El ministerio a los santos (servicio)
El ministrar llega a ser el fluir inevitable de vida y poder. (Gálatas 5:22)
Nuestro ministerio fluye de la relación con el Señor y con los santos.
Dios nos llama para trabajar en ministerios específicos. A algunos elige para estar detrás de un púlpito, otros maestros, y a otros para administrar. Cualquier trabajo que se haga para Dios es ministerio.
Dios es quien asigna la tarea. Nuestra parte es de hacer la obra que nos encomienda. Dios nunca llama a una persona sin proveerle las habilidades para desempeñar el trabajo. La elección de nuestro ministerio puede basarse en que tengamos una habilidad o talento innato, hayamos estudiado, o una dotación sobre natural de parte de Dios.
Uno de los problemas que es muy común entre los líderes es tener el concepto claro del liderazgo de acuerdo a las Escrituras. El concepto que el mundo tiene de un líder es de un jefe. El concepto Bíblico de un líder espiritual es de ser siervo. Una manera fácil de hacer la distinción es como sigue:
Un jefe
. . . maneja a las personas
. . . depende de su autoridad
. . . inspira temor
. . . dice «Yo»
. . . dice «Llega a tiempo»
. . . busca el culpable cuando hay un error
. . . sabe cómo hacer las cosas
. . . dice «Vayan»
. . . usa a las personas
. . . ve lo presente
. . . manda
. . . nunca tiene tiempo
. . . se preocupa por cómo van las cosas
. . . trabaja mucho para un buen resultado
. . . toma el crédito
. . . da opiniones
Un líder
. . . entrena a las personas
. . . depende de la voluntad
. . . inspira entusiasmo
. . . dice «Nosotros»
. . . llega antes de tiempo
. . . corrige el error sin culpar
. . . enseña por su ejemplo cómo hacer las cosas
. . . dice «Vayamos»
. . . desarrolla las habilidades de otros
. . . ve no sólo el presente sino el futuro también
. . . pide
. . . hace tiempo
. . . se preocupa por cómo está la gente
. . . trabaja mucho para que otros produzcan buen resultado
. . . da el crédito a los demás
. . . escucha antes de hacer su decisión
Como líderes (ministros o siervos) no somos dueños de las personas. Dios no fuerza a nadie, mucho menos nosotros. Debemos establecer relaciones con las personas si es que vamos a tener resultados. Un líder guía, va adelante, se envuelve en el proyecto y no deja el trabajo a otros; pero es sabio en delegar. Un buen líder siempre está trabajando para que haya quien lo reemplace. Equipa a otros para que puedan hacer el trabajo aun mejor que él.
Aunque todos somos líderes en alguna forma u otra, no todas las personas son ungidas con un llamamiento especial. Dios unge a determinadas personas con un llamado muy específico. Nosotros conocemos a estas personas como ministros. En Efesios 4:11 y 1ª Corintios 12:28 nos enumeran a estas personas que Cristo ha puesto para equipar el cuerpo de la Iglesia y facilitar su misión. Para este propósito le denominaremos el hombre don o los dones del Hijo. Quiero enfatizar que el tener una credencial vigente de algún movimiento no constituye a la persona un «ministro con una unción específica y especial». Hay quienes son asalariados y no aman la obra genuinamente. Todos los conocemos. He catalogado los ministerios porque así podemos hacer una marcada distinción entre cada uno. Pero es posible que una sola persona tenga los cuatro dones. Puede que un pastor también tenga sea un profeta y maestro. Como es posible que un pastor sea un apóstol. El misionero cabe muy bien en la categoría de apóstol y/o evangelista. Veamos las definiciones.
Dones del Hijo (diakonia)
1. Apóstoles (apostolos)
Los que son enviados para edificar y establecer la Iglesia. Los apóstoles se prescriben a la doctrina de la Iglesia, su carácter y misión. Hoy día los llamamos pioneros o «plantadores de iglesias». Estos dejan marcada la obra que principiaron.
2. Profetas (prophetes)
Los que tienen un mensaje único de parte de Dios para la Iglesia. Puede que sea de corrección, exhortación o futurístico. Tales personas proveen dirección y enfoque a la iglesia.
3. Evangelistas (euaggelistes)
Los que son dotados específicamente para presentar el evangelio de tal forma que produzca convicción profunda, arrepentimiento sincero y fe salvadora. Frecuentemente las personas con este don viajan de lugar a lugar.
