Por ministeriosintegrale . «Saliendo de Horeb –el Monte de Dios- y entrando en el monte del amorreo –el territorio enemigo que Dios pone en tu mano- Jehová nuestro Dios nos habló en Horeb, diciendo: Habéis estado bastante tiempo en este monte.
Volveos e id al monte del amorreo y a todas sus comarcas, en el Arabá, en el monte, en los valles, en el Neguev, y junto a la costa del mar, a la tierra del cananeo, y al Líbano, hasta el gran río, el río Eufrates.
Mirad, yo os he entregado la tierra; entrad y poseed la tierra que Jehová juró a vuestros padres Abraham, Isaac y Jacob, que les daría a ellos y a su descendencia después de ellos. Deuteronomio 1:6-8.
INTRODUCCIÓN.
Al tomar la tierra se yuxtaponen dos poderes, se contraponen dos poderes, aquel que estaba instaurado y aquel que entra para desalojarlo y tomar posesión.
Esto genera conflicto, guerra, batalla.
Ellos saben que venimos a tomar la tierra, tal como los habitantes de Jericó y de todo Canaán sabían que los hijos de Israel venía a tomar la tierra de la mano de Dios, y como estos se resisten a salir por diferentes métodos y estrategias.
A veces presentan batalla(Jos. 9:1-2), otras se cierran como Jericó, o tratan de engañarnos, o usan de astucia(Jos. 9:3-6); pero todos persiguen el mismo fin no salir, quedarse, y esto no puede ser así, no podemos convivir con ellos, son ellos o nosotros, el territorio no nos puede mantener a ambos.
El territorio es nuestro, no es para que lo compartamos con ellos. La mezcla trae problemas(Nm. 11:4).
Ellos son de tropiezo.
Puede que en el proceso tengamos que habitar entre ellos, pero esto no será siempre, debemos salir de en medio de ellos.
UNA ORDEN DE DIOS: ¡BASTA YA DE ESTAR EN EL MONTE!
Jehová nuestro Dios nos habló en Horeb, diciendo: Habéis estado bastante tiempo en este monte.
Volveos e ida al monte del amorreo y a todas sus comarcas, en el Arabá, en el monte, en los valles, en el Neguev, y junto a la costa del mar, a la tierra del cananeo, y al Líbano, hasta el gran río, el río Eufrates.
Mirad, yo os he entregado la tierra; entrad y poseed la tierra que Jehová juró a vuestros padres Abraham, Isaac y Jacob, que les daría a ellos y a su descendencia después de ellos.
Ya demasiado hemos estado en el monte, es hora de salir, es hora de avanzar, basta de dar vueltas en el mismo lugar(Dt. 1:6-8).
Nótese algo interesante el monte Horeb es el monte de Dios; y lo que Dios les dijo es: Salgan ya de mi monte y vayan al territorio enemigo, Dios los estaba enviando a la batalla, porque era hora de batallar, de salir, de conquistar para luego empezar a poseer.
Es lindo estar en la presencia de Dios, en el monte de Dios, y si bien es cierto muchas batallas se ganan en la presencia de Dios, otras hay que ganarlas en el territorio enemigo.
El amorreo no quiere salir, se resiste, pero aunque presente batalla caerá y tendrá que irse porque ese es el lugar que Dios ha entregado a su pueblo.
Cuando dejaron Horeb se encontraron con lo nuevo, pero también con los enemigos, con la guerra; se encontraron con el monte de amorreo, que les decía: Este territorio es mío y no voy a salir.
Creerle a Dios y no al amorreo, ya que está vencido y lo sabe.
Jericó está bien cerrada porque tiene temor y sabe que no puede hacer nada contra el poder de Dios.
El poder de Dios vence al poder del mundo.
Basta de dar vueltas y vueltas siempre en un mismo lugar, en una misma situación, basta ya de excusas, de estar siempre aprendiendo, es tiempo de avanzar, de crecer de una vez, de madurar. De dejar lo que es de niño, de ceñir como varón tus lomos, de dejar la leche y pasar al alimento sólido.
No vivas mirando el pasado, no vivas mirando atrás, pon la mano en el arado y avanza hacia delante, hacia lo que Dios te da y pone delante de ti, no mires lo que queda atrás, extiéndete a lo porvenir, que es grande y mucho mejor.
¡Delate ministrar! ¡Crece, toma el lugar que Dios ha preparado para ti!
¿Hasta cuándo serás negligente en tomar la tierra que Dios te da? ¿Hasta cuándo serás rebelde a la voz de Dios? ¿Hasta cuándo serás rebelde a la visión que Dios ha dado?
Y Josué dijo a los hijos de Israel: ¿Hasta cuándo seréis negligentes para venir a poseer la tierra que os ha dado Jehová el Dios de vuestros padres?
Josué 18:3.
Sal del monte.
¿Cuánto tiempo vas a estar dando vueltas en el mismo lugar siendo que Dios te dice que salgas? ¿Cuánto tiempo vas a tardar en obedecer, en decidirte y en determinarte? ¿Hasta cuándo te tiene que esperar?
¿Por qué sigues allí, siendo que tienes que salir? ¿Por qué debiendo ser ya maestro sigues siendo simplemente un oidor?
¿Hasta cuándo no le creerás s Dios?
Hay momentos de estar en Horeb, pero ahora es tiempo de salir al monte del amorrero.
Los paso que des serán todos guiados por Dios, el te mostrará los paso que debes de dar a medida que avances.
El hecho de no obedecer lo que Dios dice, de no salir y entrar al lugar que Dios mando provoca que no podamos ver ni alcanzar lo que ha prometido.
Esta actitud del pueblo de Israel canso a Dios.
Rebeldía también es llorar y lamentar por todo, quejarse; y cuando Dios habla poner excusas y argumentos como: Yo no puedo, yo no tengo, yo no sé.
Ser rebelde es vivir mirando el pasado y llorar por él, cuando Dios quiere darnos un nuevo presente y un futuro de gloria. Saúl es el triste ejemplo de fracaso por la rebeldía, empezó bien, pero termino mal(1ª Sa. 15).
