LUZ. FUEGO. FE. VIDA. AMOR.

Nunca he necesitado más ayuda que ahora, y nunca me sentí tan absolutamente inadecuado para dar la pauta a la Conferencia. A medida que aumentáis en número, en dones, y en experiencia, me doy cuenta cada vez más de lo poco digno que soy de estar en lugar destacado y de dirigir vuestras filas. Sin embargo, confiaré en Dios y creeré que, por su Santo Espíritu, Él enviará palabras de aliento.

Leer más

MIRANDO A JESÚS

«A él miraron, y fueron alumbrados; y sus rostros no se avergonzaron»
INTRODUCCIÓN
Teniendo en cuenta el enlace que hay entre mi texto y el versículo precedente, se ve claramente que las palabras: «A El miraron», se refieren al Señor. «Miraron a Jehová, al Eterno, y fueron iluminados»: tal es la declaración del Salmista. No obstante, me atrevo a afirmar que nunca se ha podido mirar a Jehová sin ser turbado. Sin Jesucristo, la nación de Dios no podría procurar al corazón angustiado el menor consuelo.

Leer más

Modo de Espiritualizar

Por Charles H. Spurgeon
Muchos que escriben sobre la Homilética, condenan en términos severos, aun el que accidentalmente se espiritualice un texto. Dice Adam Clarke: «La predicación alegórica vicia el gusto y encadena el entendimiento tanto del predicador como de los oyentes.» La regla de Wesley es mejor: «Haced uso raras veces de la espiritualización, y alegorizad muy poco.» «Escoged textos,» dicen estos maestros, «de cuyo sentido claro y literal podáis tratar; nunca os permitáis hacer uso de otro significado que no sea el más obvio de un pasaje; nunca os permitáis acomodaros o adaptaros un texto: esto es un artificio propio de los hombres poco instruidos; una treta de los charlatanes; una manifestación miserable de mal gusto y de imprudencia.

Leer más

NEGOCIACIONES DE PAZ

NEGOCIACIONES DE PAZ

«Anunciando la paz por Cristo; éste es el Señor de todos» (Hech. 10:36).

Dirigiéronse estas palabras a una congregación admirable, porque todos se habían reunido con un mismo objeto, serio y solemne, y se sentían todos en la presencia de Dios, hallándose preparados para oír la buena nueva, como la tierra labrada para recibir la buena semilla. ¡Dichoso el predicador que tiene tal congregación! Haga Dios que sea ésta de la misma naturaleza.

Leer más

Nuestra Oración Pública

por C.H. Spurgeon
Se han jactado algunas veces los episcopales de que los fieles van a sus iglesias a orar y a adorar a Dios, mientras que los miembros de otras no se reúnen sino para escuchar sermones meramente. Nuestra contestación a esto es, que sí bien puede haber algunos profesores que sean culpables de esta falta, no sucede lo mismo con respecto al pueblo de Dios entre nosotros, pues éste se forma de las únicas personas que siempre tendrían verdadera devoción en cualquiera iglesia.

Leer más

PARA LOS ATRIBULADOS

INTRODUCCIÓN: Los deberes del pastor
«Sobre mí reposa tu ira y me sumerges en todas tus olas.» (Salmo 88:7).
Es deber de todo pastor cuidar no sólo de las ovejas sanas de su rebaño, sino buscar a las enfermas, esforzándose diligentemente por consolarías y socorrerías. Creo, por consiguiente, que hago bien esta mañana en dirigirme de preferencia a los que se hallan atribulados.

Leer más

PARA QUIÉN ES EL EVANGELIO

«Los sanos no tienen necesidad de médico, mas los que tienen mal. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.» (Marcos 2:17).
«Cristo murió por los impíos.» (Romanos 5:6).
«Dios encarece Su caridad para con nosotros, porque siendo aún pecadores Cristo murió por nosotros.» (Romanos 5:8).
«Palabra fiel y digna de ser recibida de todos: Que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores.» (Timoteo 1:15).

Leer más

¿POR QUÉ SON SALVADOS LOS HOMBRES?

Un sermón predicado el 1 de Febrero de 1858, por C.H. Spurgeon, En el Salón de Música de Royal Surrey Gardens, Inglaterra
«Los Salvó por Amor de Su nombre» (Salmo 106:8).
Al contemplar las obras de Dios en la creación, acuden de inmediato dos preguntas a nuestra pensativamente, que han de ser contestadas si queremos conseguir la clave de la ciencia y la filosofía de todo lo creado. La primera se refiere a su autor: ¿Quién hizo todas estas cosas? Y la segunda está relacionada con su intención: ¿Con qué propósitos fueron creadas?

Leer más

PREDICAD EL EVANGELIO

«Pues bien que anuncio el Evangelio, no tengo por qué gloriarme, porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el Evangelio!» (I Corintios 9:16).
El hombre más grande de los tiempos apostólicos fue el apóstol Pablo: siempre grande en todo. Si se le considera como pecador, lo era en gran manera; si lo contemplamos como perseguidor, vemos que llevaba a cabo su labor con extraordinario celo, acosando a los cristianos hasta por ciudades extranjeras; si lo miramos desde el punto de vista de su conversión, ésta fue la más notable que hayamos podido leer, realizada por un poder milagroso y por la voz del mismo Jesús hablándole desde el cielo

Leer más

PRÍNCIPE Y SALVADOR

Por C.H. Spurgeon
Un hecho determinado, se presenta de distinta forma a distintas personas. Resucitado de entre los muertos, fue ensalzado el Señor Jesús por la diestra Dios. Esta noticia produjo un espanto horroroso entre los sacerdotes y magistrados judaicos. No podían soportar la noticia de que Jesús, al cual habían muerto colgándole de un madero, viviese todavía.
Como el asesino se asusta, creyendo ver el fantasma del hombre que mató, así quedaron estos magistrados del todo abatidos, al pensar que Jesús de Nazaret, a quien habían clavado en la cruz, hubiese resucitado.

Leer más