Dios siempre va estar dispuesto para darte otra oportunidad; sino, no hubiera muerto en la cruz del calvario.
Mateo 14:23 en adelante
Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo. Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario. Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: !!Un fantasma! Y dieron voces de miedo. Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: !!Tened ánimo; yo soy, no temáis! Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: !!Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: !!Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?
Hay una similitud entre los que tienen éxito y los que están fracasados. Los que tuvieron éxito son los que lograron salir de la barca. La diferencia está en intentar hacer las cosas. No sé quiénes de ustedes tienen un sueño que quieren alcanzar en la vida. Pero normalmente se queda en eso. ¿Cuántas veces estamos envueltos en miedos y temores? Pero no hay que dejar que esos temores te eviten intentar las cosas. Recuerdo que yo sabía mucho de armas, podía dominar los armamentos, eso era lo mío. Cuando el Señor me llamó, me tocó una iglesia muy golpeada, y un día mientras llegaba a la casa, el pastor me estaba esperando para entregarme la iglesia. El pastor se fue, yo me arrodillé en mi casa y le pregunte a Dios: “¿Qué hago? Y esos son los momentos cruciales en la vida donde Dios hace un silencio, y espera a ver la reacción en nosotros. Creo que fue lo que sintió Pedro; me imagino que él pensó: “Si el maestro cree que yo puedo, yo puedo intentarlo”.
Creo que Dios piensa que cada uno de nosotros podemos intentarlo en la vida y podemos lograrlo. Vale la pena intentarlo. Me imagino el cuadro de Pedro caminando sobre las aguas, y al llegar a la barca, se fue regañado. Quizás los discípulos burlándose de él, pero me imagino a Pedro decir: “Sí, pero ninguno de ustedes caminó sobre el agua; yo lo intenté”. Hay un poder grande en la vida del ser humano y es cuando se atreve a intentar las cosas. Hoy estaba hablando con el apóstol Cash, y platicamos que debo prepararme bien porque vamos a empezar esta semana nuestro templo. Nosotros a pesar de tenerlo todo en Venezuela, no tenemos lo que ustedes tienen. Venimos
y nos llevamos eso en lo más profundo de nuestro corazón, pero al llegar a Venezuela, es otra la realidad. Ahorita vamos a construir un templo como el que ustedes tienen, pero con la diferencia que allá nadie lo ha hecho, pero yo sé que si Dios está conmigo, lo voy a lograr.
Hay un gran poder en intentar las cosas que llevamos por delante, tener la fe necesaria para decir “también lo voy a lograr”. Estaba sentado con el pastor Cash, yo venía para acá, manejé cinco horas y cuando me di cuenta, dejé mi pasaporte. Pensé que tal vez era Dios el que no quería que viniera, pero dije “no”. Llamé a la secretaria que moviera muchas cosas para que yo lograra subirme al avión, y lo logré. Hoy me dijo el apóstol Cash que me tocaba predicar aquí. Yo no dije que no podía, sino que aproveché la oportunidad que él me estaba dando. Nuestro Dios es el dios de las oportunidades.
El gran problema del pueblo cristiano es que no intenta las cosas, y cuando fracasa, no lo vuelve a intentar. ¿Se recuerda de aquel rey que tenía problemas porque lo estaban rodeando, y le dicen “toma la saeta y golpea tres veces”? Pero el profeta le dice: ¿por qué no golpeaste con más insistencia? En la vida, hay que seguir intentando hasta conseguir las metas que nos hemos propuesto en Cristo Jesús. En cada intento que hacemos y fracasamos, no perdemos, nos fortalecemos para seguir adelante. Los fracasos vienen a ser como un gran aliado. ¿Cuánta gente no hemos oído predicar en cuanto a Sansón? Pero yo admiro a Sansón de una manera tremenda, porque pasando por lo que pasó, y el escarnio al que fue sometido después de su caída, ¿sabe lo que hizo? Se levantó y pidió una nueva oportunidad, quería intentarlo nuevamente. Tuvo la decisión de levantarse; si siete veces cae el justo, pues siete veces se levanta. ¿Por qué fracasa la gente en el matrimonio? Porque pierden la fe, pero hay que levantarse. Cada intento que llevamos, podemos lograrlo y seguir adelante.