Es vivir añorando Egipto, donde éramos esclavos, cuando Dios quiere darnos la tierra donde somos libres.
Este retrasa el *****plimiento de la palabra de Dios.
Es más puede privarte de ser y alcanzar lo que Dios te ha prometido.
“Sal de Horeb y al monte del amorrero”. No es que no tengas que pasar tiempo en la presencia de Dios, no, nada de eso, pasa tiempo en su presencia, pero eso si; luego ve a donde él te dice, no uses la presencia de Dios como un lugar para huir de tu responsabilidad.
En su presencia soy transformado, fortalecido para seguir adelante, no para quedarme.
Hubo momentos en los cuales Dios dijo: Estate quieto, pero ahora Dios dice: Camina, avanza, en sentido de la palabra que he soltado.
¡¡¡NO SIGAS DANDO VUELTAS, SAL DEL MONTE!!!
Israel por no haber hecho esto tuvo que esperar cuarenta años algo que podría haber recibido en un año, teniendo en cuenta cada una de las paradas que efectuó durante su peregrinación desde Egipto hasta que llegó la primera vez al Jordán.
¡¡¡UN AÑO LES LLEVO 40 AÑOS!!!
Todo por la queja, la rebeldía y la amargura. Esto lo llevo a quedarse afuera y por menospreciar lo que Dios le da.
Es un impedimento para ver el *****plimiento de la promesa(Nm. 14:21-23, He. 3:16-19).
La queja –y también la amargura- hastía el corazón de Dios(Nm. 11:4).
La queja –y también la amargura- hacen volver atrás y añorar la esclavitud(Nm. 11:5, 14:1-4).
La amargura te lleva a menosprecias la bendición de Dios, ellos menospreciaron el maná y la tierra prometida(Nm. 11:7, 14:31).
La amargura y la queja provocan a Dios(Nm. 11:18-10).
La amargura contamina, envenena el alma(He. 12:15).
La amargura genera rebeldía a la palabra(Nm. 14:7-10).
La amargura y la queja consumen, eso es lo que paso con Israel en el desierto(Nm. 14:32, 35).
Y esto no solamente los dañó a ellos sino a la siguiente generación, que tuvieron que vagar por el desierto cargando una herencia de maldición, es a esta generación que Dios le dice: ¡¡¡BASTA DE DAR VUELTAS EN EL MISMO LUGAR!!!
¡¡¡BASTA DE LLEVAR ESA CARGA!!!
Es hora de avanzar.
Es tiempo de ser libre.
Es tu decisión, es tu vida.
Incluso muchos años después, en la época de Jeremías, el pueblo seguía con la misma actitud.
Ante un hecho sucedido ellos querían volver a Egipto, a lo cual Dios les dijo que no lo hagan(Jer. 42:19).
No entres en Egipto, ellos no pueden salvarte, pero Israel vivía mirando a Egipto(Jer. 42:19, Is. 30:1-7, 7-17).
Pero el pueblo no quiso obedecer.
Actitud constante = rebeldía. “La palabra de Jehová no la oiremos de ti”(Jer. 44:16-17, Mt. 23:37).
Él pone delante de ti la bendición y la maldición; la vida y la muerte.
La bendición y la vida se obedeces, la maldición y la muerte si eres rebelde y desobedeces.
¿Qué harás? ¿Qué escogerás?
Tenemos la necesidad de oír la voz de Dios y obedecerla(Sal. 95:7ª, He. 3:7).
No endurecer el corazón(Sal. 95:8-11, He. 3:8-11).
Dios nos está advirtiendo(He. 3:12-13).
Dios es amor, pero también es fuego que consume, y si lo provocamos podemos encender este fuego(Nm. 11:1).
Esto no es misticismo ni algo abstracto, es real, es espiritual y concreto.
Implica determinación, decidir y actuar.
¿Por qué te detienes? ¿Qué te detienes?
¿Por qué sigues dando vueltas en el mismo lugar?
La pregunta de Dios: “¿Hasta cuándo… no me creerán, con todo lo que hecho?”(Nm. 14:11, 27, Mt. 17:17, Mr. 9:19, Lc. 9:41).
La actitud del pueblo hizo que dios tuviera que excluirlo de sus promesas, lo cual oacaiona el lamente de Dios(Sal. 81:11-16).
La clave = oír la palabra de Dios(Ex. 15:26, 19:5). El corazón del plan de Dios.
¿Qué harás? ¿Cuál será tu actitud?
Abre tu corazón(Ap. 3:20).
Dios te está pidiendo que hagas cosas que para tu realidad son imposibles, pero lo tenes que hacer vos.
Pedro, la bogar mar adentro y echar las redes en el mar.
Los díscipulos al repartir los cinco panes y los dos peces entre cinco mil.
Marta al correr la piedra de la tumba de Lázaro.
El noble al obedecer la palabra.
El ciego al ir a lavarse al Siloé.
Elías al salir de debajo del enebro e ir al Monte de Dios.
Los sirvientes al llenar las tinajas con agua y llevarla al encargado.
Jesús no hacía grandes oraciones públicas, sólo actuaba, la unica vez en que Jesús hizo una oración mirando al cielo, para que todos pudieran verlo y oirlo fue delante de la tumba de Lázaro y lo hizo para que ellos creyeran nada más.
Sacr de nuestras vidas nuestros escudos y cubiertas, en los cuales nos escondemos para no hacer lo que tenemos que hacer –argumentos y excusas tales como no puedo, no tengo fuerzas, etc.-
Salir de la comodidad de nuestra situación y necesidad, el imposible no es impedimento, la mujer que tenía flujo de sangre.
Dar el primer paso, Dios da los siguientes.
Acto de fe, actuar en fe, la fe sin obras es muerta; yo hago porque creo, porque tengo fe.
CAE JERICÓ… aunque esté bien cerrada y tras puertas de hierro(Jos. 6:1).
CAE HAI…
CUIDADO CON GABAON, DESTRÚYELA…
CAE BABILONIA.