4. Pastores / maestros (poimen y didaskalos)
Los que apacientan la grey en las iglesias locales. Proveen instrucción en la Palabra, liderazgo en la adoración y provisión de las ordenanzas y cuidan de la iglesia.
Ya hemos visto el papel del líder de acuerdo a la Biblia y hemos visto unas definiciones de ministerios específicos y especiales. Quiero definir rápidamente los dones del Espíritu que se encuentran en 1ª Corintios 12:8-10. Lo hago para hacer diferencia entre lo que más delante voy a tratar, los dones de servicio. La manifestación de los dones del Espíritu Santo (también se conocen como los dones de la iglesia para la iglesia) son para operar en la asamblea de creyentes. En tal escenario hay el control para que operen los dones sobrenaturalmente en la vida del Cuerpo. Cada uno es dado en un momento específico para una razón específica y para la edificación de la iglesia. Los dones del Espíritu Santo no son para determinar la santidad de la persona, pues estos son un «regalo de Dios» para la edificación de su Iglesia. Lo que mide nuestra santidad es el fruto del Espíritu. Aquello que nos hace parecer a nuestro Padre celestial. Es importante que quede muy claro el propósito de los dones del Espíritu. Ahora, Pablo dice que debemos anhelar los mejores dones, y deben estar presentes en nuestras asambleas, si no, no hay edificación. Vemos una breve definición de cada don. Estos se agrupan en forma natural en tres grupos de tres cada uno: dones de revelación, dones de poder y dones de inspiración. No que estos estén separados, pues se entrecruzan y se relacionan. Se aíslan para propósito de análisis y de examen. No podemos decir en realidad dónde empieza uno y termina el otro. La Biblia nos dice que anhelemos los mejores dones, pero no nos dice cuáles son los mejores dones. ¿Será que todos son mejores? Vayamos pues a una muy breve definición.
Dones del Espíritu (phanerosis) 1ª Corintios 12:8-10
1. Dones de revelación
A. Don de la palabra de sabiduría (logos sopheas)
La Palabra de Sabiduría es distinta de la Palabra de Ciencia, aun cuando están íntimamente relacionadas, y a menudo aparecen tan sutilmente intergraduadas en sus manifestaciones como los colores del arco iris. La Palabra de Ciencia es la revelación de sucesos pasados o de cosas que existen o de eventos que toman lugar en el presente. La Palabra de Sabiduría es la revelación del propósito de Dios concerniente a personas, cosas o eventos en el futuro o que señalan el futuro. Mediante la Palabra de Ciencia supo Juan en Patmos la condición de las siete iglesias; por la Palabra de Sabiduría pudo darle la mente, voluntad y mandatos de Dios. (Juan 11:17; Hechos 27:21-25)
B. Don de la palabra de ciencia (logos gnoseos)
Es una revelación sobrenatural de la naturaleza o existencia de una persona o cosa, o el conocimiento de algún suceso que se revela con un propósito específico. (2° Reyes 6:9-12)
C. Discreción de espíritus (diakreseis pneumaton)
La facultad de ver dentro del mundo de los espíritus. Con relación a esta ultra mirada se puede discernir la semejanza de Dios, el Cristo resucitado, el Espíritu Santo, ángeles, las huestes de Satanás y sus demonios, la posesión por ellos, las buenas o malas intenciones del hombre. (Hechos 13:9, 10)
2. Dones de poder
A. Don de fe (pistis)
Este es distinto de la operación de milagros, aun cuando ambos producen milagros. La operación de milagros es más activa que pasiva; la operación de fe es más pasiva que activa. El poder de milagros hace cosas mediante el Espíritu. Si Daniel en el foso de los leones hubiese dado muerte con un gesto a las temibles bestias eso habría sido un milagro obrado por la operación de milagros. El hecho de que permaneciera desarmado en presencia de las bestias plenamente activas fue un milagro obras a través del don de fe. La operación de milagros emplea la fe activa que obra activamente un milagro. El don de fe emplea fe activa que espera pasivamente un milagro, un milagro sostenido o continuado. Es una operación sobrenatural del Espíritu Santo en la experiencia del poseedor que le hace capaz de tener una inmovible confianza en Dios para su protección personal y para la provisión de sus necesidades.
