Texto:
1″Y tú, hijo mío, saca fuerzas de la bondad que Dios te ha mostrado por medio de Cristo Jesús. 2Lo que me has oído decir delante de muchos testigos, encárgaselo a hombres de confianza que sean capaces de enseñárselo a otros. 3Toma tu parte en los sufrimientos como un buen soldado de Cristo Jesús. 4Ningún soldado en servicio activo se enreda en los asuntos de la vida civil, porque tiene que agradar a su superior. 5De la misma manera, el deportista no puede recibir el premio, si no lucha de acuerdo con las reglas. 6El que trabaja en el campo tiene derecho a ser el primero en recibir su parte de la cosecha. 7Piensa en esto que digo, porque el Señor te lo hará comprender todo». 2 Timoteo 2: 1-7.