Una de las plagas que destruyen la familia es el exceso de compromisos y
el agotamiento físico.
Estamos involucrados en tantos
compromisos, en la escuela, en la universidad, en el trabajo, en la
iglesia, en el deporte, en los negocios, que nos agotamos físicamente y
no tenemos tiempo para nuestra familia.
Por algunos años mi esposo y Yo hermos tenido el privilegio de aconsejar y orar por muchos matrimonios en situaciones difíciles,., Muchas veces nos sentimos impotentes ante las preguntas sin respuesta, no entendíamos porque las parejas se cansan, se aburren y de repente el vino dulce del matrimonio empieza a convertirse en vinagre y aunque existen muchas maneras de abordar un matrimonio con problemas la mayoría escoge la salida más fácil y quizás la mas devastadora, el divorcio o la separación.
El maestro que está comenzando su ministerio con niños o el más experimentado y oye hablar de consejería por primera vez se hace muchas preguntas. El siguiente artículo es el primero de una serie que nos ayuda a responder a dichas preguntas y a aprender varios principios que deben estar presentes en nuestro ministerio a la niñez.
Amar, instruir y disciplinar, tres acciones fundamentales que interactúan constantemente en una educación responsable y de acuerdo a los principios que Dios ha establecido de los padres para con sus hijos siendo nuestro Padre el mejor ejemplo de cómo educar a un hijo.