Por Elsa Ramírez de Aguilar. Cuando se habla de ministerio femenil la mente sólo se ubica en el servicio que las mujeres dan a mujeres. La mayoría de las veces se limita a una asistencia de carácter eclesiástico, que persigue velar por las mujeres en el área espiritual. Este enfoque es muy pobre de todo lo que como mujeres no sólo se puede hacer como miembros del cuerpo de Cristo, sino también en la asistencia que se puede ofrecer a las mujeres para su vida integral, ya sean ellas creyentes en Cristo o no.