Título: El llamamiento y propósito de Dios para nuestras vidas
Base Bíblica: Jonás 1:1-5
Introducción:
Dios nos ha elegido para ser instrumentos para traer el mensaje de salvación a otras personas. Estamos llamados a proclamar las Buenas Nuevas. No obstante una inclinación frecuente es buscar y anteponer excusas. Lo esencial es que no seamos nosotros quienes pongamos obstáculos y si surgen esos obstáculos, Dios ayudara a superarlos exitosamente. Las Escrituras enfatizan en la enorme responsabilidad que nos asiste.
I. Dios nos ha llamado a todos con un propósito específico
1. El llamamiento y los dones de Dios son irrevocables (Romanos 11:29)
2. Cuando vamos al libro de Jonás encontramos tres propósitos muy claros:
a. La misericordia de Dios
b. Poner de manifiesto que Israel desatendió el llamamiento que Dios les hizo a ser Su pueblo
c. Recordarnos Su amor y misericordia permanentes
3. Todos hemos sido llamados con Dios con un propósito (vv. 1, 2)
a. Dios llamó a Jonás
b. Dios instruyó a Jonás a levantarse e ir a Nínive
4. Si nos disponemos, Dios cumplirá su propósito en nosotros (Salmo 138:8; Filipenses 2:13)
II. Tenemos la enorme responsabilidad de cumplir el propósito de Dios
1. Nuestra misión es ser sal y luz del mundo. No podemos rehuir el llamamiento (Mateo 5:13, 14)
a. Dios nos ha dado las Buenas Nuevas
b. Tenemos la responsabilidad de compartir las Buenas Nuevas
2. Como Jonás, muchos nos resistimos al llamado de Dios a proclamar las Buenas Nuevas (Jonás 1:3; Cf. Éxodo 4)
a. Ponemos excusas para cumplir el llamamiento
b. Ponemos tropiezo al propósito de Dios
3. Dios usa muchas maneras para recordarnos ser fieles al propósito y llamado que nos hizo
4. Todas las circunstancias las prepara Dios para cumplir Su propósito (Juan 1:17)
III. Si cumplimos el propósito de Dios, Él traerá transformación en las personas y el mundo
1. Si nos disponemos, Dios nos guarda y abre puertas para que cumplamos el propósito y llamamiento que nos hizo.
2. El propósito de Dios es traer salvación al género humano como lo quería con los habitantes de Nínive
3. Si cumplimos el propósito de Dios, las almas llegarán a ser impactadas por el Reino (Jonás 3:3-10)
a. Un alma que acepta a Cristo experimentar transformación
b. Un alma que acepta a Cristo asegura la vida eterna
4. Cumplir el propósito de Dios a través de nuestro llamamiento, trae satisfacción; no obstante Jonás no disfrutó de esa satisfacción por su orgullo y egoísmo (Jonás 4:1-3)
Conclusión:
El llamado de Dios es para que cumplamos el propósito que tiene para nosotros, el que nos trazó, y que se materializa cuando aceptamos su llamamiento. No estamos solos en la misión que Dios nos estableció desde antes de la fundación del mundo, porque Él nos acompaña, abre puertas y asegura la victoria. El primer y más grande compromiso que tenemos es proclamar las Buenas Nuevas de Salvación. Es una tarea ineludible que tenemos la responsabilidad de cumplir. ¡Decídase hoy!
© Fernando Alexis Jiménez
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