El Señor Jesús obra sanidad física y espiritual

El Señor Jesús obra milagros en nuestra vida y familia

El Señor Jesús obra milagros en nuestra vida y familia

El Señor Jesús obra sanidad física y espiritual

Base Bíblica: Lucas 5:12-16.

Introducción:

La sociedad está marcada por dos géneros de personas: el primero lo componen quienes se resignan a su situación, y aquellos que deciden avanzar hacia el cambio gracias a que reciben al Señor Jesucristo como su salvador personal.

El leproso reconoció su situación y fue en procura del Hijo de Dios quien tiene el poder para transformar nuestra existencia; y usted, ¿acaso piensa seguir como hasta ahora sumido en una situación de desesperanza?

I.- La sanidad física y espiritual se produce en quienes buscan al Señor Jesucristo (v. 12).

1.- El leproso enfrentaba una vida de marginamiento, desprecio y desesperanza (v. 12).

2.- El esposo estaba  desahuciado por la ciencia (v. 12).

3.- El leproso creía que no tenía otras oportunidades (v. 12).

4.- El leproso reconoció que el Señor Jesucristo podía marcar la diferencia en su vida (v. 12).

II.- El Señor Jesucristo desea su sanidad física y espiritual (vv.13,  14).

1.- El Señor Jesús tiene poder ilimitado para traer sanidad a su vida (v. 13).

a.– Usted decide si prosigue enfermo física y espiritualmente.

b.- Usted decide si emprende el camino hacia la sanidad física y espiritual.

2.- El Señor Jesús desea que su vida tenga propósito (v. 13).

3.- El Señor Jesús tenía el firme propósito de glorificar a Dios con sus acciones (v. 14)

III.- La obra del Señor Jesucristo es integral: sana el cuerpo y el alma (vv.15, 16)

1.- Quienes iban al Señor Jesús, procuraban una sanidad física y espiritual (v. 15).

2.- Quienes iban al Señor Jesús, experimentaban transformación definitiva (v. 15).

3.- Usted puede emprender hoy el camino hacia el cambio.

            a.- Reconozca su situación actual.

            b.- Reconozca que no puede seguir como hasta ahora.

            c.- Reconozca que necesita a Jesucristo en su corazón.

Conclusión:

La obra del Señor Jesucristo en la vida de todos los seres humanos es integral: se manifiesta en sanidad espiritual y física, que son aspectos fundamentales que sin duda anhelamos mucho.  Lograrlo implica, sin embargo, renunciar a toda atadura con el fracaso, la resignación y la desidia, para admitir que en el amado Hijo de Dios es posible experimentar transformación definitiva. Él trata con cada uno de una forma eficaz y oportuna. Basta que le abran las puertas de su corazón. ¿Hasta cuándo se resiste a experimentar ese glorioso cambio que produce Dios?

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