GRANDES, GRANDES VICTORIAS…
JERICÓ.
No tomes nada de él, ya que no te bendecirá, ni sus recursos ni sus métodos. Ellos te atan y no te dejan avanzar, están bajo maldición(Jos. 6:17-18).
Sobre sangre están fundados. Debe caer para que puedas avanzar tomando la tierra.
No tomes nada de él, no te puede bendecir, sólo ponerte bajo maldición y turbación.
Jericó cae por el poder de Dios.
No eres bendecido por el poder del mundo, ni por sus recursos ni métodos, eres bendecido por el poder de Dios. Él te da de su poder.
NO TOMES NADA DE ELLOS.
Abraham no tomo nada del rey de sodoma(Gn. 14:21-24).
Eliseo no tomo nada de los presentes de Naamán(2ª Re. 5:15-16, 20-27).
No con ejercito ni con fuerza, sino con su Espíritu(Zac. 4:6).
Imposibilidad. Lo imposible, barreras. La realidad del mundo visible.
Guardar silencio. No hablar de más. Saber con quien hablar, saber a quién contarle los planes, proyectos y la visión(Jos. 6:10, Neh. 2:12, 16).
Esperar el momento y la orden de Dios.
HAI.
No vayas confiando en tu fuerza y en tu conocimiento, no vayas basado en tu estrategia, busca primero a Dios y él te dirá lo que debes hacer(Jos. 7:1-5, Jos. 8:1-3). No hagas nada confiando en tu poder, no consideres que por ser pequeño podrás hacerlo tu mismo, ya que si lo haces así serás avergonzado, ve a la batalla con la estrategia de Dios.
Ellos caerán por la revelación y estrategia de Dios.
No digas: Yo puedo vencer esto en mi fuerza, no te creas fuerte, te cuidado de ti mismo.
Es en Su fuerza, es en su poder, por Su revelación.
Cuando soy débil, entonces, soy fuerte; su poder se perfecciona en mi debilidad(2ª Co. 12:9-10).
¡Espérenlo de dónde no lo esperan! ¡Esperen lo inesperado! ¡Estén atentos! ¡No desconocer las maniobras del enemigo!
¡Guarden cada sector del muro! Tomen previsiones contra los enemigos, no se dejen sorprender.
Necesidad de revelación. No es por estrategias humanas.
Levantarse(Jos. 7:10).
No llorar por fracasos del pasado. Dejar de lamentarse por lo que paso, por lo que ya fue, por las experiencias vividas, Dios quiere y tiene cosas nuevas para nosotros.
Arrepentimiento y santificación(Jos. 7:13).
Recibir la estrategia de Dios y ponerla por obra, avanzar(Jos. 8:1-8).
Victoria(Jos. 8:17-29).
GABAON.
No entres en pacto con ellos, no hagas con ellos alianza.
No hagas un pacto que te atará y del cual te arrepentirás y traerá problemas y enojo(Jos. 9:16-18).
No son veraces, son mentirosos, tratan de engañarte para salvarse ellos.
No son del pueblo, son extranjeros.
Sólo tratan de salvarse, no se convierte ni entregan de verdad, buscan su propio beneficio.
No avanzan di dejan avanzar.
No consultar a Dios trae problemas. No hagas nada que él no te mande, no hagas nada, no te muevas sin preguntarle y consultarlo a él(Jos. 9:14-15). Encomienda a Dios tu camino(Sal. 37:5).
El enemigo trata de meterse y quedarse. Se hace el bueno, pero ocasiona problemas y atraso.
NO ENTRES EN ALIANZA CON ELLOS. Ellos te llevarán a pelear batallas que no son tuyas, que no te pertenecen, batallas que Dios nunca quiso para ti(Jos. 10:1-6).
BABILONIA.
El poderío, la opulencia, la sabiduría ocultista, tratarán de contaminarte, de sacarte tu identidad, manténte firme, santo, propón en tu corazón no contaminarte con Babilonia, ella caerá, ella tendrá que reconocer que eres diez veces mejor(Dn. 1:20) y que tienes un espíritu superior(Dn. 6:3).
Trata de oponerse para no salir, y de generar situaciones.
No cae por tu fuerza, cae porque te dispones.
Se levantará, luchará, pero caerá, no te contamines con ella, sal de en medio de ella, porque cae y no podrá levantarse más.
DANIEL PROPUSO EN SU CORAZÓN. Busco a Dios anhelo de él. Se determino, se afirmo, se preparo, se planto firme –en una palabra edifico- “Determinarás una cosa y te será firme”. Tenía tan sólo quince años, un adolescente que sufrió el asesinato de sus padres, la destrucción de su nación, el exilio, la esclavitud, la mutilación y hasta el intento de borrar su identidad –eso es el cambio de su nombre- pero el nunca perdió su identidad.
La disposición de corazón posee un efecto, la manifestación de la gloria de Dios.
Sabio y entendido.
Guardar la visión.
Dos cosas claves.
Era entendido(Dn. 1:17).
Era muy amado –tres veces es llamado así- (Dn. 9:23, 10:11, 19).
Daniel estuvo en medio de un conflicto grande.
Fue fuente de animo y fortaleza.
NO SE CONTAMINO CON LA COMIDA NI LA BEBIDA DEL REY. Esto era parte de lo que se sacrificaba a los ídolos –lo mejor de Babilonia- Daniel no ignoraba esto y no se contamino a pesar de todo. Por eso él y sus amigos fueron mejores(Dn. 1:15-20). Se guardo de la comida y la bebida. Lo que como y lo que bebo determina mi salud espiritual, somos lo que comemos y bebemos. Comer y beber de la palabra y del Espíritu Santo, tener hambre y sed de ellos, tener esa santa desesperación(Sal. 42:16, 81.7, Jn. 7:37-39). ¿Qué como y qué bebo? ¿De qué tengo hambre, de qué tengo sed? Mi hambre y mi sed tiene que ser de Él, de su presencia de su poder, una santa desesperación, un deseo que quema en nosotros. Pasión por Dios, pasión por su presencia.
