El anciano y el niño

¿Cuántos de los hermanos y hermanas en la Red reciben el Aposento
Alto?
Aquellos que lo hacen, y que seguramente habran leido el jueves 25
de



¿Cuántos de los hermanos y hermanas en la Red reciben el Aposento
Alto?
Aquellos que lo hacen, y que seguramente habran leido el jueves 25
de marzo pasado la reflexion de ese dia, permitanme hacerles un breve
resumen a los que no lo han leido.
El escenario es un mercado; los personajes son muchas personas
atareadas y forcejeando por alcanzar mejores lugares frente
a los puestos de venta.
Los protagonistas son un niño y un anciano que se apoya en su bast¾n.
El drama se circunscribe al simple hecho del niño que correteando
pasa a llevar el bolso con frutas que lleva en su mano el anciano,
chocando violentamente con él.
El suspenso lo pone la posible reaccion del anciano. ¿Dará de
bastonazos al niño? ¿Llamara a la madre para indicarle con enojo el
proceder de un niño irresponsable?

Nada de eso. El anciano sonrie al pequeño y le habla mientras llega
la mamá, corriendo. Ella se disculpa, y al ver que todo esta bien,
se relaja y desea al anciano un buen dia. La respuesta de él: «Cada
dia que el Señor me da, es un buen dia».

El desenlace de esta historia es la reaccion que provoca en el
ambiente esta respuesta inesperada. El proceso se revierte.
La atmosfera del mercado cambia.
Alguien dice ¡Amen!
La gente sonrie, y la persona que escribe la reflexion de ese dia,
indica que ella misma salio bendecida.

¿Parece una reflexion muy ingenua para estos tiempos violentos?
Pero quede cavilando sobre este sencillo testimonio escrito, y
pensando que habria pasado si el anciano golpea al niño, o lo increpa
con dureza.
La madre tal vez habria reaccionado con ira. La gente del mercado
habria tomado partido. El niño hubiera comenzado a chillar. Todos
habrian tenido reacciones negativas, y de una nada, el ambiente se
habria cargado de agresividad.

Pero la reaccion del anciano revirtio el proceso.

Hermanos/as, cuantas reacciones negativas tenemos cada dia, que dan
espacio a las reacciones negativas de otros que, cual ondas sobre el
agua, se esparcen de orilla a orilla , multiplicando sus efectos.
Por eso, cuando una compañera de trabajo ese dia me vino a pedir
ayuda para hacer una pequeña reflexion grupal, no vacile en sugerirle
el tema. Porque, hermanos, hermanas, ¿por donde se rompe la cadena de
la violencia que vivimos en estos dias, y que tanto sufrimiento esta
causando? Hay un solo eslabon por donde puede romperse. No puedo
esperar que sistemas y gobiernos decidan subitamente salirse de este
encadenamiento de acciones violentas y agresivas. La cadena debe
romperse por alguna parte.
Algun eslabon debe romperse. Y ese eslabon soy yo.
Yo puedo romper la cadena. Puedo negarme a responder como la gente
quisiera. Yo puedo negarme a «dar el bastonazo» si me siento pasada
a llevar. Yo puedo negarme a sentirme ofendida por la supuesta ofensa
que hirio tal vez mi orgullo pero nada más. Yo puedo controlar mi
lengua y tomar la decision de bendecir en vez de maldecir. Yo puedo
romper mi eslabon, yo soy libre para poner la otra mejilla si asi lo
decido, sin preocuparme que mi vecino/a me crea tonta.

Y pienso entonces qué diferentes serian las cosas en este mundo si
realmente tomaramos la decision de que la cadena se rompa en mi
primero que en ninguna parte.
Cuántos cambios veríamos tal vez si pudieramos testificar como el
anciano del relato «Cada dia que el Señor me da es un buen dia», y
actuar consecuentemente con nuestros semejantes.

Quise compartir con ustedes esta reflexion mientras veo las hogueras
que arden en Yugoeslavia y las filas interminables de refugiados que
engrosaran los cientos de miles de refugiados que deambulan por
fronteras de uno y otro pais y que son las generaciones del futuro.

¿Esperar que cambien los sistemas, los poderes de este mundo?
¿No creen que seria bueno que los cristianos decidieramos de una vez
no ser mas parte de esto y romper la cadena a partir del pequeño
eslabon que soy yo, en mi pequeño mundo de cada dia?
¿No seriamos tal vez capaces de revertir el proceso?

El pensamiento para el dia del jueves 25 de marzo decia:
«Hoy es un buen dia para poner en practica la palabra de Dios».
Y esa Palabra nos habla de muchas maneras.

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