Por Ray C. Stedman.
Hace poco tuve el placer de ver la obra de teatro «Les Miserable en San Francisco. Había leído la novela de Victor Hugo como una compleja experiencia de francés en mis días de estudiante universitario, aunque no recordaba nada aparte de la trama principal. ¡Lo más memorable que recuerdo es que a los franceses les trae todo sin cuidado siempre y cuando se pronuncie como es debido! Pero al ver la obra de teatro todo cobró vida. Los personajes me parecieron de carne y hueso y nos vimos trasladados a los inseguros días posteriores a la Revolución Francesa, al tiempo que la gráfica representación de la obra capturaba escenas de muy variados colores de la novela.
La ultima prueba de fe
Dios ha trazado una línea y cada cristiano se para ante ella. Nuestro Dios es amoroso y muy paciente, pero no permitirá que su pueblo more en incredulidad. “En cambio, los hijos de Israel fueron por en medio del mar, en seco, y las aguas eran como un muro a su derecha y a su …