B. Dones de sanidades (eamaton)
Primero notemos la significativa pluralidad de su título. No es el don de sanidad, sino que son los dones de sanidades. (1ª Corintios 8:9, 28, 30). Estos son la manifestación sobrenatural del Espíritu Santo para erradicar toda enfermedad física sea orgánica, emocional o nerviosa.
C. Don de milagros (energamata)
Es una intervención sobrenatural en el curso ordinario de la naturaleza; una suspensión momentánea del orden acostumbrado; una interrupción del sistema de la naturaleza como lo conocemos. Este contrarresta las leyes naturales. Muchas veces se le denominan «milagros» a lo que realmente es una sanidad. Milagro cuando el pueblo de Israel pasó el mar en seco. Milagro cuando hay una resurrección.
3. Dones de inspiración
A. Lenguas (hetero glosson)
Este don es para la edificación del pueblo. Es la expresión sobrenatural del Espíritu Santo por el hombre en lenguas jamás aprendidas por él. Es una manifestación de la mente del Espíritu de Dios utilizando los órganos humanos para su expresión. La mente, inteligencia del hombre aparecen inactiva, sólo su voluntad y su espíritu están activos. Ejemplo, Dios quería dar un mensaje específico a un hombre chino. Hubo un mensaje en lenguas, nadie lo entendió, sólo el hombre. El mensaje debe ir acompañado de una interpretación. Cuando hay un mensaje en lenguas, DEBE haber un interprete.
B. Interpretación de lenguas (hermaneia glosson)
Es la habilidad sobrenatural de expresar el significado del mensaje que se ha dado en lenguas desconocidas. No es una operación de la mente del intérprete, sino del Espíritu de Dios. NO es tarea del intérprete dar términos equivalentes en su idioma para las palabras sobrenaturales porque no es una traducción, sino una interpretación.
C. Profecía (prophayeia)
En su forma más sencilla es una exclamación ungida e inspirada divinamente. Es totalmente sobrenatural. Del mismo modo como el hablar en lenguas es una exclamación sobrenatural en una lengua desconocida, así también la profecía es una exclamación sobrenatural de una lengua conocida. Es una manifestación del Espíritu de Dios, y no de menta humana (1ª Corintios 12:7) Es una expresión en lengua conocida para exhortación, edificación y consolación a los hombres y a la iglesia. Específicamente es la poesía del Espíritu Santo.
Bien ya habiendo dado un breve resumen de los nueve dones del Espíritu Santo, ahora trataremos y analizaremos los dones de servicio o los dones del Padre que son para propósitos y motivaciones básicas de la vida. Estos se encuentran en Romanos 12:6-8. Primero quisiera que llenemos un breve cuestionario. Necesitamos descubrir, si no lo haz hechos, tu área de servicio. Al descubrir tu área de servicio, desarróllate en él. No trates de desarrollar tus debilidades. Dios te moverá a otro nivel cuando sea el tiempo preciso. Por lo tanto, es importante seguir creciendo. Es importante asistir a seminarios y aprender nuevas cosas y aumentar nuestros conocimientos siempre. Este cuestionario se completa así: Marque la oración que más precisamente sea verdad en su vida.
GUÍA PARA ÁREA DE SERVICIO
(INDICADOR DE TIPO DE MINISTERIO)
(Para las hojas de trabajo, escríbame y se las envío)
Vamos a ver una breve definición de cada uno de estas áreas de servicios. Dones de servicio (energema) Romanos 12:6-8. La palabra energema denota una de acción, movimiento. Por lo tanto, estos dones son de actividad, trabajo, servicio.
1. Profeta o profecía (prophateian). Este no es de «predecir el futuro» sino demuestra valor en lo moral y un inquebrantable compromiso con los valores dignos. Influyen sobre los que están en nuestra esfera de acción con un espíritu positivo de justicia social y espiritual. Algunas áreas para un «profeta»: diácono, discipulador, escritor, oración, ujier
2. Servicio (diakonian). Aquellos que ministran y sirven amorosamente a todos lo que están en necesidad. Algunas áreas para un «siervo»: diácono, ministerio en el altar, cuidado infantil, evangelismo, el que da la bienvenida a la puerta (greeter), oración intercesora, aseo del templo, transportación, ministerio de videos o audio
3. Enseñanza (didaskon). Es una persona quien Dios capacita para explicar y aplicar las verdades. Presupone el estudio y la inspiración del Espíritu que permite presentar con claridad la verdad divina al pueblo de Dios. Algunas áreas para un «maestro»: escuela dominical, escribir el currículo, biblioteca, misiones
4. Exhortación (parakalon). Significa literalmente llamar a alguien para animarlo a algo. Equivale a suplicar, consolar o instruir (Hechos 4:36; Hebreos 10:25). Algunas áreas para un «exhortador»: ministerio en el altar, consejos, drama, oración, visitación, escritor
5. Dar (metadidous). Su significado esencial es dar en un espíritu de generosidad. Desde un punto de vista técnico se refiere a aquellos que proveen recursos a quienes no los tienen. Este don debe ser ejercido con liberalidad sin ostentación ni vanagloria. Algunas áreas para un «dador alegre»: benevolencia, música, nuevos convertidos, trabajar con los indigentes, visitación.
