¿Conoce usted cuál es su estilo de liderazgo?

¿Conoce usted cuál es su estilo de liderazgo? ¿Y los de los miembros de su equipo? ¿No? El pastor Bill Hybels desea compartir con usted los diez tipos de liderazgo que él ha descubierto a través de su ministerio pastoral en una de las iglesias más importantes de los Estados Unidos.

Hace algunos años, empecé a observar que había marcadas diferencias en las formas en que líderes dotados dirigían a sus equipos. Todos ellos tenían el don espiritual de liderazgo expresado en Romanos 12.8, pero enfocaban los desafíos del liderazgo en distintas maneras.

 

Cuando observé esto, la junta administrativa de la iglesia Willow Creek me regaló un libro de liderazgo para mi cumpleaños. (El año anterior, habían contratado un imitador de Elvis, quien irrumpió en mi oficina durante una reunión para ofrecerme una serenata).

 

Este año me dieron un regalo más apropiado —Certain Trumpets [Ciertas trompetas] de Garry Wills. Wills describe el enorme impacto de grandes líderes cuyo particular estilo de liderazgo encajaba perfectamente con alguna necesidad en la sociedad.

 

Por ejemplo, cuando las personas se sienten oprimidas y quieren liberarse de algún yugo, la situación requiere de un líder radical y transformador.

 

En una democracia compleja y pluralista, con miles de votantes que deben unirse para formar un gobierno, es necesario un líder político o electoral.

 

En tiempos de guerra, un estilo de liderazgo militar funciona mejor.

 

Durante una lucha social ideológicamente intensa, un líder intelectual podría ser la respuesta.

 

Wills eficazmente argumenta que existen distintos estilos de liderazgo, y algunos de ellos se ajustan mejor a ciertas necesidades del liderazgo que otros.

 

En los últimos años, he identificado al menos diez manifestaciones de dones de liderazgo como se expresan en la iglesia. Para nuestro equipo ha sido de gran ayuda identificar nuestros estilos de liderazgo y formar equipos de acuerdo a ellos.

 

1. El líder visionario

Estos líderes tienen una clara imagen en sus mentes de lo que quieren. Ellos «dan a luz» visiones poderosas y poseen un entusiasmo incansable para alcanzar la misión.

 

Los visionarios atrevidamente recurren a cualquier persona para que trabaje en la visión. Hablan, escriben y arden al respecto. Su orientación se enfoca en el futuro, y es generalmente idealista y llena de fe. Creen que la visión se puede realizar si a menudo se conversa acerca del sueño.

 

Los líderes visionarios no se desaniman ni se dejan disuadir fácilmente. De hecho, si las personas les dicen que su sueño es imposible, eso solo añadirá combustible al fuego de su espíritu.

 

Los líderes visionarios podrían o no ser capaces de formar equipos, alinear los talentos, establecer metas, o dirigir el progreso hacia el alcance de la visión. Pero algo es seguro: Ellos impulsan la visión. Dirigen a las personas hacia la visión, y morirán tratando de verla culminada.

 

Hace algún tiempo, estaba en un conferencia con John Maxwell. Maxwell enseñaba acerca de tener visión y empezó su charla a un lado del santuario para simbolizar el nacimiento de la visión.

 

«Usted no tiene dinero, ni gente, ni fe, pero tiene visión. Así que pone un pie frente al otro, y camina, por la luz de la visión…» Empezó a caminar por el escenario.

 

«Luego, durante el camino, mientras comparte esa visión, Dios le da fe, poder, personas, recursos…» Todo el mundo tenía los ojos clavados en Maxwell mientras caminaba por este sendero de visión. Pero había una maceta entre él y el lugar dónde se dirigía. En mis adentros, le gritaba: ¡Cuidado con la maceta! John nunca la vio. Chocó contra ella y tropezó —pero la visión eran tan poderosa que nunca dejó de hablar, nunca perdió su línea de pensamiento. Miré a toda la multitud y pareció que ¡nadie más lo notó!

 

Usted reconoce que una persona es un líder visionario cuando tropieza en el escenario y ¡nadie lo nota! Era la imagen del líder que no puede evitar que la visión fluya, a pesar de los obstáculos.

 

2. El líder orientador

Este estilo no tiene muchas presiones, pero es de extrema importancia. El líder orientador tiene la sobrenatural habilidad dada por Dios de escoger el camino correcto en esas intersecciones difíciles donde la iglesia se empieza a hacer preguntas: «¿Es tiempo de un cambio total o deberíamos mantenernos en este curso? ¿Nos concentramos en el crecimiento o en la consolidación? ¿Deberíamos empezar nuevos ministerios o profundizar y mejorar los ya existentes? ¿Deberíamos ampliar el templo o buscar una nueva locación? ¿Es tiempo de que haya un nuevo equipo, o trabajamos con las personas que ya están involucradas?»

