MUJERES EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS

Primera Parte. DICE EL SEÑOR: “Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros,
con tal que vosotros no hagáis pacto con los moradores de esta tierra, cuyos altares habéis de derribar; mas vosotros no habéis atendido a mi voz. ¿Por qué habéis hecho esto?

Por tanto, yo también digo: No los echaré de delante de vosotros, sino que serán azotes para vuestros costados, y sus dioses os serán tropezadero.
Cuando el ángel de Jehová habló estas palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo alzó su voz y lloró.
Y llamaron el nombre de aquel lugar Boquim (esto es “Los que lloran”), y ofrecieron allí sacrificios a Jehová.”( Jueces: 2: 1,5)
(…)

“Y Jehová levantó jueces que los librasen de mano de los que les despojaban;
pero tampoco oyeron a sus jueces, sino que fueron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron; se apartaron.
Y cuando Jehová les levantaba jueces, Jehová estaba con el juez, y los libraba de mano de los enemigos todo el tiempo de aquel juez; porque Jehová era movido a misericordia por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían”. (Jueces 2:16,18)

MUJERES EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS
Primera Parte

DÉBORA Y JAEL

Luego de la muerte de Josué, Israel había olvidado a Jehová y rendía culto a otros dioses.- El Señor les puso Jueces para guiarlos y librarlos de los enemigos. Pero ni aún a los Jueces obedecían.-
El Señor utilizó a otras tribus para probar a su Pueblo.- Hubo tiempos en que Israel retornaba a Jehová por necesidad, pero luego volvía a olvidarse de Él.
En aquel tiempo el Señor puso de Juez a una mujer llamada Débora, que era profetisa.-

Los Jueces eran gobernadores del Pueblo de Israel y cuando Débora fue levantada. Ella le dió la victoria a su pueblo venciendo a los cananeos, para la gloria de Dios.- Pero aquí no termina la historia, ya que toda batalla necesita un remate final. Una conclusión precisa, perfecta.

Cuando los hombres se dejan usar por el Señor y obran en su Nombre, obtienen la victoria en forma inequívoca. No queda lugar a dudas.
En esta historia Débora se levanta contra los cananeos y los vence en el campo de batalla, pero su capitán general, llamado Sísara, cae de su caballo y logra huir de tal encuentro y se refugia en una tienda aparentemente neutral. Digo “aparentemente neutral” porque éste encontró la muerte en manos de otra mujer llamada Jael, que primero lo atendió, le dió de beber y en un descuido lo estaqueó por la cabeza.-
“Y así Israel reposó durante cuarenta años”, como dice el Cántico de Débora y de Barac.-

No hay muchas mujeres mencionadas en la Biblia, y menos que sean usadas por Dios para su gloria.-
Sin ánimo de ver alguna discriminación, me tomé el trabajo de leer este texto y descubrir que la mujer fue creada por Dios con un propósito específico. Y ese propósito tiene que ver con el complemento perfecto que ella es del varón.
Probablemente, nunca lo sabré con certeza, Jael le inspiró tal confianza a Sísara que no tuvo cuidado de su vida al morar en su tienda. Por ello pudo ser ultimado.-

ESTER:

Buscando cierta similitud se me ocurre que la reina Esther era la única que podía acceder al rey Asuero (rey de Media y Persia) para que su pueblo fuera respetado y otro hijo de Israel (Mardoqueo, pariente de Ester) fuera tenido en gran estima por el gobernante.-
Quizá en otra oportunidad el Señor me ministre para hablar más sobre la reina Ester.-

RUT y RAHAB:

En todos estos casos que estamos viendo, lo único que tienen en común es que Dios las usó para su propósito específico (el cual mencionamos anteriormente). Sabemos que Rut no era israelita, sino moabita. Era un pueblo enemigo. Su esposo fallecido, su cuñado – también muerto- y su suegra Noemí, si lo eran.

Como dice la palabra que “la paga del pecado es la muerte” y los hijos de Noemí habían desobedecido a Jehová porque no debían irse a Moab, no importa cuanta necesidad tuvieran en su tierra. No creyeron en Jehová como proveedor de todas las cosas y peor aún casándose con sus mujeres; allí se *****plió la Palabra de Dios.

Pero Jehová, que conoce nuestros corazones, también conocía el corazón de Rut y restauró su vida y además fue parte de la genealogía de Nuestro Señor Jesucristo (Mateo 1:5). Como así también lo fue una prostituta llamada Rahab (suegra de Rut) la cual ocultó a los espías de Israel en Jericó (Josué 2:1).——————————-
BENDICIONES
(Beatriz)

Deja un comentario