Recuperemos nuestra ciudadanía celestial: «Somos Embajadores del Reino de los Cielos»

Sabe usted lo que es una embajada?, una embajada es la representación de un país en el territorio de otro país, es decir si mi país tiene una embajada en otro país, no solo es una oficina donde se traten asuntos de mi país en el extranjero, sino que el país extranjero, sede a mi país los derechos del suelo donde se establece de manera que las leyes que aplican en mi país aplicaran dentro de los muros de la embajada y las cosas se regirán tal como sucede en mi país, sin importar las leyes del país donde se encuentra la embajada.

Entendiendo esto, es importante que le recuerde cual es la naturaleza de los que hemos entregado nuestro corazón a Cristo, esto quiere decir que al hacer esto, recuperamos nuestra identidad como habitantes del Reino de los Cielos, es decir recuperamos nuestra ciudadanía celestial y por ello nos convertimos en embajadores del Reino de los Cielos, y donde nosotros habitamos, las cosas se rigen por medio de las reglas del lugar donde venimos, no de donde habitamos.

La biblia nos habla de que esta tierra no es un lugar de Dios, de hecho esta gobernada por Satanás, «el Príncipe de este mundo», pero el que así sea, no nos hace parte de su dominio a menos que así lo decidamos, pero el plan de Dios es que no sea de esa manera.

Una vez que queda clara nuestra identidad, las cosas son mas sencillas, porque aprendemos que no nos regimos por las leyes de esta tierra, hasta las matemáticas de Dios son distintas, aquí en la tierra 2+2=4, en el Reino de los Cielos, 2 peces y 5 panes alcanzan para alimentar una multitud, y lo mejor es que no tenemos porque esforzarnos porque suceda ya que siempre es Dios quien hará las cosas y siempre serán nuestras manos el medio para hacerlo.

Por tanto, para recibir de Dios, tenemos que entender el Reino de los Cielos y el como funcionan las cosas en ese lugar y el como podemos convertirnos en verdaderos embajadores del lugar del cual venimos, aprender el verdadero sentido de la humildad que es distinto al que conocemos, ya que no significa que nos humillemos ante otros, sino que reconozcamos que todo lo que sucede en nuestras vidas esta verdaderamente regido por Dios y no tiene que ver con nuestro esfuerzo personal o nuestra disciplinas, en el que no somos administradores de bienes y bendiciones, sino mayordomos, que administran y multiplican los bienes y bendiciones de su amo.

Hay tantas cosas a nuestro favor al identificarnos como parte del pueblo del Reino de los Cielos, solo que no entendemos como es que funcionan las cosas allá, las personas dicen querer escuchar a Dios, pero en realidad no es así, por lo general quieren una respuesta en especifico de Dios, pero no escuchar lo que El tenga para ellas, las personas quieren hacer a Dios a imagen y semejanza de los hombres y se quieren limitar a un 2+2=4, sin querer entender que la multiplicación es algo que Dios quiere poner en nuestras manos, y lo mas importante, es que aun cuando Dios nos ama y nos quiere bendecir, no lo quiere hacer solo por amor a nosotros, sino para que El se glorifique en nuestras vidas, en otras palabras, para que otros vean la magnitud de Dios, le reciban en su corazón y puedan ser también beneficiados por Dios, pero mas que otra cosa, una extensión mas de ese Reino de los Cielos en esta tierra, hasta que la arrebatemos y la ganemos para Cristo, para que El pueda gobernar verdaderamente esta tierra.

Es entonces cuando podemos entender que nuestra relación con Dios, aunque nosotros seamos los beneficiados, no tiene que ver con nosotros, sino que se trata de El, El debe de ser el centro de todo y una vez que sea verdaderamente así, las leyes del Reino de los Cielos aplicaran en nuestra vida que es una embajada de su Reino en esta tierra.

Existen personas que se quejan, ya que dicen que ellas «son buenas» y buscan de Dios, pero que ven que a su alrededor hay personas «que no son buenas» y obtienen todo aquello por lo que ellas están orando, y algunas incluso se atreven a tachar a Dios de injusto, la triste realidad es que no importa que «tan buenas» sean las personas, por mientras sean buenas de acuerdo a su entendimiento y no de acuerdo al Reino de los Cielos y por mientras sigan tratando de imponer su propia opinión a la voluntad de Dios, jamás terminaran de recibir sus beneficios.

La cita de hoy me impacto desde la primera vez que la escuche, ya que me hizo entender que Dios tiene un verdadero anhelo porque recibamos sus beneficios, pero como insistimos en ignorar nuestra naturaleza celestial y la necesidad de convertirnos en embajadores del Reino de los Cielos para poder recibir los beneficios de ese lugar, El otorga sus beneficios a otros para ver si así nos anima a que nos acerquemos verdaderamente a El, y que hagamos como debemos de acuerdo al lugar y al Dios por el cual nos debemos de regir.

Que impresionante saber que los que no descendemos directamente del pueblo judío hemos sido llamados a salvación y parte del Reino de los Cielos por la necedad del pueblo de Israel, pero mas me impresiona aun la posibilidad de que nos perdamos de los beneficios también por tomar la misma actitud de ellos.

Mi invitación de esta mañana es a que medite en esto, cuanto conoce y entiende el Reino de Dios?, cuantos de los beneficios de ese lugar están manifestados en su casa, en su trabajo o en su vida en general?, si no lo sabe con certeza, no se preocupe, no es algo malo ni algo que no tenga remedio, pero le exhorto a que ore y lea acerca del funcionamiento del Reino de los Cielos para que pueda hacerlo efectivo en su vida y deje de ser avergonzado en su vida económica, en su salud, en su ambiente familiar y en todos los sentidos de su vida por otros que reciben los beneficios usted desperdicia ante la necedad de querer hacer a Dios como los hombres, lejos de querer ser imitadores de Cristo y hacer como El.

Por René Giesemann|Colaborador de Christian Post

 

 

 

René Giesemann es un hombre apasionado por Cristo, que cree firmemente en que la comunicación íntima con Dios está al alcance de cualquiera que este dispuesto a abrirle su corazón, René trabaja como consultor en Comercio Electrónico y empresario en el territorio de Centro America y el sur de México, sirve en el ministerio de alabanza de su iglesia, es predicador invitado a las diferentes iglesias a donde es invitado y a donde viaja, para más información acerca de René y su ministerio visite https://www.facebook.com/l/843c4LTfeV5iiBWfOqbmcoENhRA;www.devocional-diario.com

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