Mi esposa y yo cumplimos 13 años de casados, la llevé a un restaurante muy bonito, como cuando éramos novios, la tomé por la cintura, muy cariñoso. Ella me dijo: “Cómo has cambiado, no eres el mismo hombre que antes, yo comencé a llorar fuertemente, porque durante 10 años, tuvimos una relación que no fue muy buena, en el sentido de pleitos, maltratos, etc. Pero ¿qué tal si el quinto año yo digo: “Esto no funciona”? Pero no sólo en el área del matrimonio, sino en las finanzas. Cualquier argumento se puede meter en su mente, pero no entiende que cada vez que fracasa, puede llenarse de sabiduría. Yo dije: “Trece años, y lo que nos pasa para seguir mejorando. Si estás pasando por una crisis financiera en tu matrimonio, con tus hijos, no desmayes porque Dios está contigo. Si Sansón en medio de su problema lo pudo hacer, nosotros podemos. Dios es un dios de oportunidades. El está esperando a alguien que diga: “Yo quiero intentarlo”. Dios está en esta reunión y le está preguntando: ¿Quién quiere intentarlo?
Lo que el espíritu quiere decir a tu espíritu es que no te rindas, hay poder en cada intento que haces. Pedro lo vivió cuando negó al Señor. ¿No será que Dios por haberle fallado al Señor se sentía excluido del grupo? Pero Pedro tenía que tomar una decisión en la vida. Las circunstancias están dadas, pero somos nosotros los que nos levantamos para tomar las decisiones. Hay que intentarlo. Si me sale bien o mal, total lo hago con cariño, agradecido por todo lo que han hecho por nosotros.
Eso es lo que Dios quiere en nuestra vida, quiere sacar eso. Dice la Biblia que es el León de la tribu de Judá, aunque a veces en las circunstancias parecemos gatitos, pero hay un león que dice: “ruge”. No te mires tal cual como te ves hoy, sino como el futuro. Sigue luchando, algún día serás el hombre que quieres ser. Dios quiere formar un carácter dentro de ti, eso fue lo que llevó a Jesús a morir en la cruz del calvario. Él había formado el cuerpo humano, Él se había angustiado por el dolor, pero conocía el futuro y dijo: “tengo que intentarlo, hacer la voluntad del Padre. Podemos lograrlo”. Tú dirás: “Mi vida no tiene remedio”. Pero Jesús está aquí para decir: “Tu vida puede ser mejor, todas las cosas son hechas nuevas”. Yo sueño en mi corazón con ver a mi nación consagrada. Cuando escuchaba los números aquí en Guatemala, “tanto por ciento de cristianos”, mi corazón se llenaba de tristeza al ver el evangelio tan atrasado en Venezuela. Pude llegar a frustrarme y decir: “Con cincuenta o sesenta estoy bien,” pero las cosas deben de cambiar. Dios tiene que levantar hombres que amen y quieran intentarlo, aunque lo regañen, aunque se hunda en medio del mar.
Si has venido hoy desanimado, triste, con problemas, quizás con algún sueño que un día tuviste y luego lo abortaste, hoy dile: “Señor, quiero intentarlo”. Hay mucha gente que peca y no se levantan, porque no tienen ese espíritu para levantarse. ¿Acaso la cruz de Cristo no es suficiente para que te levantes? Si alguno ha pecado, abogado tiene. Como pastor, he visto a la gente derribarse, claro que trae una culpabilidad, pero el asunto está en decir: “Dame otra oportunidad, permíteme volver a intentarlo, me voy a levantar siendo un hombre nuevo en tu nombre”. Ese es el tipo de personas que Dios busca para transformarlos y cambiar la vida de otras personas.
Dios siempre va estar dispuesto para darte otra oportunidad; sino, no hubiera muerto en la cruz del calvario. Un día, Dios creó al hombre y éste le fallo. Luego dijo que eliminaría a todos los hombres de la faz de la tierra, pero luego vio a Noé y dijo: “lo voy a volver a intentar,” falló Noé, David y otros, y dijo Dios que había uno que no fallaría y envió a Jesús. Dios te dice: “Levántate y vuelve a intentarlo,” sólo tienes que cambiar el método. ¿Por qué no le das una oportunidad a tu esposo, esposa? ¿Por qué no le damos la oportunidad a gente que está a nuestro alrededor?
Por: Pastor Cash Luna
cashluna.org