Por Rev. Julio Ruiz. Hebreos 11:8-20; Santiago 2:23. Cuando queremos destacar a los hombres de la Biblia que vivieron con un propósito, Abraham surge como un modelo a seguir. Por su vida de obediencia y fidelidad a Dios, se le conoce como el “Padre de la Fe”. Tal título proviene por las características que distinguieron su vida, desde de su llamado divino, hasta entregar a la muchedumbre que salió de seno el gran legado de creer en el Dios verdadero, cuyo nombre sería el Dios de Israel.