Título: La victoria de Jesús en la cruz nos hace victoriosos
Base Bíblica: Génesis 3:1-5; Mateo 4:5-7; Colosenses 1:13, 14
Introducción:
Cuando el Señor Jesús murió en la cruz, el enemigo espiritual pensó que había triunfado. Era una meta que se fijó desde la antigüedad, de entorpecer los planes de Dios. No obstante la muerte fue la mayor derrota del adversario, Satanás, porque en la cruz nuestro amado Señor Jesús venció a la muerte, a las tinieblas y en la resurrección, nos hizo victoriosos. Su muerte y resurrección nos hace hijos de Dios, y si hijos de Él, el diablo no nos puede tocar. Hoy Jesús reina por la eternidad y nosotros con Él.
I. El mundo de las tinieblas gobierna a partir del pecado del hombre
- El dominio de Satanás sobre el género humano comenzó cuando introdujo el pecado (Génesis 3)
- Acudió a su astucia (v. 1 a)
- Sembró la duda (v. 1 b)
- Puso en tela de juicio los mandatos de Dios (vv. 2-5)
- Alimentó la codicia (vv. 6, 7)
- Con el pecado, Satanás procuró entorpecer el plan de Dios de una vida en armonía con el género humano (vv. 8-13; Mateo 4:5-7)
- Satanás se sujeta a la voluntad de Dios (v. 14)
- En la autoridad de Cristo el mundo de las tinieblas se sujeta
- Dios anunció la victoria del bien sobre el mundo de las tinieblas (v. 15)
II. La muerte del Señor Jesús en la cruz antes que derrota, se convirtió en un símbolo de victoria (Juan 19:28-30)
- La historia no había llegado a su fin y sino que apenas comenzaba (v. 30)
- El Señor Jesús en la cruz cumplió en la cruz el plan redentor (Isaías 53:4-6)
- El Señor Jesús en la cruz selló por la eternidad la derrota del enemigo y la vida plena para nosotros (Juan 10:10)
- En la cruz, el Señor Jesús venció a la muerte
3. En la cruz, el Señor Jesús reconcilió al género humano con Su Creador (Romanos 5:1; Cf. Efesios 2:14-16; 2 Corintios 5:19-21)
- La muerte y resurrección del Señor Jesús nos hace victoriosos porque Su Espíritu entra a morar en nosotros (Lucas 24:44-49; Hechos 1:8)
III. La muerte del Señor Jesús en la cruz nos hizo victoriosos sobre el mundo de las tinieblas
1. Gracias a la obra redentora del Señor Jesús somos hijos de Dios (Juan 1:12)
- Gracias a la obra redentora del Señor Jesús Satanás no nos puede traer a condenación (Romanos 8:1-4)
- Fuimos perdonados
- Somos libres
- Gracias a la obra redentora del Señor Jesús somos Justos delante del Padre (Romanos 5:1)
- Gracias a la obra redentora del Señor Jesús ahora le pertenecemos a Dios (1 Corintios 6:19-20)
- Nada nos puede atar a las tinieblas; podemos vencer
- Todo pacto queda roto
- Gracias a la obra redentora del Señor Jesús fuimos libramos del mundo de las tinieblas (Colosenses 1:13, 14)
- Gracias a la obra redentora del Señor Jesús nada nos puede separar del amor de Dios (Romanos 8:35-39)
- Gracias a la obra redentora del Señor Jesús vencemos todo espíritu de temor (2 Timoteo 1:17)
- Gracias a la obra redentora del Señor Jesús el diablo no me puede tocar (1 Juan 5:18)
Conclusión:
Cuando Jesús nuestro amado Salvador resucitó, declaró la victoria por siempre jamás sobre las tinieblas y nosotros somos con Él victoriosos y reinamos por siempre. Estamos llamados a ejercer ese dominio y autoridad sobre el mundo de las tinieblas bajo el convencimiento de que somos vencedores y nada nos puede detener. La cruz para los cristianos antes que un símbolo de derrota, es un símbolo de victoria. Allí ganamos la batalla por siempre y la seguiremos ganando porque nuestro Señor Jesús es quien guía nuestros pasos para llevarnos siempre a nuevos niveles.
© Fernando Alexis Jiménez
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