solamente. Ante los demás lucía ridículo, extravagante pero ante su Dios lucía como un hijo embriagado de amor, como un hijo agradecido demostrándole a su Padre toda su gratitud.

45. Simón invitó a Jesús pero no lo honró, ni lo reverenció, ni le dio gloria. Jesús sabía lo que ocurriría, fue a la casa de Simón sólo para aguardar por la única verdadera adoradora que llegaría allí aquél día. Los demás estarían presentes pero se perderían el momento de gloria porque dentro de sus corazones y almas siguieron prevaleciendo la tradición, el orden y la hipocresía.

46. La única en aquél salón que lo vio realmente fue aquella mujer. Lo mismo pasa en la iglesia hoy, Jesús es invitado a su casa, hacemos una elocuente oración al comenzar invitándole, pero cuando quiere acercarse, dejarse sentir se lo impedimos o lo ignoramos, sólo los verdaderos adoradores lo contemplan y salen transformados por la experiencia, puedes estar en la casa donde Él está sin siquiera ver el borde de sus vestidos y saldrás sin ser sacudido por Su Presencia.

47. Para los que son como Simón, todo parece muy común y hasta aburrido o impropio, para los que son como la mujer todo lo que ocurre al estar contemplando a Jesús, amándolo, besándolo y llorando es fuera de lo común, está lleno de vida, es sobrenatural.

48. Números 9:15-23 Nos hemos quedado con la experiencia de salir de Egipto, nos hemos quedado cómodos en el desierto, dirigidos por la nube, pero según la nube se mueve, el pueblo tenía que moverse, pasaban meses y se habían establecido, se acomodaban pero de buenas a primeras, la nube se levantaba y era hora de moverse otra vez.

49. Había que recoger, había que desmontar el tabernáculo, la nube se movía y el pueblo también tenía que hacerlo. ¡HOY LA NUBE SE ESTÁ MOVIENDO Y EL PUEBLO SIGUE ESTANCADO, ACOMODADO EN LA RELIGIÓN, EN LAS ESTRUCTURAS Y LAS TRADICIONES DE LOS HOMBRES! Es mejor así, para qué complicarnos la vida, quedémonos en el “status quo”.

50. Dios está dirigiendo a su pueblo a otras dimensiones de experiencias con Él, nos quiere llevar al Sinaí, al lugar de Su manifiesta Presencia pero llevamos tiempo acomodados, donde hemos estado hasta ahora quedémonos, con lo que conocemos, pero ¿por qué mejor no seguimos la nube?

51. Hemos establecido orden , programas, hemos establecido “lo correcto”, según nuestros propios criterios, según nuestras propias concepciones , ideas y cajitas donde hemos enclaustrado a Dios.

52. Pero, ¿le hemos preguntado sinceramente a Dios sin prejuicios, sin críticas, sin actitud farisaica lo que Él quiere y lo que a Él le agrada?

53. Hay algunos que están tan desconectados del movimiento que está efectuando la nube de Dios que no sabemos nada de lo que está ocurriendo en el mundo con la iglesia, con el cuerpo de Cristo.

Conclusión

54. ¡Es hora de movernos con la nube! ¡Es hora de ir en pos de la Presencia de Dios! ¡Es hora de convertirnos en verdaderos adoradores! ¡Es tiempo de que brote una nueva canción, canción que brote del alma, es tiempo de tirar los relojes si nos estorban para poder contemplarle y disfrutar de intimidad con el Soberano!

55. !Es tiempo de deshacernos de las tradiciones , del orden, de la rutina, de los programas, de las ideas obsoletas de hombres que obstaculizan la verdadera adoración!

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