Puede que en el proceso tengamos que habitar entre ellos, pero esto no será siempre, debemos salir de en medio de ellos.
Salir de su cultura, de su manera de pensar, porque nosotros somos diferentes, tenemos una nueva mentalidad, una nueva identidad.
Dios hace diferencia, hace separación.
SALID DE EN MEDIO DE ELLOS…
NO UNIRSE EN UN YUGO DESIGUAL(2ª Co. 14-18, 7:1, Jer. 50:8, ap. 18:4)…
No tenemos compañerismo con ellos.
No somos un mismo pueblo, por más que habitemos en un mismo espacio geográfico, tener bien clara nuestra identidad.
LA CLAVE.
PODER + REVELACIÓN + SANTIDAD –NO HACER ALIANZAS- + DISPOSICION = VICTORIA.
NO TOMES DE ELLOS NADA…
TOMA Y RECIBE TODO DE DIOS…
EMPRENDER Y PREVALECER.
Y Saúl dijo a David: Bendito eres tú, hijo mío David; sin duda emprenderás tú cosas grandes, y prevalecerás. Entonces David se fue por su camino, y Saúl se volvió a su lugar. 1ª Sa. 26:25.
Este un texto muy interesante, si nosotros miramos esta frase no fue dicha por alguien que amará a David, no fue dicha por algún profeta, no fue la bendición de alguno que deseará el favor de Dios sobre David, todo lo contrario, eran las palabras de Saúl, rey de Israel que buscaba a David para matarlo, es más este texto es el último de un pasaje de cómo Saúl –como tantas veces- había salido en busca de David para hacerle mal, pero como Dios lo había librado, ya que David era el ungido.
Saúl fue el primer rey de Israel, él había sido elegido para guiara al pueblo, pero lejos de eso hizo lo que quiso en vez de hacer lo que Dios le había dicho, él no guardó el pacto, y por eso fue desechado, porque él reinaba de acuerdo a los designios de su corazón y no conforme al corazón de Dios.
Pero en su infinita sabiduría Dios había elegido como rey a David, que apenas era un adolescentes, y durante largo tiempo lo fue preparando para ese día, en primer lugar en la casa de su padre, como pastor de ovejas, ya que el sería pastor del pueblo, en segundo lugar tocando para Saúl, viendo como se movían en la corte real.
Luego, pasado un tiempo, cuando se enfrento a Goliat, saliendo por el pueblo y defendiéndolo, y por último en los años de la persecución, en donde Dios trato con él, incluso haciendo que se juntarán a él los afligidos, los endeudados y los enlutados.
Todo esto fue parte del proceso de preparación de Dios para con David, proceso que lo llevaría al trono.
Saúl no ignoraba esto, y movido por la envidia y por el espíritu malo que lo dominaba trato de deshacerse de David, pero no puedo porque Dios estaba con él.
Pero ahora veamos este texto:
Bendito eres tú. Una realidad, expresa una forma de vida, un estilo de vivir; se es bendito o se es maldito. La bendición de Dios –en primer instancia- es el resultado de la redención, de ser libres de la maldición del pecado por el sacrificio de Cristo. Pero también, una vez que somos hijos, la bendición viene como consecuencia de movernos en el sentido de la palabra de Dios. La bendición no es sólo en un área, es en todas las áreas de nuestra vida.
Sin duda emprenderás tú cosas grandes. Emprender es iniciar algo desde el principio, cuando no hay nada y no se ve nada. Nosotros somos emprendedores, emprendedores de Dios.
Es notable destacar que David recibió un reino derrotado y vencido –estaban sojuzgados por los filisteos- un reino en ruinas; un reino, que si se quiere, que había sufrido a Saúl y su reinado por cuarenta años, pero que bajo el liderazgo de David se transformaría en un reino prospero, bendecido; que se extendería y ganaría terreno –porque la bendición que estaba sobre él se había pasado y extendido al reino- David había emprendido, y de un reino pequeño y con la bendición lo llevó a ser uno de los reinos más grandes de aquel entonces.
Las cosas que vamos a emprender son grandes, tenemos que sacar la mentalidad de lo poco, de lo pequeño, Dios quiere para nosotros cosas grandes, y esto es según Dios, no según nosotros. Dios quiere cosas grandes en todas las áreas de nuestra vida, “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”(3ª Jn).
El asunto está en si yo quiero recibir lo grande, ya que lo grande implica un mayor desafío de fe –salir de la comodidad de lo poco y pequeño, de lo ya conocido- un mayor compromiso y responsabilidad, pero también una mayor bendición. ¿Quiero yo lo grande? ¿O por comodidad, temor o conformismo sigo viviendo con lo poco? ¿Sigo viviendo de maná? Aunque para eso tenga que seguir peregrinando en el desierto, ¿o entro en la tierra para sembrar y cosechar abundantemente? Aunque esta este habitada por gigantes y halla ciudades fortificadas y deba batallar y conquistar tomando posesión de ella. Yo decido vivir como pollo o como águila.
Érase una vez un hombre, que mientras caminaba por el bosque, encontró un aguilucho. Se lo llevó a su casa y lo puso en un corral, donde pronto aprendió a comer la misma comida que los pollos y a conducirse como estos. Un día un naturalista que pasaba por allí le preguntó al propietario porqué razón un águila, el rey de todas las aves y los pájaros, tenía que permanecer encerrada en el corral con los pollos.
-Como le he dado la misma comida que a los pollos y le he enseñado a ser pollo, nunca ha aprendido a volar- respondió el propietario. –Se conduce como los pollos, y por tanto, ya no es un águila-
-Sin embargo- insistió el naturalista –tiene corazón de águila y, con toda seguridad, se le puede enseñar a volar-
Después de discutir un poco más, los dos hombres convinieron en averiguar si era posible que el águila volara. El naturalista la tomó en sus brazos suavemente y le dijo: “Tú perteneces al cielo, no a la tierra. Abre las alas y vuela”.
El águila, sin embargo, estaba confusa; no sabía qué era y, al ver a los pollos comiendo, saltó y se reunió con ellos de nuevo.