 

Estos son asuntos de dirección y pueden hasta inmovilizar a una organización. Pero un líder con un estilo orientador es capaz de ordenar las opciones. Él o ella pueden cuidadosamente evaluar valores, misión, fortalezas, debilidades, recursos, personal, y apertura al cambio de una organización —luego, con una increíble sabiduría, guía a la organización hacia la dirección correcta.

 

Decisiones erróneas en estas intersecciones claves pueden arruinar las organizaciones. Poco tiempo después de la muerte de Salomón, su hijo Roboam se convirtió en rey. Su primera intersección crítica llegó casi inmediatamente: representantes del pueblo le pidieron que redujera sus jornadas de trabajo. Salomón había puesto a trabajar al pueblo hasta el punto de la desesperación. Roboam tuvo que llamar a sus consejeros para que lo orientaran. Los consejeros de más edad le dijeron: «Mejor sería que les aliviaras sus cargas.» Los consejeros más jóvenes dijeron: «Tan solo presiónalos más.» Tomó el camino equivocado en esa intersección, y por eso su reino se fue a la ruina.

 

Cuando Willow Creek se enfrenta a dichas decisiones, no doy un paso hacia la dirección que creo que Dios nos llama si no tengo luz verde de dos miembros de la junta que están firmes en el liderazgo orientador. Cada vez que hemos seguido su guía, hemos tomado buenas decisiones. Cuando hemos ignorado su consejo, hemos pagado un alto precio.

 

3. El líder estratégico

Dios le ha dado a algunos líderes la habilidad de fragmentar una visión emocionante en varios pasos realizables, para que una iglesia pueda marchar conscientemente hacia la realización de su misión.

 

Las visiones son poderosas, y emocionan e inspiran a las personas. Obligan a hacer algo. Pero si las personas con el tiempo no ven cierto progreso hacia la realización de la visión, concluirán que la persona encargada es tan solo una hoja que se la lleva el viento.

 

Un líder estratégico formula un plan que todo el mundo puede entender y participar, uno que eventualmente llevará hacia la ejecución de la visión. Un líder estratégico desafía a la iglesia para que ponga en acción el plan. Esta persona dice: «No se distraigan. Hagan lo que se necesita hacer para avanzar hacia el siguiente paso, después el siguiente, y juntos ejecutaremos la visión». Un líder estratégico es capaz de sincronizar varios departamentos de una iglesia para que esta se concentre en alcanzar la recompensa.

 

La visión de Willow Creek se ha impuesto por más de veinte años. Pero ha sido una estrategia de siete pasos, establecida por los líderes en los primeros días de nuestra iglesia, la que nos ha ayudado a ejecutar la visión.

 

4. El líder administrador

Siempre se ha discutido en los círculos de liderazgo acerca de las diferencias entre la administración y el liderazgo. Tal vez ha escuchado: «Los administradores hacen las cosas correctamente, los líderes hacen las cosas correctas» y otras descripciones.

 

Estas podrían ser de gran ayuda, pero estoy convencido de que ciertos líderes poseen la peculiar habilidad de establecer indicadores durante el camino para señalar el destino. Luego organizan y monitorean a las personas, procesos, sistemas, y recursos para alcanzar la misión. Dos ejemplos del Antiguo Testamento son: José y Nehemías.

 

Lo que es más asombroso para aquellos que no tienen este estilo es que los líderes administradores se sienten muy satisfechos a la hora de ¡hacer todos estos procesos administrativos!

 

Usted se sorprenderá de la cantidad de líderes visionarios que no tienen la habilidad para administrar a las personas, procesos, y sistemas. Muchos líderes estratégicos y orientadores realmente no pueden colocar a las jugadores, recursos y sistemas en el lugar adecuado para alcanzar las metas de la iglesia.

 

A menudo he dicho en nuestra iglesia: «Tarde o temprano alguien tendrá que administrar todo esto». Siempre han abundado los líderes visionarios, los orientadores y los estratégicos, pero siempre hay escasez de líderes administradores. Eso ha causado algunas heridas en nuestro camino.

 

Los líderes administradores a menudo no son tan populares como aquel que puede dar una gran charla acerca de la visión o tomar una gran decisión durante la sesión de la junta o poner en acción un gran plan. Sin embargo, en el mundo día a día alguien tiene que administrar el proceso para asegurarnos de que llegaremos hasta donde queremos ir.

