Título: Rendirnos a Dios para experimentar crecimiento
Base Bíblica: Romanos 12: 1, 2; Mateo 7:21-23; Romanos 6:13
Introducción:
Uno de los mayores problemas del ser humano es rendirse a Dios. Y decimos que es un problema porque nuestra naturaleza nos lleva a pretender tener el control de todo, y por supuesto, de todas las áreas de nuestro ser. Sólo cuando decidimos concederle a Dios el primer lugar que le corresponde, podemos experimentar el crecimiento espiritual y ministerial que anhelamos.
I. Si deseamos experimentar crecimiento espiritual y ministerial debemos rendirnos a Dios
- El verdadero amor se expresa con una rendición completa a Dios (Romanos 12:1)
- Es necesario someter a Dios nuestro cuerpo – Todo nuestro ser
- Es una demostración de amor y gratitud a Dios
- Rendirnos a Dios es el mejor sacrificio que le podemos tributar
c.1. Rendirnos a Dios es permitirle que tome el control de nuestras vidas
c.2. Rendirnos a Dios es permitirle que guíe nuestras vidas
- Cuando nos rendimos a Dios le entregamos cada una de los componentes de nuestro ser para que no se conviertan en instrumentos de pecado (Romanos 6:13)
- Rendirnos a Dios hoy porque antes estábamos muertos en delitos y pecados
- Rendirnos a Dios para hacer con nuestro cuerpo lo que le agrada a Él
- Rendirnos a Dios es una forma de ministrar delante de Él (1 Pedro 2:5)
- Rendirnos a Dios implica renunciar a la mundanalidad y vivir conforme a Su voluntad (Romanos 12:2)
- Rendirnos a Dios no es el final sino el comienzo de la historia
- Rendirnos a Dios demanda decir no al yo y sí a Dios
II. Si deseamos experimentar crecimiento personal y ministerial debemos darle a Dios el primer lugar
- Rendirnos a Dios demanda entrega absoluta y no pretender seguir en control de algunas áreas (Mateo 7:21-23)
- ¡Qué áreas de su vida no ha rendido a Dios?
- ¿Estamos siendo rebeldes a la disciplina de Dios (1 Corintios 11:27-32; Hebreos 12:6)
- Resistir el trato de Dios trae consecuencias a nuestra vida (2 Pedro 1:5-9)
“Rendición no es la rendición de la vida externa sino la voluntad; cuando eso se hace, se ha hecho todo. Hay pocas crisis en la vida, pero podemos decir que la gran crisis es la dificultad para rendir nuestra voluntad a Dios.”(Oswald Chambers)
- Todos los seres humanos libramos una batalla interna entre vivir conforme al Espíritu de Dios o dejarnos arrastrar por la naturaleza pecaminosa (Gálatas 5:17)
- Nos rendimos a Dios porque reconocemos que es dador de la vida y todo cuanto somos y tenemos (Hechos 17:24, 25)
- hasta tanto nos rindamos a Dios, seremos esclavos (Cf. Deuteronomio 28:47, 48)
- Hasta tanto nos rindamos a Dios, nos dominarán las pasiones humanas
“He estado delante de Dios y le he entregado todo lo que soy; todo lo que tengo; todo para que no sea yo quien gobierne en ningún aspecto de mi vida. Me he entregado sin reserva, y no he retenido nada como propio.·(Jonhatan Edwards)
III. Si deseamos experimentar crecimiento personal y ministerial debemos movernos en Su voluntad
- Sólo la rendición a Dios logra doblegar nuestra inclinación al pecado (Salmo 51:5)
- Rendirse a Dios es tomar la cruz e ir tras el Señor Jesús cada día (Marcos 8:34, 35)
- El Señor Jesús nos enseñó que para ser libres y cumplir la misión, hay que rendirse a Dios y nacer de nuevo (Filipenses 2:7; Hebreos 2:10-18
- Es rendirnos a la voluntad del Padr (Salmo 40:6)
- Es reconocer que el camino de la victoria espiritual parte de rendirnos a Dios
Conclusión:
Dios obra en nuestras vidas sólo y solo sí cuando le permitimos que tome control de nuestra existencia. Él hace posible que haya cambio, pero además, crecimiento. Es un proceso en el que avanzamos tomados de Su mano poderosa. El problema radica en que deseamos tener control de todo nuestro ser y, en el Reino de Dios, el asunto es de otra manera: Comienza cuando nos rendimos a Dios. Hoy es el día para que tome esa decisión. Puedo asegurarle que no se arrepentirá.
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