Jesús es Nuestra Esperanza
El que espera, desespera» dice un refrán popular. Esperar algo no es satisfactorio para nadie y en ocasiones las salas de espera en oficinas y consultorios se convierten en salas de tortura para muchos que, como yo, son impacientes y perciben el tiempo de espera como un tiempo perdido. Esta creencia común puede percibir a …