Sin desanimarse, al día siguiente, el naturalista llevó al águila al tejado de la casa y le animó diciéndole: “Eres un águila. Abre las alas y vuela”. Pero el águila tenía miedo de su yo y del mundo desconocido y saltó una vez más en busca de la comida de los pollos.
El naturalista se levantó temprano al tercer día, sacó al águila del corral y la llevó a una montaña. Una vez allí, alzó al rey de las aves y le animó diciendo: “Eres un águila. Eres un águila y perteneces tanto al cielo como a la tierra. Ahora, abre las alas y vuela”.
El águila miró alrededor, hacia el corral, y arriba, hacia el cielo. Pero siguió sin volar. Entonces, el naturalista la levantó directamente hacia el sol; el águila empezó a temblar, a abrir lentamente las alas y finalmente, con un grito triunfante, voló alejándose en el cielo.
Es posible que el águila recuerde todavía a los pollos con nostalgia; hasta es posible que, de cuando en cuando, vuelva a visitar el corral. Que nadie sepa, el águila nunca ha vuelto a vivir vida de pollo. Sin embargo, fue un águila, pese a que fue mantenida y domesticada como un pollo.
Esta parábola refleja muy bien la situación de cada uno de nosotros y del hombre de hoy. Este ha perdido su identidad y el sentido de la vida. ¿Quién es el hombre? ¿Cuál es el sentido de su vida? ¿Quién soy yo? La respuesta no es fácil ¿Soy águila o soy pollo? Mi conciencia me dice lo primero, mi forma de vida tal vez lo segundo.
Como el aguilucho, el hombre ha perdido identidad. A fuerza de vivir en el corral y de comer la comida de los pollos, ha traicionado su verdadera esencia y se ha rebajado. Ya no sabe lo que es. Ha perdido el sentido de la actividad y de su vida.
El hombre, como el águila, es el rey de la creación. Posee un corazón grande capaz de anhelar lo sublime. Tiene alas para perseguir lo más alto. Sin embargo, se ha encarcelado en el corral; la sociedad de consumo lo tiene atrapado en sus fauces voraces. Y es que es mucho más fácil y placentero ser pollo que águila.
El pollo posee la seguridad del corral, la comodidad de las rejas que delimitan su espacio, el cuidado de su amo, la tranquilidad del alimento asegurado, la protección frente a las vicisitudes de la vida.
El águila, sin embargo, debe asumir el riesgo de moverse en un espacio sin límites, tiene que estar alerta para no caer en manos del cazador que la convertiría en trofeo de caza o en pieza de museo, tiene que luchar frecuentemente en la soledad y en un ambiente adverso, por proteger y defender su vida de quienes quieren someterla.
Pero el pollo ha perdido su libertad, la ha entregado a cambio de unos granos de trigo que llenen su buche hambriento, es explotado y sometido al sucio mercado de la compra y venta. El águila en cambio, es libre, sus alas le permiten surcar los cielos y explorar horizontes siempre nuevos.
¡Que triste es ver al hombre, como el aguilucho, en el corral comiendo la comida de los pollos y llevando la vida de estos, cuando su corazón y su mente están hechos para cosas más grandes!
La tarea no es fácil; en parte, porque estamos convencidos de ser pollos o porque no conocemos cuál es realmente nuestra identidad; en parte, porque nuestros amos, la comodidad, la dependencia y el consumismo, no nos dejan salir. Sentiremos miedo, indecisión; tendremos que luchar contra la inercia, que una y otra vez tratará de devolvernos al corral. Únicamente el aire limpio de la montaña y la contemplación de ideales tan nobles y altos como el sol, podrán desplegar nuestras alas y hacer cantar el grito triunfante de la liberación.
Recordaremos con nostalgia nuestra vida de pollos y sufriremos la tentación de volver al corral. Pero quien realmente descubre su vocación a la libertad y encuentra un claro sentido de su vida, jamás dará un paso atrás en su decisión de llevar una existencia auténticamente humana.
En este momento de tu vida ¿Con quién te identificas más con el águila o con el pollo? ¿Cuál es el sueño de tu vida? ¿Qué te impide volar?
Prevalecerás. Prevalecer es perseverar, estar firme y seguro, es tener fuerza y fortaleza para llegar hasta el final; y poder iniciar un nuevo emprendimiento. Otra definición dice que prevalecer es predominar, o sea ejercer dominio, nosotros dominaremos, pues somos hijos de Dios, somos reyes y sacerdotes del Dios que es Rey de reyes y Señor de señores. Implica comenzar bien y terminar bien, no dejando nada por la mitad.
Es superar los obstáculos que se presentan y sortearlos.
Nótese que él que habla es Saúl, él reconoce que David era bendito, incluso que tenía la tarea de reinar, pero en ningún momento se nos dice que dejo de ser su enemigo.
Esto nos muestra que nuestros enemigos reconocerán que la bendición de Dios está sobre nuestras vidas, y que nosotros somos benditos de Jehová; y que lo que estamos haciendo es la obra de Dios para la cual él nos ha designado.
Es interesante destacar que a pesar de esta palabra David no se unió a Saúl, pues él sabía que seguía siendo su enemigo y que tenía un espíritu contrario y había sido desechado por Dios.
La Biblia dice que: “Saúl volvió a su lugar”. Volvió a su trono, a su reino en ruinas, un lugar que Dios mismo se encargaría de mover para establecer a su escogido, a David.
Y de David se dice: “que siguió por su camino”, él aún estaba yendo hacia el proyecto de lo que Dios le había dicho.
Aún quedaba camino por recorrer, de igual manera nosotros tenemos un camino por andar hasta alcanzar lo que Dios nos ha dicho, no importa que el malo este en su lugar y que parezca que yo estoy errante; voy a caminar y a alcanzarlos, voy a llegar al proyecto de vida que Dios tiene para mí.
Tengo pies como de ciervas, no tengo pasos estrechos, mi camino es como la luz de la aurora, cada vez va en mayor aumento hasta que es completamente de día. “Mas la senda del justo es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto”(Pr. 4:18).
