1 Samuel 25:1-39
Por las próximas 3 semanas queremos hablar de tres mujeres en la Biblia, que no son muy conocidas, pero de las cuales podemos aprender grandes lecciones. ¿Quiere decir esto que los hombres van a dejar de venir a los servicios? No.
Hoy vamos a meditar en una mujer de gran carácter e inteligencia: su nombre, Abigail. Todo lo que conocemos de ella está resumido en este capítulo, pero aún así es muy notable en el VT. Hablaremos de su sabiduría, determinación, sensitividad; tenía grandes destrezas interpersonales y una paciencia digna de imitar.
1 Sam. 25 da a lugar en los días de David. Samuel, el último juez de Israel había muerto; después de su sepultura, David y sus hombres van al desierto. Nabal, el esposo de Abigail, era un hombre rico, y tenía un negocio de ovejas y cabras.
El nombre “Nabal” significa “tonto” o “necio”. Dice la Biblia que era un “hombre duro y de malas obras” (“surly and mean in his dealings”). La palabra traducida “duro”, significa “cruel, gravoso, de corazón duro, pesado, terco, problemático.” Estaba podrido por dentro, nadie podía hablar con él.
Por el otro lado está Abigail, era inteligente y hermosa; tenía todo. Era una princesa casada con un necio, una ganadora con un perdedor. ¡Que mucho podemos aprender de ella!
Los vv. 2b y 4 van juntos. Nabal estaba en Carmel esquilando sus ovejas. David en el desierto, escucha de su actividad. El y sus hombres huían del rey y vivían de la tierra. Habían cuidado las ovejas de Nabal por 3 semanas. Era la costumbre del día compensar al que las cuidó. David envió a 10 hombres a colectar lo que merecían.
Nabal, apesar del servicio que había recibido, insulta a David, sus hombres, el honor de su familia, y rehusa ayudarles y darle lo que pidieron. David se enfureció y salió con su ejército para casa de Nabal para arreglar cuentas.
Mientras, de vuelta en el rancho, uno de los siervos de Nabal, que veía lo que estaba sucediendo, va a donde Abigail. Le pide que piense acerca de la situación y vea lo que puede hacer.
Antes de continuar, ¿qué hubiera hecho usted si hubiera estado en los zapatos de Abigail? ¿Hubiera empacado sus cosas y salido de allí? “¡Acabo se lo merece!”
Con la ayuda de sus siervos, Abigail recogió una cantidad enorme de comida y provisiones y salió para encontarse con David. Cuando llegó a donde él, se postró a sus pies, asumió la culpa, y le pidió que no prestara atención a su esposo; él, como dice su nombre, es tonto y necio. David le escucha, y decide no hacerle daño a Nabal (vv. 32-35).
Ella entonces regresa a su casa, y encuentra a su querido esposo borracho. En la mañana, después que se le pasó la borrachera, le dijo todo lo que había sucedido. Dice la Biblia que entonces, su corazón le falló y se quedó como una piedra. 10 días después Jehová le hirió y murió.
¿Qué lecciones podemos aprender de la vida de Abigail?
I. DIFERENCIAS ENTRE ESPOSO Y ESPOSA NO SIGNIFICA QUE
EL MATRIMONIO NO PUEDE CONTINUAR.
EXP ¿Cuantas personas se apresuran al matrimonio, solo para disolverlo meses o años después? ¿Porqué? Porque no pueden reconciliar sus diferencias.
ILL ¿Sabía usted que el por ciento de divorcios entre cristianos es más alto que el de personas inconversas? Es más, entre las denominaciones cristianas, los bautistas son el grupo que más divorcios experimentan.
APP ¿Porqué? Porque la mayoría de la gente no están dispuestos a hacer su matrimonio trabajar.
Si alguien estuvo en una relación que merecía un divorcio, fué Abigail. Pero aún así, permaneció en la relación y dió lo mejor de ella para hacerla trabajar.
¿Quiere tener un matrimonio exitoso? NO SE RINDA.
II. EL PAPEL O ROL PRINCIPAL DE UNA ESPOSA, ES APOYAR
A SU MARIDO.
EXP Esto fué lo que Abigail hizo, al arriesgar su vida para encontrarse con David.
Cuando usted le dijo “Sí’ a su marido, aceptó en ese momento la responsabilidad de ayudarle, levantarle y apoyarle. Ahora, no me malentienda. El también tiene muchas responsabilidades hacia usted. Pero ese no es el tema de hoy.
Dios le creó para ser la ayuda idónea de su esposo. El la necesita, sin usted está incompleto.
APP Si alguna mujer tenía razón para no apoyar su esposo, era Abigail. Todo lo que hacia era dar, mientras que Nabal solo recibía. No había un compromiso de ambos. Era a su manera o no se hacía. Era terco, obstinado; su vida estaba centrada en sí mismo.
Hubiera sido fácil para Abigail decirle a David: “David, no estoy de acuerdo con nada que Nabal hace, por favor no tomes esto en mi contra. Aqui te traje comida y provisiones; perdona mi vida y has lo que quieras con él. Alíviame de mi miseria.”
Ahora, ella no hizo eso. Sino que apoyó a su esposo, fué de ayuda para él, aunque no se lo mereciera.
Amar y hacerle bien a aquel que nos hace bien, es fácil. Pero amar y hacerle bien a aquel que nos hace mal, es difícil.
¿Quiere permanececer en su matrimonio? Ejerza gracia y misericordia cada día.
III. DIOS PUEDE OBRAR EN TU VIDA AÚN EN SITUACIONES
DIFÍCILES.
Sin duda, Abigail tenía una relación muy buena con Dios; la usó, como un medio de apoyo para sobrevivir en su matrimonio. Hoy, sigamos su ejemplo. Usemos nuestra relación con Dios para ayudarnos a sobrevivir nuestras luchas diarias (2 Cor. 4:7-10).
Tenemos problemas, pero no estamos derrotados. No sabemos qué hacer, pero no rendimos la esperanza de vivir. Somos perseguidos, pero no abandonados. Estamos heridos, pero no destruídos. Llevamos la muerte de Jesús en nuestros cuerpos para que su vida sea vista en nosotros.
OREMOS
LLAMADO A ESPOSAS A SER COMO ABIGAIL
LLAMADO A ESPOSOS A NO SER COMO NABAL
* ¿Cuán difícil le está haciendo usted a su
esposa permanecer en su matrimonio?
* Cuidado con el juicio de Dios.
LLAMADO A SALVACIÓN