La vida cristiana es simple

Nuestro propósito primordial en la vida no debe ser otro sino
agradar a Dios y que esa sea la finalidad de todos nuestros actos. La
simplicidad nos permite alabar a Dios y darle gracias en todas las
circunstancias y por todo lo que nos suceda, aunque sea doloroso, o
desagradable, o contrario a nuestros intereses, pensando que nada
ocurre sin que Dios lo permita.

 

Leer más