No mires lo que queda atrás, sino que me extiendo en fe a lo porvenir, a lo que tengo por delante sigo, porque este camino me lleva al *****plimiento de la palabra de Dios, al proyecto de vida que Dios preparo para mí. “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”.
CONCLUSION.
Saúl sabía que David iba a ser rey, reconocía que sobre sí tenía palabra, que Dios lo había ungido, pero en ningún momento dejo de ser su enemigo ni dejo de querer matarlo.
Y aunque Saúl estaba en el trono, David era el rey.
Hasta que llega el momento del *****plimiento total de la palabra, de la manifestación de que Dios ha dicho.
Los dos comparten un mismo territorio, un mismo espacio, pero esto no será siempre así, ya que Dios pondrá a su pueblo al frente y le entregará toda la tierra, y este deberá tomar posesión.
Dios de a poco, paulatinamente ha ido derrotando y entregando la tierra, esto lo hace así para que nosotros vayámonos fortaleciendo y creciendo.
Cada vez que se ha abierto una puerta esta ha revelado un nuevo y mayor territorio a poseer, un nuevo nivel; y este, luego de que lo hemos poseído, nos ha conducido a puertas cada vez mayores con un territorio nuevo y mayor; más grande.
Estamos frente a la puerta, tenemos que entrar por ella, no nos quedemos tan solamente mirando a través de ellos todo lo que hay, tenemos que entrar al nuevo territorio, pasar al siguiente nivel, Dios quiere darnos más.
Dios abre delante de nosotros una puerta abierta que nadie puede cerrar, aunque nosotros tengamos poca fuerza(Ap. 3:7-8).
Dios entrega a tus enemigos en tus manos, no les temas en nada, ellos caerán delante de ti, no por tu fuerza ni por tu brazo, sino porque dios lo hace(Ap. 3:9).
En medio de la batalla Dios te guarda(Ap. 3:10).
Reten lo que Dios te ha dado, guarda en él tu corazón y el te guardará y te dará victoria(Ap. 3:11-13).
No tengas temor de lo que vienen, porque vienen días de intensa batalla y gran guerra, pero el que está contigo en el Dios; el es quien te dará victoria(Ap. 2:10-11).
Dios conoce u juzga a la sinagoga de satanás, ellos caen(Ap. 2:9). Serán avergonzados.
No nos conformemos, vayamos por más. Esto es sólo un paso en el proceso.
Su obra aún no ha terminado, todavía queda mucha tierra por poseer(Jos. 13:1).
Este es el inicio, es solamente el principio.
¡BASTA DE DAR VUELTAS EN EL MISMO LUGAR! –Síntesis-
Saliendo de Horeb –el Monte de Dios- y entrando en el monte del amorreo –el territorio enemigo que Dios pone en tu mano-
Palabra 05 y 06 de octubre del 2005.
Jehová nuestro Dios nos habló en Horeb, diciendo: Habéis estado bastante tiempo en este monte.
Volveos e ida al monte del amorreo y a todas sus comarcas, en el Arabá, en el monte, en los valles, en el Neguev, y junto a la costa del mar, a la tierra del cananeo, y al Líbano, hasta el gran río, el río Eufrates.
Mirad, yo os he entregado la tierra; entrad y poseed la tierra que Jehová juró a vuestros padres Abraham, Isaac y Jacob, que les daría a ellos y a su descendencia después de ellos.
Deuteronomio 1:6-8.
INTRODUCCIÓN.
Al tomar la tierra se yuxtaponen dos poderes, se contraponen dos poderes, aquel que estaba instaurado y aquel que entra para desalojarlo y tomar posesión. Esto genera conflicto, guerra, batalla.
A veces presentan batalla(Jos. 9:1-2), otras se cierran como Jericó, o tratan de engañarnos, o usan de astucia(Jos. 9:3-6); pero todos persiguen el mismo fin no salir, quedarse, y esto no puede ser así, no podemos convivir con ellos, son ellos o nosotros, el territorio no nos puede mantener a ambos.
El territorio es nuestro, no es para que lo compartamos con ellos. La mezcla trae problemas(Nm. 11:4).
UNA ORDEN DE DIOS: ¡BASTA YA DE ESTAR EN EL MONTE!
Jehová nuestro Dios nos habló en Horeb, diciendo: Habéis estado bastante tiempo en este monte.
Volveos e ida al monte del amorreo y a todas sus comarcas, en el Arabá, en el monte, en los valles, en el Neguev, y junto a la costa del mar, a la tierra del cananeo, y al Líbano, hasta el gran río, el río Eufrates.
Mirad, yo os he entregado la tierra; entrad y poseed la tierra que Jehová juró a vuestros padres Abraham, Isaac y Jacob, que les daría a ellos y a su descendencia después de ellos.
Ya demasiado hemos estado en el monte, es hora de salir, es hora de avanzar, basta de dar vueltas en el mismo lugar(Dt. 1:6-8).
Horeb es el monte de Dios; y lo que Dios les dijo es: Salgan ya de mi monte y vayan al territorio enemigo, Dios los estaba enviando a la batalla, porque era hora de batallar, de salir, de conquistar para luego empezar a poseer.
Creerle a Dios y no al amorreo, ya que está vencido y lo sabe.
Basta de dar vueltas y vueltas siempre en un mismo lugar, en una misma situación, basta ya de excusas, de estar siempre aprendiendo, es tiempo de avanzar, de crecer de una vez, de madurar. De dejar lo que es de niño, de ceñir como varón tus lomos, de dejar la leche y pasar al alimento sólido.
No vivas mirando el pasado, no vivas mirando atrás, pon la mano en el arado y avanza hacia delante, hacia lo que Dios te da y pone delante de ti, no mires lo que queda atrás, extiéndete a lo porvenir, que es grande y mucho mejor.
¿Hasta cuándo serás negligente en tomar la tierra que Dios te da? ¿Hasta cuándo serás rebelde a la voz de Dios? ¿Hasta cuándo serás rebelde a la visión que Dios ha dado? Y Josué dijo a los hijos de Israel: ¿Hasta cuándo seréis negligentes para venir a poseer la tierra que os ha dado Jehová el Dios de vuestros padres? Josué 18:3.