 

5. El líder motivacional

Estos líderes pueden discernir sobre quien necesita un nuevo desafío o una capacitación adicional. Pueden sentir quien necesita ser reconocido públicamente, o una palabra de aliento, o un día libre. Ellos saben cuando alguien necesita un aumento salarial, un cambio de oficina, un cambio de título, o un tiempo libre.

 

Desafortunadamente, algunos perciben al estilo motivacional como un estilo de liderazgo poco serio. Bueno, ¡sencillamente pregúntenle a los miembros del equipo lo importante que es recibir una inspiración constante!

 

Yo seguiría a un líder que me motive, que me diga lo mejor que hay en mí, que celebre mis triunfos y progresos.

 

Los líderes motivacionales saben que los miembros de equipo se cansan, pierden el enfoque, y se desvían de la misión. Los miembros de equipo se preguntan si lo que están haciendo realmente significa algo para alguien —o para Dios. Los líderes motivacionales no se amargan o se vuelven vengativos cuando la moral disminuye. Lo ven como una oportunidad para inspirar y levantar los ánimos de todos en el equipo.

 

Jesús constantemente motivaba a sus discípulos. Le cambió el nombre a Pedro. Le prometió a sus seguidores una recompensa en esta vida y en la venidera. A menudo, Jesús llevaba a sus discípulos a un lugar alejado y les decía: «No escalemos una colina. Mejor durmamos a los pies de una. Vamos a pescar, a comer, y a divertirnos.»

 

Algunos de nuestros miembros de equipo les encantaría pasar todo un día con su líder alrededor de una fogata en un lugar tranquilo, en vez de siempre estar bajo su mando.

 

¿Recuerda el momento en que Jesús les dijo: «Los llamaré amigos»? Siempre les prometió «En la casa de mi Padre, muchas moradas hay. No puedo imaginar pasar la eternidad sin ustedes. Estarán conmigo para siempre.»

 

Nunca menosprecie este estilo si Dios se lo ha dado.

 

6. El líder pastoral

Este hombre o mujer ama a los miembros del equipo tan profundamente, los nutre tan gentilmente, los apoya tan consistentemente, los escucha tan pacientemente, y ora por ellos tan diligentemente que la misión del equipo se alcanza. Ocurre primeramente debido a la buena voluntad de los corazones de aquellos que han sido cuidados por el pastor.

 

Soy parte de la junta de Visión Mundial, una organización que por más de treinta años ha alimentado a niños hambrientos. Ellos han tenido diferentes presidentes, y colaboradores han apoyado la visión, sin importar quien estuviera al mando.

 

Ocurre una dinámica diferente con los líderes pastorales y sus equipos. Los miembros de equipo apoyan a su pastor, y a menudo piensan que cualquier causa importante para el líder está bien para ellos. Si es totalmente cristiano, si podemos realizarlo en la comunidad, si podemos conservar a nuestro pastor, lo haremos.

 

En el Segundo libro de Samuel Capítulo 23 se registra el liderazgo de David en sus primeros días. Él juntó a los solitarios y enemistados, luego los pastoreó profunda y amorosamente. Una noche, mencionó que tenía sed, pero sus tropas estaban rodeadas por el enemigo. Tres miembros de su equipo arriesgaron sus vidas para escabullirse detrás de las líneas enemigas y así llevarle a David un jarrón de agua. Cuando le dieron el agua, lo conmovió tanto la expresión de amor que lo derramó como una ofrenda de adoración.

 

Si bien hay personas con causas que esperan que un líder visionario los guíe a una misión, existe un sorprendente número de personas que desean ser pastoreadas y amadas. Cuando lo son, buscarán gozosamente casi cualquier propósito del Reino. Si puede pastorear a un grupo de personas, usted es líder, y puede realmente marcar una diferencia.

 

7. El líder que desarrolla equipos

Los líderes que desarrollan equipos tienen un discernimiento sobrenatural acerca de las personas. Ellos descubren o desarrollan líderes con las habilidades, temperamento, y química correctas con los otros miembros del equipo. Colocan a las personas en las posiciones adecuadas por las razones correctas que producirán los resultados deseados.

 

Cuando el líder que desarrolla equipos tiene a todas las personas en su lugar, él o ella les dice: «Ustedes saben lo que intentamos hacer. Ustedes saben cual es su responsabilidad en la misión. Ustedes conocen cuales son las responsabilidades de los demás. Así que ¡adelante! Trabajen duro. Alcancen sus objetivos. Comuníquense con sus colaboradores, pero actúen.»