6. Presidir (proistamenos). Alude a alguien que se «pone al frente» en alguna actividad. Abarca la acción modeladora, supervisora y directriz del Espíritu Santo sobre el cuerpo de Cristo. Algunas áreas para un «administrador»: construcción, consejos, diácono, mantenimiento, misiones, técnico sistema de sonido, publicidad de la iglesia, organiza los horarios de visitaciones, evangelismo, transportación, etc.
7. Misericordia (eleon). El que se identifica con el sufrimiento y dolor de otros. Establece relaciones de comprensión, respeto y sinceridad con otros. Estas personas lo hacen con amabilidad y alegría y no como una obligación. Algunas áreas para un «misericordioso»: ministerio infantil, Santa Cena, consejos, diácono, discipulado, funerales, greeter, visitación, refugiados, llevando comida a los incapacitados, etc.
Después de saber cuál es el área de ministerio, el paso siguiente es saber a través de qué ojos vamos a ver las cosas. Nuestra personalidad es lo que nos hace distintos de otras personas. Cuando Dios nos formó, el nos dio una personalidad que quedara bien con el trabajo que El tiene para nosotros. No somos una sorpresa para Dios (Salmo 139:15). Lo mismo cuando «nacimos de nuevo», todo el potencial que el Creador puso en cada uno desde el principio ahora se puede realizar por medio del proceso santificador del Espíritu Santo. Él quiere investirnos plenamente y usarnos. Nuestra personalidad da el sabor a nuestro ministrar. Ahora vamos a determinar qué tipo de líder somos. Para determinar qué tipo de líder somos complete el siguiente cuestionario de esta forma: En cada renglón marque la palabra que más bien lo describa a usted. Hay muchas palabras que se parecen pero tienen un significado un poco diferente. Finalmente sume las marcas que ha hecho en cada COLUMNA. Más delante se le dará la explicación de los resultados.
INDICADOR DEL TIPO DE LÍDER QUE SOY
FUERZAS
(Para las hojas de trabajo, escrbame y se las envío)
DEBILIDADES
(Para las hojas de trabajo, escríbame y se las envío)
Ahora vayamos a una explicación de cada uno de estos tipos de líderes para que pueda ver en cuál categoría cabe.
1. Impulsor
Esta persona *****ple sus metas, le gustan los retos y quiere resultados inmediatamente. A veces en su esmero por lograr puede que ofenda a las personas que son más sensitivas y delicadas. Esta persona prefiere tener autoridad y amplia discreción sin supervisión. Puede que se aburra si no hay algo nuevo o emocionante que hacer que le rete. Es muy útil para organizar proyectos nuevos. Dele una lista de control aunque no quiera aceptarlo muy bien, pero esté seguro que logrará *****plir con éxito la tarea. Esta persona se orienta hacia la tarea y no a las personas. No es muy paciente, pero haciendo un equipo con esta persona y una competente, ¡logran muchísimo!
2. Encantador (motivador)
Esta persona es capaz de entablar relaciones con la gente y trabajar a través de ellos para obtener resultados. Se rodea de muchas personas, asegúrele que se va a divertir y logrará movilizar al grupo con su carisma. Le gusta la gente, es muy social, carismática, y por lo tanto, necesita de ellas para que la mantengan enfocada, le ayuden a tomar un orden lógico e insistirle en terminar el proyecto a tiempo. Esta persona se orienta muy bien hacia la gente y no a la tarea. No es una persona meticulosa o detallada y por lo tanto necesita de una persona firme para lograr.