Saúl es el triste ejemplo de fracaso por la rebeldía, empezó bien, pero termino mal(1ª Sa. 15).
¡¡¡NO SIGAS DANDO VUELTAS, SAL DEL MONTE!!! ¡¡¡UN AÑO LES LLEVO 40 AÑOS!!!
Es un impedimento para ver el *****plimiento de la promesa(Nm. 14:21-23, He. 3:16-19).
La queja –y también la amargura- hastía el corazón de Dios(Nm. 11:4).
La queja –y también la amargura- hacen volver atrás y añorar la esclavitud(Nm. 11:5, 14:1-4).
La amargura te lleva a menosprecias la bendición de Dios, ellos menospreciaron el maná y la tierra prometida(Nm. 11:7, 14:31).
La amargura y la queja provocan a Dios(Nm. 11:18-10).
La amargura contamina, envenena el alma(He. 12:15).
La amargura genera rebeldía a la palabra(Nm. 14:7-10).
La amargura y la queja consumen, eso es lo que paso con Israel en el desierto(Nm. 14:32, 35).
A esta generación que Dios le dice: ¡¡¡BASTA DE DAR VUELTAS EN EL MISMO LUGAR!!! ¡¡¡BASTA DE LLEVAR ESA CARGA!!!
No entres en Egipto, ellos no pueden salvarte, pero Israel vivía mirando a Egipto(Jer. 42:19, Is. 30:1-7, 7-17).
Actitud constante = rebeldía. “La palabra de Jehová no la oiremos de ti”(Jer. 44:16-17, Mt. 23:37).
Él pone delante de ti la bendición y la maldición; la vida y la muerte. La bendición y la vida se obedeces, la maldición y la muerte si eres rebelde y desobedeces(Dt. 11:26, 30:9). ¿Qué harás? ¿Qué escogerás?
Tenemos la necesidad de oír la voz de Dios y obedecerla(Sal. 95:7ª, He. 3:7).
No endurecer el corazón(Sal. 95:8-11, He. 3:8-11).
Dios nos está advirtiendo(He. 3:12-13).
Dios es amor, pero también es fuego que consume, y si lo provocamos podemos encender este fuego(Nm. 11:1).
La pregunta de Dios: “¿Hasta cuándo… no me creerán, con todo lo que hecho?”(Nm. 14:11, 27, Mt. 17:17, Mr. 9:19, Lc. 9:41).
La actitud del pueblo hizo que dios tuviera que excluirlo de sus promesas, lo cual oacaiona el lamente de Dios(Sal. 81:11-16).
La clave = oír la palabra de Dios(Ex. 15:26, 19:5). El corazón del plan de Dios.
Abre tu corazón(Ap. 3:20).
CAE JERICÓ… aunque esté bien cerrada y tras puertas de hierro(Jos. 6:1). CAE HAI… CUIDADO CON GABAON, DESTRÚYELA… CAE BABILONIA. GRANDES, GRANDES VICTORIAS…
JERICÓ.
NO TOMES NADA DE ELLOS(Jos. 6:17-18).
Abraham no tomo nada del rey de sodoma(Gn. 14:21-24).
Eliseo no tomo nada de los presentes de Naamán(2ª Re. 5:15-16, 20-27).
No con ejercito ni con fuerza, sino con su Espíritu(Zac. 4:6).
Imposibilidad. Lo imposible, barreras. La realidad del mundo visible.
Guardar silencio. No hablar de más. Saber con quien hablar, saber a quién contarle los planes, proyectos y la visión(Jos. 6:10, Neh. 2:12, 16).
Esperar el momento y la orden de Dios.
HAI.
¡Espérenlo de dónde no lo esperan! ¡Esperen lo inesperado! ¡Estén atentos! ¡No desconocer las maniobras del enemigo!
¡Guarden cada sector del muro! Tomen previsiones contra los enemigos, no se dejen sorprender.
Necesidad de revelación. No es por estrategias humanas(Jos. 7:1-5, Jos. 8:1-3).
Levantarse(Jos. 7:10).
No llorar por fracasos del pasado. Dejar de lamentarse por lo que paso, por lo que ya fue, por las experiencias vividas, Dios quiere y tiene cosas nuevas para nosotros.
Arrepentimiento y santificación(Jos. 7:13).
Recibir la estrategia de Dios y ponerla por obra, avanzar(Jos. 8:1-8).
Victoria(Jos. 8:17-29).
Cuando soy débil, entonces, soy fuerte; su poder se perfecciona en mi debilidad(2ª Co. 12:9-10).
GABAON.
No hagas un pacto que te atará y del cual te arrepentirás y traerá problemas y enojo(Jos. 9:16-18).
No consultar a Dios trae problemas. No hagas nada que él no te mande, no hagas nada, no te muevas sin preguntarle y consultarlo a él(Jos. 9:14-15). Encomienda a Dios tu camino(Sal. 37:5).
El enemigo trata de meterse y quedarse. Se hace el bueno, pero ocasiona problemas y atraso.
NO ENTRES EN ALIANZA CON ELLOS. Ellos te llevarán a pelear batallas que no son tuyas, que no te pertenecen, batallas que Dios nunca quiso para ti(Jos. 10:1-6).
BABILONIA.
Propón en tu corazón no contaminarte con Babilonia, ella caerá, ella tendrá que reconocer que eres diez veces mejor(Dn. 1:20) y que tienes un espíritu superior(Dn. 6:3).
TENER CLARA NUESTRA IDENTIDAD.
DANIEL PROPUSO EN SU CORAZÓN. Busco a Dios anhelo de él. Se determino, se afirmo, se preparo, se planto firme –en una palabra edifico- “Determinarás una cosa y te será firme”. Tenía tan sólo quince años, un adolescente que sufrió el asesinato de sus padres, la destrucción de su nación, el exilio, la esclavitud, la mutilación y hasta el intento de borrar su identidad –eso es el cambio de su nombre- pero el nunca perdió su identidad.
