Por David Wilkerson. 11 de mayo de 1998.
Por algún tiempo he quedado perplejo por un problema que ha persistido en la iglesia por años – y me preocupa profundamente. El problema es: ¿por qué se les hace tan difícil orar a los cristianos?
Las Escrituras dicen claramente que la respuesta a todo en nuestras vidas es la oración con fe. El apóstol Pablo escribe: «Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.» (Fil. 4:6). Pablo nos está diciendo: «Busca al Señor con relación a todas las áreas de tu vida. ¡Y dale las gracias anticipadas por escucharte!»