La batalla que libramos en la Mente I y II

La Batalla que libramos en la Mente I.  Pastor Enrique Juárez.    


Texto 2 corintios 10: 4-5; Proverbios 23:7
1. La mente es la precursora de todos los actos. Romanos 8:5. Nuestros actos son el resultado de nuestros pensamientos e ideas, sean buenas o malas.
2. Estamos en guerra espiritual y nuestra mente es el campo de batalla. Efesios 6:12. El diablo se ocupa de bombardear constantemente nuestras mentes con pensamientos de derrota y contrarios a la Palabra de Dios.






3. La Escritura nos señala que el enemigo coloca fortalezas (pensamientos destructivos) pero que sin embargo la victoria es nuestra. 2 corintios 10:4-5. Una fortaleza es un área en la cual el diablo nos mantiene en atadura (en prisión espiritual).

4. Veamos el cuadro completo:


a. Estamos en guerra espiritual todo el tiempo.


b. Nuestro enemigo es Satanás.


c. La mente es el campo de batalla.


d. El diablo (el acusador) se encarga de levantar fortalezas.


e. Lo hace usando asechanzas (mentiras, engaños, trampas).


f. No tiene prisa, siempre está esperando oportunidades.



5. Nuestras armas. Juan 8:31-32. Se nos asegura la victoria pero para obtenerla hay que emplear tiempo y sabiduría espiritual. ¿Cómo se logra la victoria?



i. Adquiriendo el conocimiento de la verdad de Dios. Juan 8:32.


ii. Renovando nuestra mente con Su Palabra. Romanos 12:1-2.


iii. Empleando las armas de guerra:



iii.1. La oración e intercesión.


iii.2. La Palabra de Dios. Confesando la palabra.


iii.3. La alabanza.



6. ¿Cuál es la promesa de Dios? Qué el nos proveéra siempre una salida. 1 Corintios 10:13.

 

La Batalla que libramos en la Mente II

“Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”. Proverbios 23:7.


Introducción:


Debemos cuidar nuestros pensamientos y renovar nuestra mente continuamente.


Desarrollo:


1.     Es importante pensar bien, pues:


i.       Los pensamientos son poderosos.


ii.     Tienen capacidad creadora.


 


NO PODEMOS TENER UNA VIDA POSITIVA Y UNA MENTE NEGATIVA.


2.     No debemos nunca rendirnos en la búsqueda del bien (el camino de la justicia). No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”.Gálatas 6:9.


No le debe importar que mal sea su situación actual ¡No se rinda! Pelee: Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos”. Judas 3.


 


i.        No tire la toalla.


ii.      No cuelgue los guantes.


iii.     No cuelgue los tenis.


 


Siga adelante. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”. Isaías 43.2.


 


3.     Usted tiene la decisión. “A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia”. Deuteronomio 30:19.


 


Todos los días y todo el tiempo se presentan miles de pensamientos, por eso:


 


i.        Tenemos que renovarnos para que la mente siga al Espíritu.


ii.      Debemos escoger tener buenos pensamientos.  “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. Fil. 4:9.


 a.     Evitar el afán (la preocupación).


 b.     Pensar en lo bueno.


 


4.     Deje los pensamientos negativos y los lugares áridos. “6Jehová nuestro Dios nos habló en Horeb, diciendo: Habéis estado bastante tiempo en este monte. 7Volveos e id al monte del amorreo y a todas sus comarcas, en el Arabá, en el monte, en los valles, en el Neguev, y junto a la costa del mar, a la tierra del cananeo, y al Líbano, hasta el gran río, el río Eufrates. 8Mirad, yo os he entregado la tierra; entrad y poseed la tierra que Jehová juró a vuestros padres Abraham, Isaac y Jacob, que les daría a ellos y a su descendencia después de ellos”. Deum. 1:6-8.


 


i.        Dejar patrones mentales equivocados.


ii.      Destruir fortalezas mentales que han sido edificadas a través del tiempo.


iii.     Los israelitas habían permanecido en el desierto porque tenían una “mentalidad de desierto”. En otras palabras tenían pensamientos equivocados que los habían mantenido en atadura.


 


Conclusión:


Cuidar y renovar nuestra forma de pensar, no renunciar ni darse por vencido hasta que la victoria no sea completa y se haya tomado posesión de la herencia prometida.


Oiga un fragmento del mensajeaquí



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