La disposición de corazón posee un efecto, la manifestación de la gloria de Dios.
Sabio y entendido.
Guardar la visión.
Dos cosas claves.
Era entendido(Dn. 1:17).
Era muy amado –tres veces es llamado así- (Dn. 9:23, 10:11, 19).
Daniel estuvo en medio de un conflicto grande.
Fue fuente de animo y fortaleza.
NO SE CONTAMINO CON LA COMIDA NI LA BEBIDA DEL REY(Dn. 1:15-20). Comer y beber de la palabra y del Espíritu Santo, tener hambre y sed de ellos, tener esa santa desesperación(Sal. 42:16, 81.7, Jn. 7:37-39). ¿Qué como y qué bebo? ¿De qué tengo hambre, de qué tengo sed? Mi hambre y mi sed tiene que ser de Él, de su presencia de su poder, una santa desesperación, un deseo que quema en nosotros. Pasión por Dios, pasión por su presencia.
LA CLAVE.
PODER + REVELACIÓN + SANTIDAD –NO HACER ALIANZAS- + DISPOSICION = VICTORIA.
NO TOMES DE ELLOS NADA…
TOMA Y RECIBE TODO DE DIOS…
EMPRENDER Y PREVALECER.
Y Saúl dijo a David: Bendito eres tú, hijo mío David; sin duda emprenderás tú cosas grandes, y prevalecerás. Entonces David se fue por su camino, y Saúl se volvió a su lugar. 1ª Sa. 26:25.
Bendito eres tú. Una realidad, expresa una forma de vida, un estilo de vivir; se es bendito o se es maldito. La bendición de Dios –en primer instancia- es el resultado de la redención, de ser libres de la maldición del pecado por el sacrificio de Cristo. Pero también, una vez que somos hijos, la bendición viene como consecuencia de movernos en el sentido de la palabra de Dios. La bendición no es sólo en un área, es en todas las áreas de nuestra vida.
Sin duda emprenderás tú cosas grandes. Emprender es iniciar algo desde el principio, cuando no hay nada y no se ve nada. Nosotros somos emprendedores, emprendedores de Dios. Las cosas que vamos a emprender son grandes, tenemos que sacar la mentalidad de lo poco, de lo pequeño, Dios quiere para nosotros cosas grandes, y esto es según Dios, no según nosotros. Dios quiere cosas grandes en todas las áreas de nuestra vida ¿Quiero yo lo grande? ¿O por comodidad, temor o conformismo sigo viviendo con lo poco? ¿Sigo viviendo de maná? Aunque para eso tenga que seguir peregrinando en el desierto, ¿o entro en la tierra para sembrar y cosechar abundantemente? Aunque esta este habitada por gigantes y halla ciudades fortificadas y deba batallar y conquistar tomando posesión de ella.
David recibió un reino derrotado y vencido –estaban sojuzgados por los filisteos- en ruinas; que había sufrido a Saúl y su reinado por cuarenta años, pero que bajo el liderazgo de David se transformaría en un reino prospero, bendecido; que se extendería y ganaría terreno –porque la bendición que estaba sobre él se había pasado y extendido al reino- David había emprendido, y de un reino pequeño y con la bendición lo llevó a ser uno de los reinos más grandes de aquel entonces.
Prevalecerás. Prevalecer es perseverar, estar firme y seguro, es tener fuerza y fortaleza para llegar hasta el final; y poder iniciar un nuevo emprendimiento. Otra definición dice que prevalecer es predominar, o sea ejercer dominio, nosotros dominaremos, pues somos hijos de Dios, somos reyes y sacerdotes del Dios que es Rey de reyes y Señor de señores. Implica comenzar bien y terminar bien, no dejando nada por la mitad.
Superar los obstáculos que se presentan y sortearlos.
Nuestros enemigos reconocerán que la bendición de Dios está sobre nuestras vidas.
David no se unió a Saúl, pues sabía que seguía siendo su enemigo y que tenía un espíritu contrario y había sido desechado por Dios.
“Saúl volvió a su lugar”. Volvió a su trono, a su reino en ruinas, un lugar que Dios mismo se encargaría de mover para establecer a su escogido, a David.
David “siguió por su camino”, él aún estaba yendo hacia el proyecto de lo que Dios le había dicho. Aún quedaba camino por recorrer, de igual manera nosotros tenemos un camino por andar hasta alcanzar lo que Dios nos ha dicho, no importa que el malo este en su lugar y que parezca que yo estoy errante; voy a caminar y a alcanzarlos, voy a llegar al proyecto de vida que Dios tiene para mí.
No mires lo que queda atrás, sino que me extiendo en fe a lo porvenir, a lo que tengo por delante sigo, porque este camino me lleva al *****plimiento de la palabra de Dios, al proyecto de vida que Dios preparo para mí. “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”.
CONCLUSION.
Estamos frente a la puerta, tenemos que entrar por ella, no nos quedemos tan solamente mirando a través de ellos todo lo que hay, tenemos que entrar al nuevo territorio, pasar al siguiente nivel, Dios quiere darnos más.
Dios abre delante de nosotros una puerta abierta que nadie puede cerrar, aunque nosotros tengamos poca fuerza(Ap. 3:7-8).
Dios entrega a tus enemigos en tus manos, no les temas en nada, ellos caerán delante de ti, no por tu fuerza ni por tu brazo, sino porque dios lo hace(Ap. 3:9).
En medio de la batalla Dios te guarda(Ap. 3:10).
Reten lo que Dios te ha dado, guarda en él tu corazón y el te guardará y te dará victoria(Ap. 3:11-13).
No tengas temor de lo que vienen, porque vienen días de intensa batalla y gran guerra, pero el que está contigo en el Dios; el es quien te dará victoria(Ap. 2:10-11).
Dios conoce u juzga a la sinagoga de satanás, ellos caen(Ap. 2:9). Serán avergonzados.
Su obra aún no ha terminado, todavía queda mucha tierra por poseer(Jos. 13:1).
Este es el inicio, es solamente el principio.