Por Edwin Daza. Sin duda alguna el tema del aborto ha sido uno de los más polémicos en la última década. Diferentes posturas se enfrentan con el fin de apoyarlo o rechazarlo; creando ésta situación un ambiente de rivalidad donde se decide por la vida o la muerte.
Todos los ciudadanos se han pronunciado al respecto, desde el más niño hasta al más anciano, llegando unánimes a una conclusión final:"El aborto es un hecho que trastorna la sociedad".
Cuando hablamos acerca del aborto, inmediatamente nos imaginamos la destrucción de un feto en el vientre de una mujer, por medio de la utilización de sustancias químicas (drogas, pastillas, bebidas, etc…), o por la extirpación de la criatura a través de una macabra cirugía. El pensar tan sólo en estos hechos nos aterran a sabiendas que diariamente se realizan miles en el mundo entero.
Teniendo claro el concepto del primer aborto, quiero dar a conocer el síndrome del segundo aborto (después de nacer), éste aborto no nos aterra, no nos sensibiliza; sin embargo causa los mismos efectos y aún peores del primer aborto. El segundo aborto consiste en destruir no con pastillas o bebidas un feto; sino con palabras, maltratos, actitudes, indiferencia el sueño de vida de un niño, un adolescente, un joven, un adulto, un anciano.
El segundo aborto extirpa mortalmente las ideas, los proyectos, el propósito de existir y estar plenamente seguros de que somos importantes y que otros nos necesitan.
En una reciente conversación sostenida con la subdirectora de una cárcel municipal de Colombia, logré enterarme que el 70% de la población de internos son jóvenes menores de 30 años, que de una u otra forma son víctimas del segundo aborto: sus padres lo rechazaron, sus sueños fueron extirpados, nunca se les ofreció una oportunidad de superarse, nadie creyó en ellos, y aunque nacieron biológicamente nunca nacieron socialmente. Ahora vemos las consecuencias que son realmente catastróficas y alarmantes.
Si el primer aborto se salió de nuestras manos aún en contra de la constitución "derecho a la vida", no dejemos que el segundo aborto siga causando estragos. Coloquemos un granito de arena para que el vientre de nuestra nación de a luz ilustres hombres, gente de bien, gente de paz.
" Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones" Jeremías 1:5
Bendiciones,
DAZA CASTRO EDWIN DARIO ® 26-09-2007. © Levita Miniteries. © edwindaza01@gmail.com © MADE IN SAN GIL, SANTANDER, COLOMBIA. Reservados todos los derechos.