 

El líder que desarrolla equipos tal vez no eduque ni maneje bien a las personas porque podría pensar que no es necesario. Si las personas correctas están en las posiciones correctas haciendo las cosas correctas por las razones correctas, ellos harán el trabajo sin que haya un líder observando cada uno de sus movimientos. Para mí, pocas actividades son tan emocionantes como unir a las personas correctas, ponerlas en las posiciones correctas, para luego dejar que ese equipo trabaje duro y se divierta.

 

8. El líder «de riesgo»

Estos líderes poseen visión, energía ilimitada, y un espíritu que se arriesga. La característica que los distingue es que trabajan mejor en la etapa de inicio. Aman que se les diga que no se puede hacer.

 

Pero una vez que el esfuerzo requiera de un liderazgo tranquilo y continuo —una vez que los asuntos se compliquen y haya largas discusiones acerca de las políticas, sistemas, controles y bases de datos— el líder de riesgo pierde la energía y tal vez, incluso, el enfoque y seguridad. Él o ella empieza a observar el otro lado y se pregunta si habrá por ahí un nuevo proyecto.

 

Los líderes de riesgo a menudo se sienten culpables ante el pensamiento de abandonar algo que crearon. Pero si piensan que «no pueden crear a algo cada cierto tiempo», algo dentro de ellos empieza a morir. Ese es su estilo y es importante en el Reino.

 

El apóstol Pablo era un líder «de riesgo». Él quería fundar iglesias donde Cristo no había sido proclamado. Él quería fundar iglesias, luego dejar a alguien más para que las digiera y así poder ir a otro lugar. Pablo no se disculpó por su estilo de liderazgo.

 

9. El líder que re-organiza

Algunos líderes tienen éxito en una situación que había perdido la visión o el enfoque, o una que había sido equipada inapropiadamente. Este tipo de líder dice: «¡Dios mío! Debo re-organizar toda esta situación». Se dan cuenta de cual era la misión y que se necesita hacer ahora. Deciden cómo se medirá el progreso y el éxito. Aman ajustar, sanar y revitalizar las iglesias heridas.

 

Pero cuando el grupo está funcionando correctamente, los líderes que re-organizan tal vez no quieran mantenerse dirigiendo durante el largo trayecto. A menudo, en lugar de administrar lo que han re-diseñado, buscan otro proyecto para reparar. Cuando encuentran uno, exclaman: «Me encantaría meter mis manos en ese asunto. Realmente podría manejar esto y sacar algo grandioso de eso.»

 

10. El líder «constructor de puentes»

Este líder trae una amplia gama de colaboradores bajo un mismo liderazgo para que una organización compleja pueda alcanzar su misión.

 

Esta proeza requiere de una enorme flexibilidad por parte del líder —la habilidad para comprometer y negociar, escuchar, entender, y no tener un pensamiento cerrado. Requiere no solo de la habilidad de ser diplomático; sino también el don de ser capaz de relacionarse con diversas personas.

 

En una aventura de inicio, un líder está rodeado de aquellos quienes comparten su visión. Esto contrasta con una iglesia u organización paraeclesiástica conformada por constituyentes bien definidos, muchos de los cuales se preocupan muy poco por la visión general del ministerio. Ellos solo quieren asegurarse de que se suplan sus intereses.

 

Hablé con un pastor que me dijo: «Me muero. El coro quiere nuevos trajes. El líder de jóvenes desea un nuevo gimnasio. El departamento de misiones quiere más dinero. El departamento de escuela dominical quiere más salones de clase. Las personas de producción desean más equipo. Las personas de la tercera edad quieren que se impriman más himnarios, y los jóvenes adultos desean que la sala de juntas se convierta en una cafetería.»

 

La variedad de esas peticiones hicieron que imaginara a cada uno de esos subcomités como el enemigo. Pero esa situación motiva a un líder «constructor de puentes». Un constructor de puentes se convierte en el mejor amigo y defensor de todos los grupos componentes. Él o ella busca unirlos y concentrar sus esfuerzos.

 

Más allá de la envidia

Me preocupa que haya cierta «envidia de dones» entre los líderes cristianos de hoy. Dios nos dio a cada uno de nosotros nuestra mezcla de dones por una razón. Cuando los líderes adoptan el estilo de alguien más, pierden las oportunidades que Dios les ha dado.

 

Me alegro cuando veo el mundo y veo florecer iglesias de todo tipo, con muchos tipos diferentes de líderes porque se necesitará una variedad de iglesias guiadas por una variedad de líderes para alcanzar a nuestro mundo con el amor de Cristo.

 

Cual sea que sea su estilo, reconózcalo, celébrelo y póngase en marcha y dirija.

Por Bill Hybels

Copyright © 2004 por el autor o por Christianity Today International/Leadership Journal

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