Creer cuando sentimos que no hay esperanza

Es fácil creer y confiar en Dios cuando estamos bien, o cuando vemos cosas, cuando nuestra fe va respaldada por los hechos que estamos viendo; o sabemos que estamos sanos y aun nos queda vida, pero… ¿Qué pasa cuando nos encontramos en una situación en donde el panorama está totalmente en contra de nosotros?, ¿Cuándo estamos en medio de la enfermedad y el pronóstico es sombrío?; ¿Tenemos allí la misma capacidad de creer en lo que Dios puede hacer?, ¿Somos capaces de confiar con totalidad en que Dios obrara?, ó ¿Se nos es muy difícil creer que Dios obrara o que Él nos sanará? Seamos honestos: a nosotros se nos es fácil creer cuando vemos el poder de Dios actuando, pero cuando llegan esos tiempos de tormento, dolor, angustia y temor, en donde por más que oremos no encontramos respuesta, esos tiempos en donde pareciera que Dios además de guardar silencio también ha desaparecido, en esos momentos, seamos sinceros que NOS CUESTA CREER QUE ALGO BUENO PUEDE PASAR.