Junto con la familia podemos experimentar el cambio

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No importa cuántos errores hayas cometido. Dios desea ayudarte a cambiar

Lucía no es una persona desconocida. Nos escribió desde El Salvador, para pedir oración por su hijo. En ese momento tenía 17 años. Era bebedor y consumía marihuana. Un verdadero caos para todos. Rebelde, grosero, impertinente. Robaba hasta el último centavo de la familia. La madre estaba desesperada, y pidió oración. De nada había servido que riñera con el muchacho, seguía con sus malas amistades.

Dios respondió a sus oraciones de manera extraña. Una noche lo iban a matar sus propios “amigos”. Le pidieron que comprara una droga y cervezas. Él se fumó la hierba y se bebió las cervezas. Lo encontraron dos horas después, drogado y borracho, y querían matarlo a golpes.

En medio de su desesperación, Ricardo pidió ayuda a Dios. “Sálvame, y no volveré a ser el mismo”. Dios lo salvó. Una patrulla de la policía que pasaba por el lugar “inexplicablemente”, evitó la muerte del joven.

Regresó a casa arrepentido, siendo ya de madrugada. A primera hora del día, estaba dispuesto a acompañar a su madre a la iglesia. Dos días después se fue del lugar, a donde algunos familiares, para evitar retaliaciones. Hoy es líder juvenil en una congregación.

Todos los seres humanos podemos cambiar. El Señor Jesús abrió una enorme oportunidad cuando dijo: “¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré y cenaremos juntos como amigos.”(Apocalipsis 3:20.NTV)

Basta que nos decidamos, porque el propósito de Dios es que seamos rescatados de nuestra manera de vivir, como anota el autor, Chip Ingram: “Si estás cansado de todas las reglas, de todas las fórmulas, de todas las actividades religiosas y aún de los bien intencionados programas de la iglesia que prometen transformación pero no siempre lo cumplen, es hora de que te unas conmigo a confiar en el Dios de la gracia, de fe, de relación que nos lleva al cambio y a una transformación verdadera… en Su amor, poder y gracia puedes vivir una vida abundante, nueva y radical.”(Chip Ingram. “Vivir al borde”. Living editores. EE.UU. 2013. Pg. 29)

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En el proceso de cambio no estamos solos… Dios desea ayudarnos

            Por favor, no nos malinterprete. No es asunto de no ir a la iglesia, sino de realmente depender de Dios para el cambio y dar pasos con Él. Eso es lo que marca la diferencia. Entender que Su amor perdona nuestros errores del ayer y nos abre una nueva puerta hoy. Este es el momento oportuno para cambiar…

Volver a Dios como el hijo pródigo

Le invito a considerar la enseñanza del autor y conferencista internacional, Charles Staney: Pensemos en el hijo pródigo. Este joven tenía todo lo que podía necesitar —vivía en una casa hermosa, tenía abundancia de comida, y había sido criado dentro de una familia adinerada. Sin embargo, puso imprudentemente su mirada en lo único que no tenía: independencia. Quiso dejar de vivir bajo la sombra de su padre y su hermano mayor. A pesar de que lo tenía todo, quería vivir lejos de su padre.

¿El resultado? Este joven vivió a las mil maravillas, pero solo por un breve tiempo. Deseaba el placer que proporcionaba el éxito, pero sin prestar ninguna atención a las responsabilidades que exige la riqueza. Por tanto, se dirigió a un mundo de sufrimientos y carencias que nunca había experimentado antes. Y a nadie podía culpar, sino a sí mismo.

Afligido, hambriento y completamente solo, el hijo pródigo sabía muy bien en qué lugar podría encontrar respuesta a sus necesidades. Entonces, al reconocer su culpa, cambió de dirección y se dirigió a su hogar.

Cuando estamos afligidos, por lo general tratamos de encontrar a alguien a quien culpar. Puede ser doloroso darse cuenta de que la falta es en realidad nuestra. Si esto describe su situación, usted puede, como el hijo pródigo, tragarse su orgullo y volver al Padre celestial.

Si lo hace, descubrirá que Él ya está corriendo para encontrarse con usted, y listo para suplir otra vez sus necesidades.”

Nuestro deseo es que usted tome la mejor decisión de su vida: Recibir a Jesucristo como Señor y Salvador. No se arrepentirá. Si tiene alguna inquietud, escríbanos a webestudiosbiblicos@gmail.com o llámenos al (0057)317-4913705.

© Fernando Alexis Jiménez

Léanos en www.selecciondeestudiosbiblicos.org y www.guerraespiritual.org

Publicado el 2014/01/22 en 12:16 am en CRECIMIENTO ESPIRITUAL   |  Feed RSS |   Responder   |   URL de trackback

Etiquetas: crecimiento