Título: Cómo convertirnos en instrumentos útiles en manos de Dios
Lectura Bíblica: Hechos 9:1-20
Introducción:
Saulo era un fiel judío, convencido que perseguir a los cristianos era algo que honraba a Dios. No obstante, los hechos comprobaron que no era así. Tal vez estemos en un sendero que creemos apropiado, pero no estamos ministrando adecuadamente delante de Aquél que nos llamó a servirle. Es tiempo de hacer un cuidadoso análisis, a la luz de las Escrituras, para mirar de qué manera Dios transformó la vida de Saulo y lo llevó a ser Pablo, el valiente soldado de Cristo que llevó el Evangelio a muchas naciones. Igual puede ocurrir con nosotros si nos disponemos para Él.
I. Es necesario evaluar si el camino religioso por el que andamos es el correcto (vv. 1, 2)
1. ¿Qué tipo de servicio prestamos al Reino de Dios? (v. 1)
a. No siempre aquello que creemos honra a Dios, en verdad lo hace (v. 1)
“Saulo respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor…”
b. Desde su concepción religiosa, Saulo (Pablo) creía hacer lo correcto (Cf. Hechos 8:3; 22:4-16; 26:9-18)
2. Creer que nuestra denominación religiosa tiene toda la verdad revelada, puede dar lugar a señalar y perseguir a cristianos auténticos (v. 29
II. Si lo buscamos, Dios cambia el camino por el que hoy andamos (vv. 4-9)
1. Dios cambia el curso de nuestra historia (v. 4)
a. Dios viene a nuestro encuentro
b. Dios confronta nuestra vida
“Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”
2. Es necesario, como Saulo, formularnos dos preguntas que marcan la diferencia en nuestro presente y vida eterna (vv. 5, 6)
a. ¿Quién eres, Señor? (v. 5)
a.1. Dios se reveló a Saulo: “Yo soy Jesús, a quien tu persigues…”
a.2. Dios nos revela cuando hemos fallado: “…dura cosa te es dar coces contra el aguijón.”
b. ¿Qué quieres que haga? (v. 6)
b.1. Dios nos revela un cambio de nuestra ruta: “Levántate y entra en la ciudad…”
b.2. Dios nos revela un cambio de planes: “… y se te dirá lo que debes hacer…”
3. El trato de Dios con nosotros es personal porque tiene un plan específico (vv. 7-9. Cf. Hechos 22:9; 26:13, 14; Gálatas 1:17)
III. Dios cambia nuestro camino para llevarnos a un nuevo nivel en el ministerio (vv.10-20)
1. Dios no improvisa; tiene todo cuidadosamente calculado (vv.10-12)
a. Dios utilizó a Ananías, un hombre consagrado en oración (v. 10)
b. Dios le reveló en visión a Ananías, que debía buscar a Saulo (vv.11, 12)
2. Dios no desecha a ninguna persona. Aquél en quien menos pensamos, puede terminar siendo poderoso instrumento en manos de Dios (vv.13-16)
a. Dios escogió a Saulo para ser instrumento útil en la extensión del Reino de Dios (v. 15; Cf. Hechos 13:2; Efesios 3.7; Gálatas 2:7, 8)
b. Dios dispuso tratar con la vida de Saulo para llevarlo a ser instrumento útil en Sus manos (v. 16)
3. La rendición de Saulo ante Dios, le llevó a experimentar sanidad física y espiritual (vv. 17, 18)
4. Cuando nos disponemos para Dios, nos convertimos en instrumentos útiles para el Reino (vv.19, 20)
Conclusión:
Dios tiene una forma muy particular de tratar con cada uno de nosotros. Y lo hace, para pulirnos y llevarnos a un nuevo nivel de crecimiento, para que lleguemos a ser poderosos instrumentos en Sus manos. La decisión es nuestra: Permitimos que Dios nos trate o, por el contrario, nos tornamos reacios y no podremos ser utilizados para extender el Reino. Saulo experimentó este tránsito: de ser un perseguidor de la iglesia, a convertirse en soldado de Cristo. Impactó su entorno. La decisión está hoy en sus manos.
© Fernando Alexis Jiménez
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