3. Firme (constante)
Esta persona se concentra en una tarea, le gusta escuchar, le gusta que sea sincera la gente con ella. Por lo general, tiene muchas habilidades y especialidades en varias áreas. Es de bendición dondequiera. Es paciente y le pone todo su ser a la tarea cuidando de los detalles. No le gusta los cambios bruscos y sin aviso. No le gusta comprometer sus relaciones familiares por completar una tarea. Su familia es muy importante. Prefiere procesos tradicionales y oportunidades de entablar relaciones duraderas. Esta persona se orienta más a las personas que a la tarea pero trabaja bien con casi todos los tipos de líderes.
4. Competente
Esta persona le gusta que otros se acomoden a su meta, a su agenda. Le gusta una tarea definida y no toma riesgos. Es diplomática y lógica revisa que todos estén haciendo lo que deben hacer y lo estén haciendo bien. A veces es muy competitiva y asertiva. Esta persona se orienta un poco a las personas que a la tarea pero siempre sabe y tiene presente la meta. Si logra unir a una persona impulsora y una competente a trabajar juntas pueden lograr grandes cosas.
Después de saber qué tipo de líder es y como combinar las personas para lograr excelentes resultados. Necesita también considerar su estilo de liderazgo. Esta tarea es importante porque al saberlo puede saber si la tarea es para usted o a quién delegarla.
1. Autocrático.
Este líder dicta las normas y pautas y hace la mayoría de las decisiones. Obtiene la obediencia del grupo usando su autoridad, recompensas y retribuciones. Este es efectivo cuando hay emergencias, proyecto nuevos o el grupo es muy inmadura o inexperto en cualquier área (nuevos convertidos, etc.). Por sus características sabemos que son buenos organizadores. Este estilo de liderazgo es efectivo para emergencias y nuevos proyectos. Los grupos con líderes autocráticos tienen estas características:
buena organización
normas de operación rígidas
rigidez del control aumenta con el tamaño del grupo
la información e ideas están confinadas al líder
más logros y menos errores
2. Democrático
Este líder permite que los miembros del grupo tomen parte en la formación de las normas por medio de pedir ideas o sugerencias y animando la participación de todos (aunque puede que reserve el derecho de tener la última palabra y decisión). Este estilo de liderazgo es más efectivo para cambiar opiniones y consolidar al grupo. Es para grupos que han estado en existencia y tienen idea de lo que quieren lograr y tienen un poco más de madurez. Los grupos con este estilo de liderazgo tienen estas características:
alto nivel de unidad
más respeto mutuo más intercambio socio-emocional
más originalidad
se desea las opiniones de todos
menos quejas, más satisfacción de los integrantes
3. Permisivo
Este líder permite que el grupo haga las decisiones. Es efectivo para un grupo maduro, bien establecido. Sólo provee información y materiales para que el grupo logre su objetivo. Es efectivo cuando se necesita de un supervisor que observa. Los grupos con líderes permisivos tienen estas características:
organización muy sutil
más humor
menos hostilidad
más actividad pro grupo
pueden sentir frustración si no sabe cuándo intervenir el líder
No hay un estilo específicamente ideal para todo. Pero si para tareas específicas. Determine el estilo de liderazgo que necesita su grupo para el momento. Evalúe la madurez del grupo, sus habilidades y experiencias. Es probable que se necesite un líder autocrático al principio de una tarea. Estas personas tienen una visión, metas específicas y una estrategia para llegar a la meta. Después de que se ha establecido el fundamento, luego puede entrar un líder democrático para ayudar al grupo a crecer y desarrollar sus habilidades. Ya que el grupo ha madurado, entonces se puede usar un líder permisivo que sólo observe.
No olvide que aunque no traté acerca del fruto del Espíritu (Gálatas 5:22, 23), este es MUY NECESARIO para que un líder cristiano tenga éxito en su labor. Dé gracias a Dios porque no todos son iguales a usted y juntos podemos lograr la voluntad del Padre.
Estudio por Eva Olivas, presentado en el seminario de liderazgo de Ministerios Femeniles en Fresno, Nov. 11, 2000.
Libros de recurso
Dresselhaus, Richard L. Nuestra Iglesia en ministerio. (De la serie APTO). Springfield, MO: Gospel Publishing House, 1994
Horton, Harold. Los dones del Espíritu Santo. Deerfiled, FL: Editorial VIDA, 1979
Thomas, O. Larry. Edificamos gente. Springfield, MO: Gospel Publishing House, 1999
La Biblia Plenitud. Editorial Caribe
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