LA INFLUENCIA DE LA MUSICA

Desde hace 2,500 años, la música se ha considerado una fuerza tan potente e influyente en la sociedad que los principales filósofos y políticos han abogado por su control, incluso a través de la constitución de su nación. Este fue el caso en Esparta y Atenes. En Japón, en el siglo III a.C., se estableció una oficina imperial de música (el Jagaku-ryo) para controlar actividades musicales. Otras culturas antiguas, como las de Egipto, India y China, manifestaron preocupaciones similares. Hoy, un control legislativo o gubernamental de este tipo sería casi inconcebible, pero incluso en este siglo, hay gobiernos que han implementado leyes para controlar la música.



¿Cual es el problema?

Muchas personas creen que la música es pura y simplemente música -que no implica ningún problema y, por lo tanto, no requiere ninguna evaluación. Además, ¿por qué tanta preocupación por la música? ¿Cuál es el problema? Para los antiguos las respuestas eran claras. Creían que la música afectaba directamente la voluntad, la que a su vez influía sobre el caracter y por ende sobre la conducta humana.

Así, por ejemplo, Aristóteles enseñaba que la ¨la música… imita directamente (es decir, representa) las pasiones o estados del alma -apacibilidad, enojo, valor, templanza, y sus opuestos y otras cualidades; por lo tanto, cuando uno escucha música que imita cierta pasión, es imbuido por la misma pasion¨.
Esta no es la declaración de un cristiano ni del sínodo de una iglesia. Estas son ideas de filósofos paganos que vivieron casi 400 años antes de Cristo.

Algunos cristianos de hoy piensan que sólo las iglesias ultraconservadoras ¨fastidian¨ con el tema de la música, con el fin de restringir la libertad de expresión y poner otra carga en la conciencia. Sin embargo, la historia sencillamente atestigua que este no es el caso. A través de las edades, los cristianos y los no cristianos, los educados y altamente respetados dirigentes y pensadores, han reconocido el poder de la mísica y la necesidad de manejarla con discreción.

Es significativo que un prominente antropólogo cultural contemporáneo, estudiante de la música de diversos pueblos alrededor del mundo escribiera: «Es probable que no haya ninguna otra actividad cultural humana que sea tan generalizada y que impacte, modele y determine tanto el comportamiento humano».

¿Realmente tiene poder la música?

Entonces, ¿qué es lo que hace que la música tenga tanto poder? ¿Realmente impacta, modela y determina el comportamiento humano? ¿o será esta noción la reliquia de una antigua superstición? Para responder contamos con amplia evidencia del poder de la música en la vida moderna. Por ejemplo: Podemos escuchar el fondo musical de una película, eliminando la imagen, y observar cuánto se puede determinar de la acción en la pantalla con sólo oír la música. O imagine una película de horror, de ciencia ficción, en la cual una monstruosa araña asesina se acerca a un inocente niño, que juega sin sospechar nada. Casi puede «oír» la espeluznante música de fondo, ¿verdad?

Pero, ¿por qué el productor de la película no escogió una determinada música? Y, ¿cómo decidió qué música usar en cada escena? ¿Por qué no se utilizó la música de «EL monstruo se acerca» en la escena de un *****pleaños o de un jardín de niños? «Duérmete niño, duérmete ya» con la música de «El monstruo se acerca», ¿se convertiría por ello en una canción de cuna? O, si agragáramos el texto «El Señor está en su santo templo, calle delante de él toda la tierra», ¿sería adecuada la música de «El monstruo se acerca» como introito para un culto cristiano? La respuesta es obvia, pero ¿por qué?

Características de la música

Destaquemos, para responder, varios aspectos de la naturaleza de la música. Primero, la música, independientemente de la letra, comunica un mensaje. No son necesarias las palabras para que la música tenga significado.

Segundo, aunque algunos podrían argumentar que la música tiene diferente significado para diferentes personas, y que su efecto es sólo cuestión de una respuesta condicionada, ésta no es una premisa aceptada por los productores de películas, pues al incorporar un teme musical a una película, se da por sentado que tendrá un impacto similar en toda la gente. Si este no fuera el caso, la música para las películas no tendría ningún sentido en otros contextos culturales. Pero las investigaciónes han demostrado que el condicionamiento no puede lograr que la música que transmite enojo y odio, o temos y suspenso, a un ser humano, comunique amor o alegría y paz a otro.

