Es importante que editemos la parte positiva de nuestra vida, olvidemos el pasado y avancemos.
«Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante…» Filipenses3:13
Hay quienes tuvieron padres que los predispusieron para la vida de un modo diferente. A pesar de lo que Pablo dice, no somos más que la información que nos dieron desde niños. Dios nos quita el dolor, pero no nos borra la memoria. Nunca olvides de dónde te sacaron, pues eso te ayudará a no regresar ahí. No vivas amarrado al pasado, úsalo como un escalón para continuar. Uno tiene tendencia a cargar con los recuerdos, y hay gente que vive pagando el alto precio de vivir del pasado. He notado que hay mucha tristeza emocional en la juventud, pero si no dejan esas cargas a los pies de Jesús, el ir a la iglesia sólo es una tregua para descansar de ellas temporalmente.
Ninguno ha tenido una vida entera color de rosa, donde todo está bajo control, pero tampoco alguien puede decir que toda su vida ha sido un drama, a menos que edite sólo lo malo. Nadie resiste una mala edición.
Cuando somos niños, hay opiniones que nos marcan, pues vienen de personas que amamos; pero aún así, todos podemos editar una parte positiva de nuestra niñez. No puedes arreglar el pasado, pero puedes cambiar tu futuro.
Debes aprender a editar bien la vida. La gente que te ha dañado, posiblemente ni sabe que lo hizo. Tus hijos o esposo no merecen
vivir con tu amargura, con el dolor de lo que te causaron cuando niño. Eso hace que todos los que están a tu alrededor sean afectados.
Uno siempre busca la aprobación paterna, pero qué pasa cuando no la tienes? Cuando su forma de vivir es distinta a la tuya? Cuando no agradamos a nuestros padres, empezamos a cargar con ese dolor. Todos vamos por la vida buscando ese abrazo de nuestro padre, no importa qué edad tengamos.
La definición de amargura es ira orientada hacia adentro. Todos tenemos una limitada cantidad de energía emocional, así que esa carga nos agota.
Debemos editar lo bueno que nos pasa, llenarnos de fe, recordar todo lo que Dios ha hecho en nuestra vida. Yo provengo de un Dios que me ha enseñado a editar bien. Si en algún momento de tu vida te cuesta editar una parte positiva, ve al pasado cuando Dios ha obrado y si lo hizo antes, lo hará de nuevo. En los cielos no ven las partes negativas de tu vida si las has cubierto con la sangre de Jesús. Dios tiene un estudio de edición y El quiere que tú también edites tu vida. Si Dios recuerda sólo tus cosas buenas, quién eres tú para recordar lo malo?
Dios quiere que redirecciones tu vida y la de tus descendientes. Es importante que veas lo que Dios ha hecho en la vida de tus hermanos espirituales, eso alimenta tu fe, y si Dios lo hizo con ellos, lo hará contigo. Establece un nuevo parámetro en tu vida. Durante años quise cambiar a mis padres, mi pasado, tener una máquina del tiempo para regresar y cambiarlo, pero eso es imposible. Lo bueno es que nada nos impide cambiar el futuro. Si corro bien la carrera, mis hijos tendrán una vuelta menos que dar. Tira todo lo que no sirve, quita todo lo que hace que la vida te sea tan densa. Aprovechemos la vida, para que nos alegremos de nuestra juventud. Mira hacia el futuro y deja ir el pasado.
Por Dante Gebel