El Buen Pastor alimenta Sus ovejas

Introducción
El décimo capítulo del evangelio de Juan es, de hecho, un bello capítulo. Es tan emocionante
leerlo porque contiene tantas cosas concernientes a nuestro Señor y Su ministerio aquí en la
tierra. Es un capítulo lleno de palabras proféticas por los sermones que se encuentran ahí, las
enseñanzas de Jesús basadas en el capítulo 34 del libro de Ezequiel donde Dios menosprecia a
los pastores de Israel y los dispersa. El juicio de Dios era contra esos líderes religiosos de Israel
quienes habían fallado en sus deberes.

Una promesa salió de ese capítulo, de un pastor y un redil que eventualmente vendría.
Escritura: Juan 10:22-33
Celebrábase en Jerusalén la fiesta de la dedicación. Era invierno, y Jesús andaba en el templo por
el pórtico de Salomón. Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos turbarás el alma?
Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente. Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las
obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; pero vosotros no creéis,
porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me
siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi
Padre que me las dio, es mayo que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo
y el Padre uno somos. Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle. Jesús les
respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis?
Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia;
porque tú siendo hombre, te haces Dios.
A. Trasfondo
1. El hombre que nació ciego
En la última conferencia hablamos sobre un hombre que había nacido ciego, que fue sanado, que
pasó por el duro suplicio de ser cuestionado, fue puesto bajo interrogatorio severo por sus
vecinos, por sus amigos y luego por los líderes religiosos, obteniendo como resultado que lo
echaran de la sinagoga. Lo repudiaron completamente. Ellos también repudiaron y rechazaron la
maravillosa obra que Jesús había hecho en la vida de ese hombre.
Así es que es muy apropiado que la historia siguiente viene con la historia y las palabras de Jesús
en esta porción del evangelio de Juan donde Él dice, “Yo soy la puerta al redil”.
2. La Fiesta de la Dedicación
Como ya hemos mencionado, detrás de cada capítulo en este evangelio glorioso y de cada gran
evento que en él se da, sobresalen los días de la fiesta y los días sagrados de los judíos. Detrás de
este capítulo en particular, vemos la Fiesta de la Dedicación, en cuya ocasión los judíos estarían
reuniéndose en el templo. Ellos estarían adorando a Dios, agradeciendo a Dios por todo lo que el
templo significaba para ellos. En primer lugar, ellos estarían celebrando esa ocasión del año en
que ellos dedicaban el templo.
3. Jesús es la Puerta
En medio de esto Jesús aparece, por así decirlo, de pie junto a las puertas del templo de donde
ellos habían expulsado a un hombre y habían dicho, “no te queremos y no te tendremos”. Es
correcto pensar que es en este contexto que Jesús viene, se detiene junto al gran templo diciendo,
“Aunque hayan echado fuera a alguien y aunque ustedes celebren ese santo día de la dedicación
del templo, aún así, Yo soy la puerta al redil”.
Me agrada saber que aunque el mundo nos haya echado a un lado, incluso cuando la religión
organizada nos haya echado a un lado, Jesucristo, no obstante, se mantiene como la puerta al
redil, al eterno redil de Dios. Por medio de Él es que cualquier hombre y todo hombre debe
entrar para llegar a Dios y obtener vida eterna. No importa cuántas puertas religiosas pueden
rode ar este mundo, no importa qué tipo de puertas se nos cierren, con todo la puerta a la vida
eterna y la puerta a toda la belleza de Dios se abre para nosotros a través de Jesucristo.
4. Los judíos y sus prosélitos
Aquí, en Sus palabras que forman el tercer “Yo soy”, Jesús dice, “Yo soy la puerta”. Una vez
Jesús habló con los judíos y les dijo, “. . .recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez
hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros”.
Los judíos eran conocidos por todo lo que hacían para conseguir miembros al judaísmo y por
todas las leyes a las que uno debía subscribirse. Ellos eran conocidos por todos sus requisitos y
todas las cosas que impusieron como requisitos para entrar en la sinagoga y entrar en la
adoración judía, las leyes dietéticas, el guardar el sábado y la circuncisión. Había todo tipo de
regulaciones en las que ellos confiaron y edificaron por centenares.
5. Jesús el único camino al redil
Él se mantuvo firme frente a todo y dijo, “ustedes pueden hacer lo que quieran para atraer
personas a Dios, pero todas sus leyes y regulaciones no llevan a los hombres a una comunión con
Dios porque Yo soy la puerta. Si un hombre va a entrar al redil, él debe venir a Mí y a través de
Mí porque Yo soy la puerta y no hay ninguna otra forma de salvación o de obtener vida eterna”.
Esto nos permite saber que en este capítulo Jesús usa lenguaje un tanto fuerte y para ese instante,
ese momento de conflicto o ese período, la verdadera contienda está llevándose a cabo y
llegando a un clímax, alcanzando el más alto desacuerdo entre Jesús, Sus enseñanzas y los
líderes religiosos de esa época. Si por un momento usted piensa que los líderes religiosos o el
mundo vieron a Jesús con cierta amabilidad, muy pronto usted se dará cuenta que este conflicto
llega a ser tan severo que ellos estaban listos para apedrearlo a muerte y listos para aprisionar Su
vida.
6. Todos los demás son ladrones y salteadores “asalariados”
Jesús les dijo, “Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salte adores…” con esto Él
empieza a describirlos en términos que quizás nosotros nunca hayamos usado. Él describe los
métodos, medios y los tipos de personas que habían llevado la religión de Israel hasta donde
estaba. Él dijo que ellos eran ladrones y salteadores, que ellos estaban motivados por su deseo de
“hurtar y matar y destruir”. También les dijo que ellos eran los asalariados y que los asalariados
huyen cuando el peligro llega, y, cuando el problema llega el asalariado huye porque es un
asalariado. Es por eso que huye.
Cuando la presión llega, cuando surge el problema, cuando el rebaño es atacado, cuando una
verdadera necesidad de que el pastor se enfrente a los lobos y al enemigo, cuando existe un
problema real es cuando los asalariados huyen porque son asalariados y están ahí simplemente
para ver qué es lo que pueden sacar.
B. El trasfondo del Antiguo Testamento
1. El Buen Pastor en Ezequiel (Capítulo 34)
Juan está hablando sobre este texto de Ezequiel dónde el profeta sale intempestivamente del
siste ma sacerdotal de esa época. Ezequiel dice, “¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan
a sí mismos!” “. . . y no apacentaron mis ovejas”. “Y tú … en toda la faz de la tierra fueron
esparcidas mis ovejas”. “No fortalecisteis las débiles, …ni volvisteis al redil la descarriada, ni
buscasteis la perdida”.