En tercer lugar, los productores de películas obviamente suponen que el impacto de la música puede (corporales) pueden ser afectados. Y éstos, a su vez pueden influir sobre nuestras emociones y estado de ánimo, y que en último caso afectar el comportamiento, inclusive la toma de decisiónes.

Por que funciona la música ambiental

Es significativo descubrir que la música produce su impacto sobre esa porción del cerebro que recibe los estímulos de emociones, sensaciones y sentimientos sin pasar necesariamente por los centros cerebrales que involucran la razón y la inteligencia. En otras palabras, la música puede tener un impacto en nosotros sin que nos demos cuenta. La inteligencia, la aptitud musical, el entrenamiento, o el gusto, o estar conscientes de ella o no, parecen tener poca repercución.

En apoyo a esto la compañía Muzak, una de las principales productoras de música ambiental en Australia, reportó un 17 porciento de incremento en la productividad en una fábrica, un 13.5 por ciento de mejoramiento en el desempeño del personal de una oficina y un 53 por ciento de reducción en la rotación del personal en el departamento de reservaciónes de una aerolínea, después de haber instalado música ambiental.

La ciencia médica también ha explorado el potencial de la música para influir sobre el subconciente. Por ejemplo, el número de junio de 1989 de la revista Prevention informó que «cuando se toca música para los pacientes antes, durante o después de una cirugía, se ha encontrado que se reduce la ansieded, aminora el dolor, disminuya la necesidad de medicamentos y se acerela la recuperación. En otro estudio, cuando se ponía una música suave en una sala de operaciónes durante la cirugía, la cantidad de sedantes requeridos diminuía a la mitad».

El mismo artículo, reportando otro estudio, observó: «El investigador estimó que la música tenía un efecto comparado a una dósis intravenosa de 2.5 miligramos de Valium». Estudios similares se reportaron en el número del Reader´s Digest correspondiente a agosto de 1992.

Música en las compras

La influencia de la música en la toma de decisiónes fue puesta de manifiesto en un estudio sobre compras impulsivas. Esta investigación, realizada en la Universidad de Loyola, en Chicago, demostró que «vende más la música suave».

Un folleto de la compañía Muzak hace la siguiente afirmación: «Guiada por una junta de asesores científicos ahora Muzak se interesa en la investigación de aplicaciones no recreativas de la música. Hemos producido programas para estudios cardíacos, para reducir las tasas de mortalidad; programas especiales para mejorar el estado de alerta y seguridad de los operadores de automóviles, para mejorar la habilidad de aprendizaje de los estudiantes, la receptividad de los televidentes, y las reacciónes de personas en complejas operaciones de monitoreo».

En verdad, mucha de la música más escuchada ha sido desarrollada con un propósito ajeno a la motivación cristiana, con raras excepciónes. Al aceptar la noción de la neutralidad moral de la música, los cristianos han su*****bido a la imitación de estilos iniciados secularmente, abandonando la tarea de crear algo nétamente cristiano en el arte musical. Una cosa es cierta: con el poderoso potencial que tiene la música para influir sobre el pensamiento y el comportamiento humanos, podemos estar seguros de que el diablo no la pasará por alto en su esfuerzo por seducirnos.

CONCLUSIÓN

La evidencia del poder de la música es abrumadora. Como cristianos debemos reconocer que la naturaleza de la música es tal que puede afectarnos de muchas maneras. Indudablemente juega un papel preponderante en la batalla espiritual por las almas; particularmente en los eventos del fin de los tiempos. Se necesita sabiduría y perspicacia espirituales si hemos de glorificar a Dios con la música, porque «a menos que esté dentro de nosotros aquel que está sobre nosotros, pronto nos doblegaremos a aquello que está alrededor de nosotros».

En este asunto son necesarias la reflexión y la discusión con oración anuadas a la disposición de seguir la dirección del Espíritu Santo y asumir una posición firme de parte de Dios en esta área, pase lo que pase. Que Dios bendiga nuestros esfuerzos por tomar las decisiónes adecuadas con relación a la música.

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