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Ezequiel 34:1 -12; 23-26; 29-31
Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel;
profetiza, y di a los pastores: Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se
apacientan a sí mismos! ¿No apacientan los pastores a los rebaños? Coméis la grosura, y os
vestís de la lana; la engordada degolláis, mas no apacentáis a las ovejas.
No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, ni volvisteis
al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ella con dureza
y con violencia. Y andan errantes por falta de pastor, y son presa de todas las fieras del campo, y
se han dispersado. Anduvieron perdidas mis ovejas por todos los montes, y en todo collado alto;
y en toda la faz de la tierra fueron esparcidas mis ovejas, y no hubo quien las buscase, ni quien
preguntase por ellas.
Por tanto, pastores, oíd palabra de Jehová: Vivo yo, ha dicho Jehová el Señor, que por cuanto mi
rebaño fue para ser robado, y mis ovejas fueron para ser presa de todas las fieras del campo, sin
pastor; ni mis pastores buscaron mis ovejas, sino que los pastores se apacentaron a sí mismo, y
no apacentaron mis ovejas; por tanto, oh pastores, oíd palabra de Jehová. Así ha dicho Jehová el
Señor: He aquí yo estoy contra los pastores; y demandaré mis ovejas de su mano, y les haré dejar
de apacentar las ovejas; ni los pastores se apacentarán más a sí mismos, pues yo libraré mis
ovejas de sus bocas, y no les serán más por comida.
Porque así ha dicho Jehová el Señor; He aquí yo, yo mismo iré a buscar mis ovejas, y las
reconoceré. Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas
esparcidas, así reconoceré mis ovejas, y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas
el día del nublado y de la oscuridad (vv. 1-12).
Y levantaré sobre ellas a un pastor, y él las apacentará; a mi siervo David, él las apacentará, y él
les será por pastor. Yo Jehová les seré por Dios, y mi siervo David por príncipe en medio de
ellos. Yo Jehová he hablado
Y estableceré con ellos pacto de paz, y quitaré de la tierra las fieras; y habitarán en el desierto
con seguridad, y dormirán en los bosques. Y daré bendición a ellas y a los alrededores de mi
collado, y haré descender la lluvia en su tiempo; lluvias de bendición serán (vv. 23-26).
Y levantaré para ellos una planta de renombre, y no serán ya más consumidos de hambre en la
tierra, ni ya más serán avergonzados por las naciones. Y sabrán que yo Jehová su Dios estoy con
ellos, y ellos son mi pueblo, la casa de Israel, dice Jehová el Señor. Y vosotras, ovejas mías,
ovejas de mi pasto, hombres sois, y yo vuestro Dios, dice Jehová el Señor (vv. 29-31).
Así es que Jesús, desde el contexto de este gran mensaje de Ezequiel, apunta con Su dedo
acusador a la religión organizada y al sistema sacerdotal de Su propia época. Quiero que sepa
que eso era suficiente para elevar el enojo y la ira de esa gente. Pero, Él continúa diciendo que
Dios ha prometido un tiempo cuando habrá un redil y un pastor. “Yo soy el buen pastor”, dice
Él. Y cuando dijo, “Yo soy el buen pastor”, ellos sabían de lo que Él hablaba porque tal
expresión estaba profundamente arraigada en el capítulo 34 de Ezequiel.
2. El Buen Pastor en el Antiguo Testamento
Proviene del mismo corazón del Antiguo Testamento. Proviene de los salmos del Antiguo
Testamento, especialmente el 23. Ese tema del Buen Pastor lo vemos a lo largo de la Biblia.
Vemos al Señor alcanzando al mundo, extendiéndose para alcanzarlo con brazos de amor, para
estrechar a aquellos que oyen Su voz y lo siguen. Quiero decirle que esa misma voz todavía
llama, esa misma voz todavía se extiende para alcanzar y ese mismo brazo todavía se extiende
esta noche. Dios todavía está llamando, alcanzando, salvando, recogiendo y trayendo al redil
para tener un pueblo que sea redimido por la Sangre de Jesucristo.
Me agrada conocer la voz del Pastor. Si a usted también le agrada, simplemente levante su mano
y diga, “Alabado sea el Señor”. Lo diría usted conmigo, “Jehová es mi Pastor”. Si usted
realmente lo cree, si así es como usted lo siente, dígalo de nuevo: “Jehová es mi Pastor”.
Él dice, “Yo soy el Buen Pastor”. Más adelante, en este mismo capítulo, Él les ha bla sobre lo que
significa la verdadera dedicación. Porque Él dice que Él es quien realmente es dedicado porque
ha sido enviado del Padre. Jesús no es un simple asalariado, sino que Él ha sido santificado,
dedicado por el Dios Omnipotente y enviado de Dios. Él ha venido con todo Su corazón para
hacer la obra de un Buen Pastor.

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